sábado, 11 de mayo de 2013

En tu casa mandé yo

El bravo Rampla le ganó con absoluta autoridad a Cerrito por 2 a 0, en el siempre difícil escenario del Parque Maracaná. Los rojiverdes se pusieron rápidamente en ventaja y duplicaron la diferencia poco tiempo después, lo cual les dio la tranquilidad necesaria para manejar los hilos del partido. La diferencia pudo ser mayor, de no ser por la falta de precisión en los metros finales. De todos modos, fue de los partidos más redonditos de este año, ya que el equipo jugó bien y ganó sin padecer el tradicional sufrimiento ramplense.

El más popular que nunca Luis “Ronco” López (este comentario debido a que recibió una plaqueta conmemorativa de parte de la directiva de Cerrito y luego los aplausos de ambas parcialidades), hizo una sola modificación respecto al equipo que le había ganado 1-0 a Huracán en la fecha pasada: el ingreso de Tabaré Da Cunha por César Vargas (suspendido por acumulación de tarjetas amarillas). Repasando: Bernardo Long, Da Cunha, Álvaro Márquez, Rodrigo Canossa, Salvador Sassón, Fernando Arismendi, Joaquín Noy, Diego Galo, Mathías de los Santos, Maximiliano Brito y Nicolás Mezquida.

El partido desde el comienzo tuvo mucha dinámica. La pelota pasaba rápido por el mediocampo, especialmente por el ritmo que le imponía el equipo local. Rampla fiel a su costumbre era más cuidadoso con el balón, pero también intentaba pasar rápido al ataque, buscando explotar la velocidad de Mezquida. Así en los primeros minutos se jugó cerca de los arcos pero sin demasiado peligro.

Sobre los 15´ llegaría la apertura del marcador para los rojiverdes (vestidos de blanco en la oportunidad). Tras un tiro libre en forma de centro de Mezquida, la defensa auriverde rechazó, Galo tomó el rebote y en vez de reventarla, la puso suave y llovida dentro del área mayor, tomando a contrapié a la mayoría de los jugadores locales. Uno de ellos quedó enganchado habilitando a todo el mundo, entonces De los Santos la mató de pecho y se la dejó a Márquez, que definió con calidad de delantero para batir al guardameta de Cerrito.

Luego se produjeron los minutos más complicados para Rampla. Cerrito se fue con todo al ataque y los picapiedras no hacían pie, especialmente por la zona defendida por Sassón, que era constantemente desbordado. Ahí apareció la figura de Bernardo Long, primero tapando un intento de puntín desde dentro del área que se metía contra el palo y luego ahogándole el grito de gol a un delantero, enmendando su error, ya que nuestro arquero había rechazado mal con los puños y le había dejado la pelota en los pies al atacante.

Los blanqui-rojiverdes pudieron aumentar a los 30´, cuando tras un pase atrás de un defensa auriverde el arquero tomó la pelota con las manos y el juez marcó la falta técnica. Con un millón de piernas en el camino, Sassón intentó meterla contra el segundo palo pero un defensa rival parado en la línea de gol logró rechazar.

De todos modos, el segundo gol de Rampla no tardaría en llegar. Sobre los 34´ Arismendi remató de media distancia (algo poco común en nuestros futbolistas que por suerte ahora se viene practicando con mayor asiduidad), la pelota rebotó en un rival y Mezquida la fue a buscar contra un costado aunque parecía que esa guinda era del arquero. Nico no solo llegó antes, sino que logró pegarle y meterla en el minúsculo espacio que había entre el golero y el palo. Fue el 2 a 0 picapiedra y el delirio de nuestra parcialidad.

Cerrito sintió el impacto y Rampla lo tuvo al borde del nocaut. En los instantes finales del Primer Tiempo, Mezquida peleó una pelota contra el lateral derecho rival, la robó y rápidamente habilitó a Arismendi, que llegó a definir mano a mano con el arquero, pero el balón se le fue frenando y cuando llegó un defensor a marcarlo, nuestro volante trastabilló y cayó en el área. Para algunos fue tocado, para otros no, lo cierto es que el juez dijo “siga siga” y nos perdimos una chance inmejorable de sentenciar el pleito antes del entretiempo.

En la parte complementaria, el trámite siguió siendo igual. Cerrito entreverado, sin ideas, y Rampla malogrando contragolpe tras contragolpe. Primero lo tuvo De los Santos, picándola por encima del arquero tran gran apilada de Arismendi por derecha, en una jugada que termina con un defensa auriverde interponiéndose justo entre el remate y el arco cuando el golero ya estaba vencido. Luego Arismendi le devolvió la gentileza del primer tiempo a Mezquida y lo dejó mano a mano. Nico hizo la gambeta larga, eludió al arquero y se quedó sin ángulo. Pateó igual y la guinda pegó en el palo.

Sobre los 15 minutos nuevamente Arismendi aparece como protagonista. Tras pase justo de Brito, el volante llegó a definir por la derecha y picó la pelota notablemente por encima del arquero, pero Maxi la quiso asegurar de cabeza, convirtiendo el tanto pero en posición adelantada. Si nuestro centrodelantero no interfería en la jugada, había que ver si el balón entraba igual o si el defensa auriverde que venía junto a él lograba sacarla en la raya.



Instantes después se produce un hecho clave en el partido. El “Ronco” decide sacar a Arismendi, el jugador más peligroso que tenía Rampla en ese momento, para poner a Gastón de los Santos. No entendimos el cambio y la mayoría de la gente tampoco. Si bien el equipo mantuvo el esquema táctico (Gastón pasó a la zaga, Márquez al lateral derecho y Da Cunha al medio), perdimos al mejor jugador que teníamos. Gastón tenía que entrar, pero Arismendi nunca podía salir.

A partir de ahí, los picapiedras se replegaron y les costó hilvanar jugadas de contragolpe, salvo alguna buena combinación entre Mathías De los Santos y Sassón, quienes vale decirlo, levantaron muchísimo su nivel en el segundo tiempo. Mezquida siguió manteniéndose siempre movedizo, buscando los espacios y tuvo un tiro frontal y peligroso cuando corrían 26 minutos, tras pase de Sassón, pero su remate fue bien rechazado por el arquero al córner.

Ya con Sebastián Cessio en cancha sustituyendo a Joaquín Noy, quien salió lesionado, el “Ronco” hizo la última variante a los 29´ mandando a Luis Martínez por Brito. Ese hombre de refresco en ofensiva le hizo muy bien al equipo y le permitió respirar un poco a nuestra defensa, que no paró de sacar pelotas en todo el complemento y que contó, como ya es costumbre, con un par de notables intervenciones de Bernardo Long cuando el descuento local parecía inminente, aunque el dominio de Cerrito fue más territorial que otra cosa.

Así llegamos al final del partido, no sin antes repasar que casi se cumple la ley del ex, porque tras una buena jugada de Matías De los Santos y Salvador Sassón, este último estuvo a punto de convertirle a su ex equipo. Metiéndose en el área, el lateral zurdo tuvo que definir con derecha y el arquero le ahogó el grito. Hubiera sido la frutilla de la torta para una tarde redondita de Rampla.

Se ganó un partido difícil y principalmente, se ganó jugando bien al fútbol. Esto obviamente nos permite ilusionarnos, pero también hay que ser realistas. Lo que el equipo necesita es mantener este nivel en todos los partidos, o sea, alcanzar la regularidad. Solo de esa forma podremos afianzarnos para llegar al playoff con reales expectativas de ascenso. Ahora tendremos la oportunidad de confirmar este nivel contra Boston River, un rival duro y que viene encima nuestro en la tabla. El primer paso ya está dado, ojalá sigamos por esta senda. Arriba Rampla!

COMENTARIO: Mr.Baru (@crearoreventar)
FOTOS: El lente siempre atento de Emiliopulus (@emiliopulus)

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