lunes, 13 de junio de 2016

Final de película: ¡RAMPLA CAMPEÓN!

Van 39 minutos del segundo tiempo, Rampla pierde 3-4 contra Cerro Largo. Tras estar 1-4 abajo, nuestros futbolistas despliegan toda su garra y buen fútbol para poner al arachán contra las cuerdas y buscar el gol que llevara el partido al alargue.

Mauricio Felipe desborda por derecha, lo ve a Cristian Olivera entrando por el medio y se la pasa. La guinda queda corta y un zaguero rival se la lleva. Mauricio, lejos de dar la pelota por perdida, se tira con el alma para llegar antes, arriesgando su integridad física para, al menos, generar una falta al borde del área. Lo logra, pero termina con una terrible lesión.

Lo sacan en camilla como un héroe de guerra y mientras una ambulancia se lo lleva al hospital, sus compañeros concretan la hazaña: 5-4 y Rampla Campeón de la Primera Fase, en un partido que quedará grabado para siempre en la historia del club.

Mauricio no pudo ver el final y recién en el hospital se enteró que era campeón. No pudo dar la vuelta olímpica, no pudo abrazarse con sus compañeros, y recién al día siguiente pudo darle un beso a la ansiada copa.

Tras la operación comenzó una larga pero sostenida recuperación, mientras sus compañeros seguían ganando aquí y allá, y acercando al grupo cada vez más al objetivo. En un partido clave, contra Boston River, con Rampla ganando 2-1 y 4 minutos más los descuentos por jugar, Mauricio Felipe tuvo su esperado regreso a las canchas. Las corrió todas, como si nunca hubiera dejado de correr.

Ya con el ascenso en el bolsillo, el cuerpo técnico le dio la posibilidad de ser titular, confiando plenamente en sus condiciones, y sabiendo que el fútbol da revancha, y que Mauricio se merecía la chance de tener la suya.

En el último partido, nuevamente contra Cerro Largo, la historia le tenía reservado el papel de héroe. Freitas la metió larga para Rigoleto, Matías le ganó el cuerpo a cuerpo a un defensa más robusto que él, y la dio justa, perfecta, para el otro sector del área donde entraba Felipe.

Y ahí, con la revancha en sus pies, Mauricio no falló. La tocó con calidad y sutileza, y la pelota entró mansa contra el palo. Gol y locura. Lágrimas en los ojos de más de uno. Nadie se merecía más ese momento.







Al ratito, el cuerpo técnico lo sustituyó para que recibiera una merecida ovación por parte de la hinchada. Hasta en eso son fenómenos a nivel humano nuestros entrenadores. Mauricio ya había hecho lo suyo, y el resto del equipo se encargó del resto.

Rafa le puso candado al arco, agigantando su figura a medida que la exigencia crecía. Guille trancó con la hombría que lo caracteriza. Willy (otro que se merecía esta revancha, tras haberse perdido casi toda la primera fase) y Gian Franco sacaban todo por arriba y por abajo, mientras Seba la miraba desde afuera, tras haber dejado el alma en la cancha.

Camilo marcaba y jugaba a destajo, derrochando clase, como si tuviera 35 años y una extensa trayectoria. Ángelo y Nico mordían cada pelota con alma y vida. Christian Pérez corría y jugaba como siempre que le tocó entrar. Gonzalo desplegaba toda su calidad y Mathi Choca hacía lo mismo luego que le tocara ingresar. Y los dos leones de arriba eran indomables como siempre: Matías las corría todas y Maxi las aguantaba cuerpo a cuerpo como si esto fuera lucha libre.

Y el resto del plantel alentaba desde el banco o desde la tribuna. Porque si algo no hubo en este plantel fue egoísmo. Pocas veces se vio en Rampla un grupo tan unido, lo cual se demuestra dentro y fuera de la cancha. Basta ver como quieren a “su banda” y lo demuestran en las redes sociales.



Y para que esa unión fuera posible, sin lugar a dudas el rol de los que están a la cabeza fue fundamental. Gabriel Añón y sus colaboradores eligieron a los futbolistas, delinearon este plantel, y lo guiaron con maestría a través de los buenos y malos momentos. Dieron cátedra a nivel humano y también futbolístico. Fueron los arquitectos de esta obra que hoy disfrutamos todos.

Lograron una comunión que trascendió al plantel. Una comunión que incluyó a los alcanza pelotas, a los hinchas que estaban de sol a sol dando una mano en el Olímpico, a los que organizaban rifas para sortear lo que sea y así conseguir dinero para que estos leones pudieran llevar un alimento a su casa. Ese espíritu de lucha y de hacerse grande en la adversidad que se transmitía de la cancha hacia afuera, y desde afuera hacia la cancha.



Estamos ante una oportunidad histórica. Las divisiones quedaron atrás, hoy tenemos un Rampla unido, en el que todos somos parte y todos tenemos la posibilidad de aportar, sea una moneda en la red Abitab o haciendo una hermosa canción dedicada al club, o poniendo el hombro para recuperar nuestra sede social. Lo que sea para construir, bienvenido sea.

Como decía la primera pancarta: “Todos somos Rampla”, y juntos podremos alcanzar cualquier objetivo. Unidos somos la fuerza viva del tercer grande que nuestros padres y abuelos pudieron ver. Volver a serlo está en nuestras manos. ¡Arriba Rampla!

Comentario: Marcelo Baruffaldi (@crearoreventar)
Fotos, pósters y gran cobertura de los festejos: Adrián Barreto (@adribarreto90)
Articulador de asados de celebración: Emilio Fernández (@DurosConceptos)

viernes, 10 de junio de 2016

Campeones

Es viernes 10 de junio y Rampla ya se aseguró el retorno a Primera División. No sabemos por cuánto tiempo, ya que habrá un torneo especial de seis meses para volver a nuestro calendario de Apertura – Invierno/Clausura – Verano, pero eso no es lo importante, como tampoco es importante el resultado del partido con Cerro Largo a jugarse este sábado en nuestro Estadio Olímpico, aunque se defina el título de campeón de la B, porque no es de lo que se trata esta columna.


Esta columna se trata de este plantel, de los que están ahora y los que estuvieron en la heroica primera rueda cuando derrotamos a la muerte y abrazamos la vida. Ellos ya son Campeones. Su lugar ya está escrito en las páginas más grandes de este club. Ya nos dejaron en claro que pudieron, pueden y podrán vestir la camiseta de Rampla con orgullo, pundonor, y sobre todo trabajo. Mucho trabajo en condiciones que distan años luz de las ideales, pero mucho trabajo que tuvo su recompensa.

Hubo momentos en los que no se entrenó por falta de pagos, de conflictos por premios y demás cosas que hacen a la vida de un club con más problemas que soluciones. A veces nos olvidamos que los jugadores de fútbol son trabajadores como uno, y que pelean su plata y la de su familia para por lo menos poder subsistir. Y los tratamos de mercenarios. Y les decimos peseteros. Y nos olvidamos que capaz que por la labor que cumplen en Rampla ganan menos que uno.

Y aún con todas las carencias, nos dieron alegrías deportivas que jamás esperábamos de este plantel, por las condiciones en que se comenzó el campeonato. Dieron vuelta uno de los partidos más increíbles en la historia del club, quizás el más increíble (al menos de la historia reciente), para ganarse el derecho a pelear un ascenso que nadie esperaba en este panorama.

Y jugaron una segunda rueda del carajo. Nunca se bajaron de los primeros tres lugares, si la memoria no me falla. Incluso en este nefasto sistema de promedios, donde no siempre se depende de uno mismo y en momentos donde temíamos caer de los tres primeros lugares, siempre se mantuvieron a la vanguardia, completando una temporada que por la manera en que se dio, tiene la misma magnitud del ascenso invicto del 80. Todo logrado con fútbol. Con alma. Con vida. Con trabajo. Con mucho trabajo.




Por esto y mucho más es que ya son Campeones. Campeones con mayúscula, porque cada uno desde su lugar puso lo mejor de sí para que el grupo funcione. Porque todos buscaron el mismo objetivo. Porque los delanteros bajaban a marcar como laterales si se los necesitaba. Porque los mediocampistas fueron a todas, atacando y defendiendo. Porque los zagueros mostraron una firmeza pocas veces vista en los últimos años del club. Porque en el arco tuvimos el seguro de la victoria en más de un partido. Porque tuvimos un entrenador que hizo cambios para salir a buscar el triunfo. Cosas que parecen lógicas, pero los hinchas de Rampla sabemos que pocas veces vimos todo esto en conjunto.

Dicen que el contexto de uno, cuando es adverso, puede fortalecerlo para la vida. Yo creo que este plantel y cuerpo técnico saldrá fortalecido cuando les toque dejar Rampla, porque sabemos que nuestro fútbol (y nuestro equipo) suele ser posada de paso hacia otro destino. Pero quiero que cuando dejen Rampla lo hagan con la tranquilidad de que cuando seamos viejos, les vamos a hablar a nuestros nietos de ustedes. No tengan duda de eso.

Y para finalizar, le cambio una parte a la nueva canción que se hizo para el club, y les aseguro que todos pensamos lo mismo: “Nuevo Rampla, ya sos inmortal”.

Dedicado a todos los integrantes del plantel y cuerpo técnico 2015-2016 de Rampla Juniors.

Mauricio García (bisnieto del Indio).

martes, 7 de junio de 2016

Contra viento y marea, RAMPLA ES DE PRIMERA!

Rampla Juniors logró el objetivo que su historia le exige: volver a Primera División. Tras la victoria de Boston River 1-0 sobre Cerro Largo en Melo, quedó concretado el ascenso del conjunto picapiedra al círculo de privilegio.

Ya con esa tranquilidad, los rojiverdes le ganaron 1-0 a Huracán con gol de Matías Rigoleto y eso les permitió retomar la punta de la tabla. En la última fecha, si Rampla le gana a Cerro Largo se consagra Campeón Uruguayo de la Segunda División Profesional, lo cual sería el broche de oro para esta temporada.

Si bien por historia Rampla siempre es favorito cuando le toca competir en la vieja divisional B, eso no quiere decir que se encuentre en mejor posición para alcanzar el ascenso. Esta temporada es el mejor ejemplo, porque el camino de retorno del picapiedra estuvo plagado de dificultades, desde antes de comenzar incluso a transitarlo.



Esta pancarta del primer partido volvió a aparecer en el último. ¡Y VAYA QUE VALIÓ LA PENA! Porque si algo tuvo y tiene este grupo (plantel y cuerpo técnico) es que reconoció el esfuerzo de la gente de Rampla y lo retribuyó con creces.

Este grupo nos devolvió la identidad, ellos son el reflejo de lo que es la esencia de Rampla: la lucha, el sacrificio, el hacerse grande ante la adversidad. Y todo eso, además, jugando bien al fútbol y obteniendo resultados. ¿Qué más se podía pedir?

Un gran mérito sin dudas del Cuerpo Técnico, encabezado por Gabriel Añón, que eligió futbolistas y fundamentalmente eligió personas, para conformar un grupo humano ejemplar, sabiendo que la cohesión del colectivo es clave para alcanzar los objetivos.



Y pese a que no pudieron hacer una pretemporada decente y  tuvieron más carencias de las que uno se pueda imaginar, nunca se los vio plantear excusas o buscar justificaciones. Aquí lo que hubo (y hay) es trabajo y compromiso. Capacidad, seriedad y sacrificio.

Ya nos extenderemos en alguna próxima nota sobre estos hombres que sin dudas se ganaron un lugar en la mejor historia del club, no tanto por el ascenso, sino por cómo lo lograron, y por las circunstancias que debieron atravesar.

Volviendo a lo más reciente, Rampla salió a enfrentar a Huracán con la tranquilidad del deber cumplido, pero con las mismas ganas de siempre, sabiendo además que el día anterior Villa Española había perdido con Atenas, y que ganando el picapiedra quedaba muy bien posicionado para quedarse con el título.



El equipo titular contó con los retornos de Ángelo Paleso y Nicolás Rocha en el medio de la cancha, y la grata presencia de Mauricio Felipe, por primera vez titular luego de recuperarse de la grave lesión sufrida en aquella final contra Cerro Largo.

Todo se prestaba para que ese mediodía de domingo fuera una fiesta, y desde el comienzo se presentó así. Cuando apenas iban 9 minutos, Gonzalo Sena desbordó, metió en centro atrás y Matías Rigoleto, confirmando su gran momento individual, remató de media vuelta y venció a Juan Marroco para poner el 1 a 0. La guinda se coló como haciendo “sapitos”, tocó el palo y se metió.







El picapiedra pudo ampliar en esa primera mitad cuando la guinda le quedó a Sena tras una desinteligencia de la zaga rival, pero el remate de Gonzalo, también de medio giro pero con más potencia, pegó en el poste y esta vez salió.

Luego Huracán tuvo una chance tras un centro que desviaron hacia el arco y la pelota también pegó en el palo, en esta ocasión en el travesaño. En esa primera mitad pasó poca cosa más. Rampla se fue al vestuario ganando justamente 1 a 0.

En la segunda parte se mantuvo la misma tónica. El picapiedra controlando las acciones y su rival intentando el empate pero sin claridad. Tuvieron alguna ocasión aislada y se encontraron con la figura de Rafa García, que cierra la temporada en un altísimo nivel.

En el transcurso del complemento ingresaron Pablo Pírez por Dutra, Adrián Leites por Felipe y Christian Serrón por Sena. El pitazo final del árbitro Daniel Rodríguez llegó sin mucha zozobra, pese a que hubo alguna escaramuza entre los futbolistas por unos roces que se dieron durante el match.



De esta manera, Rampla recuperó la punta de la tabla, y será el Campeón Uruguayo de la Segunda División Profesional si le gana a Cerro Largo el próximo sábado a partir de las 13:15 horas en el Estadio Olímpico. Al mismo tiempo jugarán Miramar – Villa Española en el Méndez Piana y Tacuarembó – Boston River en el Goyenola.

Otra combinación de resultados que le daría el título a Rampla sería que el picapiedra empate o pierda, y no ganen ni Villa Española ni Boston River (ambos empaten o pierdan).

Cabe señalar que en caso de igualar en la primera posición con Villa Española, Rampla será el campeón por haber ganado la primera fase, de acuerdo a lo que se indica en el reglamento de este extraño torneo. Sería igual si compartiera la cima con Boston River, pero de la forma en que están planteados los puntajes no hay forma de que ambos clubes queden igualados en la primera posición.

Si bien el objetivo primario ya está cumplido, obtener el campeonato sería un muy merecido premio para este plantel y cuerpo técnico. Sabemos que ellos lo quieren, y ya han demostrado que cuando quieren, pueden. Ojalá logren ponerle el broche de oro a una temporada que quedará para el mejor recuerdo.

Comentario: Marcelo Baruffaldi (@crearoreventar)
Fotos y lobby con players: Adrián Barreto (@adribarreto90)
Presidente del Club de Fans de Rosario Martínez: Emilio Fernández (@DurosConceptos)