lunes, 27 de agosto de 2018

La tarde de los recuerdos

En estos días donde la nostalgia está en todos lados y los recuerdos invaden al pueblo uruguayo, Rampla nos regaló una tarde que quedará por mucho tiempo en nuestra memoria. Tras ir perdiendo 3-1 en una cancha siempre difícil como el Saroldi, los picapiedras lograron dar vuelta el resultado y llevarse un resonante triunfo 4-3 que en cierto modo nos hizo rememorar el 5-4 a Cerro Largo.

Este grupo de futbolistas ya ha dado muestras de su entrega y compromiso con la causa. Fueron varios los partidos donde cayeron en desventaja pero lucharon hasta el final por revertir el resultado. La mayoría de las veces no se pudo, es cierto, pero lo bueno es que últimamente eso está cambiando. Primero fue el valioso 2-2 ante Defensor y ahora esta notable victoria sobre River.
El tema es que a esta entrega le hacía falta buen juego, y eso comenzó a aparecer en la medida que se le fue dando cabida a individualidades que pedían pista a gritos. El ejemplo más claro es el de Matías Cóccaro. Y también poniendo en cancha a muchachos curtidos con nuestra camiseta. No es casualidad que Felipe, Olivera, Leites y Cándido hayan estado en aquel 5-4.

La mejoría en el funcionamiento ya se empezó a notar en el triunfo contra Racing, la semana anterior. Segurmante por eso Rampla presentó una sola variante respecto a la oncena titular de aquella tarde: el ingreso del colombiano Jonathan Herrera por su compatriota Fabio Burbano, que se perdió el choque ante los darseneros por lesión.

Rodrigo Odriozola en el arco; Mauricio Felipe, Gonzalo Rizzo, Edgar Martínez y Camilo Cándido en la defensa: Gastón Díaz y Jhony Galli por el centro; más adelante Cristian Olivera, Adrián Leites y Jonathan Herrera; como única punta Matías Cóccaro.

 
En el primer tiempo los rojiverdes fueron prolijos en el trato de balón hasta tres cuartos de cancha. De ahí en adelante costaba mucho encontrar los huecos para entrar al área. La idea era que Leites y Díaz metieran pases en profundidad para Cóccaro o para las diagonales de Olivera y Herrera. Ambos llegaron a pisar el área con peligro pero sin posibilidades de definir.

El colombiano tuvo un remate de media distancia que pasó muy cerca del ángulo y, en una de esas diagonales, un cabezazo para sorprender por arriba al arquero Nicola (que había salido a achicar), pero sin fuerza ni dirección apropiada.

River por su parte parecía ser más dinámico en el mediocampo pero tampoco generaba nada. Tuvieron un tiro de esquina que desviaron en el primer palo y sacamos en la línea, y el tiro libre notablemente ejecutado por Jones que a los 38 minutos se convertiría en el 1-0 para los locales.

En la última jugada del primer tiempo, Edgar Martínez cabeceó notable tras un tiro de esquina pero la guinda pegó en el travesaño, en la espalda de un futbolista rival y salió. Increíble lo mal que ligamos.
 
Así nos fuimos al descanso con la sensación de que no era justo que Rampla estuviera perdiendo. De movida Fuentes puso a Martiñones y sacó a Díaz, pasando Leites como volante central junto a Galli. Olivera y Herrera ocuparon los extremos, y el “Rata” se fue de punta junto a Cóccaro.

No tuvimos tiempo ni de acomodarnos cuando cayó el 2-0 para River. A partir de un saque lateral, le ganaron la espalda a Cándido, la metieron al medio y Odriozola no llegó al cierre, rematando Urruti totalmente desmarcado.

Este gol parecía un masazo pero los rojiverdes reaccionaron rápidamente. A los 4' Camilo la puso al medio, Cóccaro habilitó de pecho a Martiñones y el goleador se sacó de encima al arquero y definió con tranquilidad, por entre las piernas del defensa que había quedado en la raya del arco. Partido 1-2 y todo el complemento por delante.

Ya sobre el minuto 6 pudo estar el empate pero otra vez el palo nos lo negó. Tras un tiro de esquina Cóccaro ganó de cabeza, la guinda salió mordida y pegó en el travesaño. En el rebote la sacaron justito de la raya. Increíble.

A esa altura ya estaba Hugo Dorrego para ingresar, y el colombiano Herrera era el hombre para salir. Sobre los 10 minutos, y en pleno dominio picapiedra, llegó el 3-1 para River. Leites la perdió en la salida y con un par de toques pudieron dejar a Ospitaleche (el que había iniciado la acción) con la chance de definir ante el arco libre. Parecía lapidario, pero Rampla es Rampla y estos jugadores saben que con esa camiseta puesta deben luchar hasta el último instante.

Un claro ejemplo fue lo que hizo Cóccaro a los 19', yendo a pelear una pelota perdida contra el ex picapierda Emiliano García. El “gallego” la tocó atrás para el arquero pero le quedó corta, el “canario” le ganó la posición y lo obligó a cometerle falta en el borde del área. Bien Andrés Cunha sancionando la infracción y mostrándole la tarjeta roja al defensor.
 
El tiro libre era quizás más peligroso que la jugada interrumpida, estando Dorrego para la ejecución. Hugo sacó un tremendo remate, fuerte y bien dirigido al palo del arquero que Nicola Pérez sacó con flor de atajada. Faltaba casi media hora y con un hombre más empatarlo no era una quimera.

Julio Fuentes no se cansaba de pedirle calma a los muchachos. Justo es decirlo, el equipo local parecía manejar con comodidad el trámite, pese a la inferioridad numérica. Incluso contaron con un par de contragolpes muy propicios para meter el 4-1. En un par de ocasiones apareció Odriozola salvando su arco, y también fue tremendo el despliegue de nuestros defensas.

Al minuto 27 se realizaría el último cambio en Rampla: Delis Vargas por Mauricio Felipe. Línea de 3 en la defensa y Vargas parándose casi como puntero derecho. Los darseneros ya no se soltaron con tanta libertad al ataque y el partido pasó a jugarse enteramente en campo de River.

Fueron fundamentales las subidas de Cándido por izquierda. Mostrándose siempre como opción y metiendo balones “venenosos al área”. Con esa receta llegó el 2-3 al minuto 34'. Centro de Camilo, la peina Leites en el primer palo y en el segundo Martiñones la desvía de forma acrobática para ponerla en el ángulo y dejar sin chances al arquero.
El olfato goleador del “Rata” es tremendo. Siempre se las ingenia para mandar la bola al arco, no importa si está marcado o libre, si es de cabeza o con la punta del zapato. Su oportunismo fue fundamental en ambos goles.

Ahora si, quedaban 10 minutos y el empate estaba a la mano. River hacía tiempo y sus jugadores la sacaban para donde podían. Sobre los 41 minutos llegaría el ansiado y merecido empate. Camilo la inició, Martiñones se la dejó a Leites y fue a buscar la devolución, Adrián la pinchó para el “Rata” pero en el medio estaba Cóccaro, que la mató de pecho y con una chilena espectacular la mandó a guardar.

Impresionante gol del “Canario”, que ya había ensayado una parecida ante Danubio por el Torneo Apertura, aquella vez salvada por el arquero. Esta vez el guardameta solo pudo mirarla. Uno de los mejores tantos del campeonato sin dudas.
 
El empate ya era buen negocio para los picapiedras, pero nada de conformarse con eso. A los 47' Martiñones luchó una guinda contra la raya y se la pellizcó justo al defensor darsenero que estaba haciendo pared para que la pelota se fuera sola afuera. De inmediato puso un centro corto y Cóccaro anticipó a su marca para meter un impecable cabezazo que se metería contra el ángulo del segundo palo. LOCURA TOTAL en la tribuna ramplense.
 
Como esto es Rampla siempre hay un espacio para el sufrimiento. En los minutos finales llegaron un par de centros peligrosos al área pero nuestros muchachos desactivaron el peligro. Hasta que pasado el minuto 50 el juez Cunha señaló el final del match. Inolvidable triunfo picapiedra y muy merecido para estos muchachos que siempre dejan todo en la cancha.

El próximo sábado Rampla enfrentará a Wanderers en el Estadio Olímpico.

Comentario: Marcelo Baruffaldi
Fotos: Adrián Barreto
Defensor de las causas justas y de los futbolistas que no merecen ser agraviados: Emilio Fernández 

RESUMEN TELEVISIVO DEL PARTIDO

lunes, 20 de agosto de 2018

El equipo de todos

Terminó el partido contra Progreso, con derrota picapiedra 1-2. En la calle, saliendo del Estadio Olímpico, nos cruzamos con Matías Cóccaro. El botija oriundo de Lavalleja se había quedado con todas las ganas de tener minutos, otra vez. Con un grupo de amigos y allegados a esta página lo identificamos y tratamos de levantarle el ánimo. Le dijimos que le siguiera metiendo, que iba a llegar su oportunidad.

Muchos hinchas lo pedíamos hace rato. Siempre que entró tuvo buenos minutos, y si bien no se le había dado el gol, con su picardía y habilidad había provocado varios penales a favor. Tiene esa desfachatez, eso de jugadores con las medias bajas, que siempre genera la esperanza de ver algo distinto.

Para el partido contra Racing, la suspensión de Diego Martiñones le abrió la puerta al equipo titular y no la desaprovechó. No solo anotó el 1-0 en este vital encuentro, sino que además provocó la falta que le permitió a Hugo Dorrego, de tiro libre, convertir el 2-0 que sentenció el match.

Y más allá de estas participaciones claves, fue una verdadera pesadilla para los defensas visitantes, que varias veces debieron recurrir a faltas (alguna grosera, de expulsión, no sancionada por el árbitro Óscar Rojas) para poder frenarlo.

También es justo señalar que tuvo detrás un equipo bien conformado esta vez. Con la seguridad habitual de Rodrigo Odriozola, que protagonizó un accidente de tránsito 2 horas antes del partido y aún así pudo estar en cancha. Una defensa sin inventos: Felipe de lateral derecho, Edgar Martínez y Gonzalo Rizzo en la zaga, Cándido en el lateral zurdo. El doble cinco con los siempre metedores Jhony Galli y Gastón Díaz (que regresó luego de la lesión sufrida en Colombia) y tres generadores de fútbol: Fabio Burbano, Cristian Olivera y Adrián Leites.

Esta conformación de la oncena titular, con el “mago” y Adrián juntos, más la explosión del colombiano y con Cóccaro arriba, daba para ilusionarse con un Rampla diferente al de los partidos anteriores: más ofensivo y con mejor trato de balón. Esto se vio desde el pitazo inicial.

A los 2 minutos ya creamos una chance de gol. Leites la metió larga para Cóccaro, que llegó al fondo y la puso al medio para Burbano, que haciendo la diagonal llegó para definir sobre el primer poste, perdiéndose la guinda apenas afuera.

Con Leites por el centro del ataque clarificando las jugadas, Rampla tenía la chance de llegar por cualquiera de los dos costados del frente de ataque. Olivera en principio se ubicó en la derecha y Burbano en la izquierda, pero rotaban sus posiciones. Mientras Cándido era un atacante más, llegando desde atrás.

El picapiedra dominaba pelota y campo, llegaba por todos lados y con mucha gente, y los de Sayago se defendían como podían. A los 23' casi llega el 1-0 en un córner bien servido por Camilo, que se cerró, el arquero pasó de largo y Cóccaro cabeceó desviado. Pero no habría que esperar mucho más para disfrutar la primera alegría.

Sobre el minuto 25, Rizzo mandó un saque de costado al área, la defensa visitante rechazó como pudo y la guinda le quedó a Felipe. El “foncho” sacó un tiro notable, cruzado y bien dirigido. La pelota increíblemente pegó en los dos postes verticales y le quedó a Cóccaro, que no dudó y la puso arriba para marcar el 1-0.

 
El resultado a esa altura era absolutamente merecido. Luego del tanto Racing salió a proponer algo más, adelantándose en la cancha, pero sin inquietar a la retaguardia ramplense. A los 39' salió un pase largo para Burbano y el colombiano lamentablemente sintió un pinchazo en la corrida. Debió salir sentido y habrá que esperar para saber la gravedad de esta lesión muscular. En su lugar ingresó Delis Vargas.

Para el complemento, Rampla cambió la figura táctica: del 4-2-3-1 del primer tiempo al 4-4-2, con Vargas y Cóccaro como puntas. Esta distribución fue útil en el plano defensivo, al tratar de poblar más las bandas, por donde Racing intentaría atacar. El problema es que nos quitó juego ofensivo, principalmente por alejar a Olivera y Leites, ya que quedaron uno por la banda izquierda y el otro por la derecha.

Con un intenso viento en contra se hizo muy difícil salir del asedio de los visitantes. Rodrigo Odriozola fue importante, tapando varios remates complicados, incluso uno de ellos con el pie. Y aunque parezca insólito, la chance más clara para los de Sayago estuvo en los pies de Gonzalo Rizzo, en un despeje fallido desde el área chica que se fue apenas por arriba del travesaño.

Promediando la etapa complementaria ingresaron Hugo Dorrego por Gastón Díaz (que venía de tres semanas de inactividad oficial) y el juvenil Gastón Gorrostorazo por Cristian Olivera. En el tramo final del partido Racing se fue quedando sin fuerzas y sin argumentos ofensivos, y Rampla poco a poco comenzó a insinuar que el segundo gol podía llegar. A los 36' un córner de Leites fue cabeceado en el primer palo por Rizzo y Cóccaro entrando por el segundo desvió la guinda hacia al arco, pero el palo evitó el tanto.

Sobre los 41' tuvimos otra clarísima. Delis Vargas se mandó una larga corrida y se llevó la pelota hacia el banderín, pero sorprendemente escapó de su marcador y se metió al área por la línea final. Cuando le salió el arquero la tocó al medio pero Cóccaro se pasó en la carrera. El balón le quedó a Leites que intentó hacerse un espacio pero cuando remató el arco ya estaba lleno de gente, a tal punto que la guinda pegó en Cóccaro y se fue afuera.

Finalmente a los 46' llegaría el gol de la tranquilidad. Otra vez Cóccaro obligando a sus marcadores, provocando una falta, en esta ocasión bien cerca del área. Estaban Leites y Dorrego. Le pegó Hugo en forma notable, por arriba de la barrera, dejando sin asunto al arquero y marcando el 2-0 definitivo.

Se ganó un partido vital ante un rival directo en la lucha por la permanencia, pero además dejando la sensación de que se encontró el equipo, la integración que nos puede otorgar el mejor funcionamiento. Y si, es cierto, poniendo futbolistas que hace rato la hinchada venía reclamando. De alguna forma, este triunfo realmente es de todos.

Comentario: Marcelo Baruffaldi.
Fotos: Adrián Barreto.

lunes, 13 de agosto de 2018

Lo más parecido a un triunfo

Ya sabemos como es la cosa contra Defensor. Hace 32 años que no les ganamos por Campeonatos Uruguayos, solo interrumpidos por aquella victoria 2-1 en la Liguilla 2008. Obviamente todos deseamos que esa racha nefasta algún día se rompa, pero mientras eso no ocurre, un empate es lo mejor que se puede obtener. Y si es en su cancha y con un gol en la hora, es lo más cerca a la alegría de una victoria que podemos estar.

Los rojiverdes salieron al campo con Rodrigo Odriozola (luciendo una renovada indumentaria para tranquilidad de algún sector de nuestra masa social); una línea de tres defensores con Claudio Servetti, Edgar Martínez y Gonzalo Rizzo; Mauricio Felipe por derecha y Camilo Cándido por izquierda como laterales/volantes; Jhony Galli y Hugo Dorrego como mediocampistas centrales; dos mediapuntas bien abiertos que fueron los colombianos Fabio Burbano y Jonathan Herrera; y Diego Martiñones como único punta neto.

No sorprendió la presencia de los “cafeteros” en la oncena inicial, pero sí la ausencia de Cristian Olivera, el principal generador de juego ofensivo que tiene nuestro equipo. Sin un futbolista de sus características que hiciera una pausa o metiera un pase interesante, Rampla estaba determinado a defender (con muchos hombres) y salir rápido de contragolpe, buscando explotar la velocidad de los colombianos (fundamentalmente la de Burbano, ya que Herrera no demostró ser tan veloz).

 Foto: AUF OFICIAL.

El tema es que en el primer tiempo el equipo casi nunca logró salir rápido, porque en general nuestros futbolistas no supieron soltar el balón en el momento preciso, debiendo la mayoría de las veces apoyarse atrás en un compañero, volviendo anunciados los ataques y permitiendo que la retaguardia violeta se pudiera ordenar.

En cuanto a la marca, tuvimos problemas más que nada por el sector izquierdo de nuestra defensa. Es habitual para los violetas atacar principalmente por el sector que da a la tribuna local. Siempre lo han hecho. Es por eso que en el primer tiempo lo padeció Camilo y en el segundo, aunque en menor medida, Mauricio Felipe. En los primeros minutos llegaron constantemente al final de la cancha, y varias veces fallaron solo en el último toque.

La primera fue antes de los 15 minutos. Centro corto, cabezazo de Correa y entre Martiñones y Rizzo la sacaron en la raya. Rampla respondió con un buen tiro libre de Herrera que sacó el arquero por arriba del travesaño. Minutos después Odriozola tapó abajo un tiro complicado desde la entrada del área.

Ya sobre la media hora de juego, los picapiedras comenzaron a soltarse en ataque. Tuvimos dos chances muy claras para marcar el 1-0. La primera fue una pelota que domina Burbano y mete el pase justo para Martiñones, que entraba solo por el medio. El “Rata” en vez de pararla la dejó correr para que le quedara para definir frente al arquero, pero se le fue larga y un defensa llegó justo al cierre. La segunda fue un pase largo de Cándido a espaldas de la línea final violeta (lo que deberíamos haber hecho más veces), Burbano picó solo y definió desviado, tocando la guinda por arriba del arquero. Ninguna de estas incidencias están en el resumen que hizo la televisión.

Foto: AUF OFICIAL.

Y cuando mejor llevaba el partido Rampla vino el gol de Defensor. Pelota quieta, centro para Correa, que cabecea limpio al medio aprovechando un resbalón de Rizzo. Edgar Martínez restó de cabeza pero la guinda le quedó a Carrera, que la paró y fusiló a Odriozola. Iban 40' del primer tiempo. Así nos fuimos al descanso con un 1-0 a favor del local y la certeza de que en el segundo tiempo el trámite tenía que cambiar: los rojiverdes debían salir a proponer, y para eso necesitaban más jugadores en ofensiva.

A los 7' entraron juntos (SI, JUNTOS) Cristian Olivera y Adrián Leites, reemplazando a Claudio Servetti y Jonathan Herrera. La figura táctica sería 4-2-3-1, pasando Felipe al lateral derecho y Camilo al izquierdo. Olivera como mediapunta por derecha, Burbano por la zurda y Leites suelto. Con el “mago” y Adrián en la cancha ya era otra cosa.

El partido definitivamente pasó a jugarse en campo violeta, mientras los locales apostaban a la velocidad y habilidad del número 19 Pablo López, que la verdad fue la figura de la cancha por destrozo. A los alcanzapelotas se le fueron las ganas de trabajar y los "encumbrados" futbolistas de Defensor aprovecharon cualquier instancia para quedarse tirados un ratito sobre el césped.

Perdido por pedido, Fuentes puso a Matías Cóccaro y sacó a Jhony Galli, que además estaba amonestado. El equipo quedó con un doble cinco integrado por Leites y Dorrego. La figura 4-2-2-2. Toda la carne en el asador. Y hay que sumarle a Cándido que subió permanentemente por la zurda, formando sociedad con Leites, como en los mejores tiempos.

Así fue que con una jugada iniciada por ambos llegó la igualdad. Adrián la aguantó y abrió para Camilo, que puso un notable centro al segundo palo donde nadie esperaba que estuviera Edgar Martínez. El capitán la bajó notable atrás para Olivera y el “mago” le rompió el arco a Reyes. Destacar también una oportuna “cortina” de Martiñones para que la pelota no rebotara en nadie.

¡Que lindo se ponía el partido! Porque Rampla no tenía jugadores para aguantar el resultado y Defensor se veía otra vez obligado a buscar el triunfo. Estaba para cualquiera. Y ahí apareció toda la categoría de este botija Pablo López para sacarse de encima a Dorrego, y sacar un tremendo remate desde fuera del área que pasó por entre las piernas de Edgar, pegó en el palo y entró. Iban 40 minutos de juego y el resultado parecía sentenciado.

De ahí al minuto 45 casi ni se jugó. Los violetas demoraron una vida cada ejecución, se llevaron la pelota contra el banderín, etc. Pero a los rojiverdes les quedaría una chance más. A la heroica, con todos tirados arriba. Dorrego recibió un rechazo y la mandó de cabeza para adelante, Rizzo la peinó justo, Martiñones la bajó con calidad, aguantó la marca y la descargó perfecta para la izquierda, donde Burbano había quedado desmarcado. Y lo del colombiano fue pura categoría: la paró, la acomodó y definió perfecto ante la salida del arquero. Un defensa la tocó cuando entraba pero no pudo evitar el tanto.

Insólitamente en un partido donde primero hizo tiempo Rampla, después hizo tiempo Defensor, luego hizo tiempo otra vez Rampla y finalmente durmió el juego Defensor, Yimmy Álvarez habia dado solo 3 minutos de descuento, seguramente esperando favorecer al local o simplemente irse rápido a las duchas, porque la verdad que el físico ya no le da para arbitrar a nivel profesional. Probablemente no contaba con que en esos descuentos Rampla pusiera la igualdad.

Foto: AUF OFICIAL

Así llegamos al pitazo final, con un empate 2-2 que nos permite igualar la línea de Racing y Fénix en la lucha por la permanencia. Justamente los de Sayago son nuestros próximos rivales, el domingo en el Estadio Olímpico, en lo que será una verdadera final.

Es claro que el planteamiento debe ser diferente. No podemos darnos otra vez el lujo de dedicarnos a defender y recién salir a atacar cuando el resultado es desfavorable. Esta vez rescatamos un empate, pero contra Nacional y Progreso no alcanzó, en ambos casos condicionados también por expulsiones. Para mantener la categoría tenemos que ver un Rampla que sea PROTAGONISTA, que imponga condiciones, que genere juego ofensivo, que salga a ganar, no a "ver qué pasa".

Ya nos dimos el lujo de tener a Burbano fuera del plantel, un futbolista que en sus primeros 90 minutos demostró sus condiciones. Fue el mejor de Rampla, entregando siempre bien la pelota, buscando los espacios para moverse y hasta bajando a marcar. Ni que hablar que coronando esa actuación con un gol.

Tampoco podemos dejar a jugadores como Olivera o Leites en el banco. Futbolistas con cualidades diferentes al resto. Es una opinión personal pero que es bastante compartida por la parcialidad. Jugará uno o jugarán los dos, el cuerpo técnico sabrá qué es lo mejor de acuerdo al rival de turno, pero AL MENOS uno de los dos tiene que jugar.

Ojalá en el futuro no tengamos que esperar que nos hagan un gol para que aparezca el Rampla que todos queremos ver.

Comentario: Marcelo Baruffaldi.

RESUMEN TELEVISIVO DEL PARTIDO

lunes, 6 de agosto de 2018

No progresamos

Rampla Juniors cayó 1-2 ante Progreso en el Estadio Olímpico y volvió a dejar muchas dudas de cara al devenir de este temporada 2018. Si bien el equipo dio dura lucha ante dos rivales importantes como Nacional e Independiente Santa Fe, dejando una buena imagen pese a las derrotas, lo mostrado ante los gauchos tiene otro tenor.

De local, ante un rival de mitad de tabla, es inadminisble dejar puntos. Y este Rampla volvió a mostrar muchas falencias a la hora de asumir el protagonismo de los partidos. Falencias que se vienen arrastrando desde comienzos de año.

Un equipo que no se sabe qué pretende, cuál es su idea futbolística, que rara vez crea opciones claras de gol, que no tiene juego asociado, y que cuando se adelanta en la cancha da muchas ventajas en defensa. Todo esto también influenciado por la decisión de los entrenadores de turno de poner jugadores en puestos que no son los naturales.

Foto: Adrián Barreto.

En este partido con Progreso, Mauricio Felipe jugó como lateral derecho y Claudio Servetti en la izquierda. En el primer partido de la Sudamericana se ubicaron al revés. Siempre recordando que el puesto natural de Servetti es de zaguero central.

Matías Rigoleto como volante por derecha en todos los partidos, donde más allá de la velocidad y las ganas que pone no gravita, porque no tiene desborde y no logra habilitar bien a los delanteros. Esta vez en la otra banda se ubicó Alejandro Furia, y otra vez volvemos a lo mismo: un lateral derecho como volante zurdo. Como intentó, hasta el hartazgo, el entrenador anterior con Gabriel De León.

Mientras tanto, Adrián Leites en el banco, Cristian Olivera también (aunque en su caso por el desgaste físico que hizo en los dos partidos anteriores, sumado al viaje), Matías Cóccaro otra vez inexplicablemente sin minutos (siempre que entró fue peligroso y generó varios penales por acciones individuales), y el colombiano Jonathan Herrera, lateral/volante zurdo, mirando desde el banco como juegan en sus posiciones un central y un lateral derecho. Matías Soto, otro de origen lateral zurdo, también como suplente.

Entonces con ese panorama, ya era difícil esperar un rendimiento auspicioso del equipo. Para que ustedes puedan armar el puzzle, el equipo ante Progreso formó con Odriozola; Felipe, Brasil, Rizzo y Servetti; Rigoleto, Rocha, Dorrego y Furia; Lalinde y Martiñones. Recordemos las ausencias de Edgar Martínez, Camilo Cándido y Jhony Galli por suspensión, más la de Gastón Díaz por lesión.

El primer tiempo fue malo, pero dentro de todo Rampla fue el más peligroso, obligando a una serie de buenas intervenciones del arquero visitante. Primero intentó Martiñones con un remate de zurda a los 7', luego de controlar un pase complicado de Furia en la entrada del área. El arquero fue abajo contra el palo y la sacó al córner.

A los 29' Rigoleto aprovechó un mal despeje del guardameta de Progreso e intentó sorprenderlo desde la mitad de la cancha, obligando al golero a extremarse para sacar la guinda al córner. También debió exigirse a los 33' tras un centro de Dorrego que picó y casi se le mete por arriba.

Los picapiedras contaron con una buena cantidad de tiros de esquina, que siempre fueron peligrosos gracias a la buena pegada de Dorrego. Incluso en un par de ocasiones nuestros jugadores reclamaron penal, sea por mano o por falta (una de ellas pareció ser infracción sobre Mauro Brasil), pero el juez Jonathan Fuentes nada vio.

A los 44' Dorrego metió un buen centro casi desde la mitad de la cancha y Rizzo sorprendió entrando por el segundo palo con un cabezazo “de emboquillada” que el arquero pudo sacar al tiro de esquina. En resumen, Rampla sin ser claro en su juego estuvo varias veces cerca de la apertura, casi siempre mediante jugadas a balón parado.

Foto: Adrián Barreto.

Pero en el segundo tiempo todo cambió. Mauro Brasil cometió una dura falta contra el banderín y fue amonestado, y al minuto 4' del complemento vería la segunda tarjeta amarilla, por cortar el avance de un futbolista gaucho que se iba solo para quedar mano a mano con Odriozola. Esa incidencia se generó producto al adelanto de las líneas picapiedras, bien explotado por los lanzadores de Progreso y la velocidad de sus atacantes.

Con 10 hombres Rampla se terminó de desdibujar. Servetti pasó a la zaga y Furia al lateral izquierdo, pero en el mediocampo quedó un vacío importante. El visitante se sintió mucho más suelto y comenzó a llegar con peligro sobre el arco de Odriozola, algo que en el primer tiempo prácticamente no ocurrió.

Avisó Gastón Colman con un notable zurdazo que pegó en el palo a los 17' pero a los 22' no falló. La jugada la hicieron por derecha, aprovechando las espaldas de Furia y que Dorrego no pudo seguirle la carrera a su marca. La metieron al medio y Colman convirtió el 1-0.

Poco antes había ingresado Cristian Olivera por Julián Lalinde, un cambio que nosotros no compartimos. Primero porque Lalinde fue el más peligroso del ataque ramplense, bajando pelotas, generando faltas, incluso con algún desmarque interesante dentro del área. Y segundo porque 10 contra 11 no era el mejor escenario para poner al “mago”.

Perdido por perdido, el cuerpo técnico picapiedra realizó dos variantes ofensivas más: primero entró Delis Vargas por Dorrego y luego Adrián Leites por Furia. La salida de Dorrego tampoco la entendimos, ya que pese a haber llegado tarde en la jugada del gol (hay que entender también que hizo un gran desgaste en los tres partidos de la semana) era el que convertía cada pelota quieta en una chance de peligro.

La acumulación de hombres en ataque tampoco le dio resultado a Rampla. Esas variantes solo lograron que estuviéramos aún más descuidados atrás. Así fue que a los 40' un atacante de Progreso quedó completamente solo para definir con tranquilidad ante la salida de Odriozola y poner el 2-0 que a esa altura parecía lapidario.

De todos modos, los rojiverdes sacaron de la galera el tanto del descuento. Se juntaron Olivera y Leites al borde del área, el “mago” intentó una chilena algo fallida y finalmente la guinda le quedó a Martiñones que definió en forma notable, dejando sin asunto al arquero. Rampla se ponía 1-2 a los 42 minutos del complemento.

Foto: Adrián Barreto.

Solo quedó tiempo para algún “ollazo”, puntualmente uno en que Leites bajó la guinda notable por la izquierda pero en vez de tirarla al medio remató al arco en forma desviada. Después los visitantes hicieron tiempo de lo lindo y hasta el juez Fuentes demoró la cosa lo más que pudo.

Rampla vuelve a dejar puntos en su casa y ante rivales de media tabla. Otra vez se pierde un partido que era perfectamente ganable. Sigue sin convencer el funcionamiento del equipo. Nuevamente se apuesta por futbolistas en puestos que no son donde mejor rinden.

Otra vez son dejados de lado jugadores que merecen más chances: el colombiano Herrera por ejemplo, que tuvo una buena actuación en el amistoso contra River argentino en Maldonado, y ni que hablar de Matías Cóccaro que ha sido junto a Martiñones el jugador más gravitante en ofensiva a lo largo de toda la temporada.

Sinceramente esperábamos otra cosa para este Clausura, luego de un Apertura nefasto y un Intermedio bastante malo. Nos ilusionamos con un triunfo ante Fénix que fueron 3 puntos y nada más, porque en lo futbolístico dejó mucho que desear. Y ahora otra vez las dudas y una permanencia que peligra este año y que, en caso de salvarnos, nos compromete seriamente para la temporada que viene.

Hay plantel y hay jugadores para revertir esta situación, pero el cuerpo técnico debe dejar los caprichos de lado, probar con variantes de esquema o de futbolistas, sacarle el mayor provecho a los jugadores en vez de mandarlos a la guerra en posiciones donde juegan incómodos, darle la chance a aquellos que han demostrado ganas y condiciones para rendir, etc.

De lo contrario Rampla seguirá estancado, sin progresar, sin subir en la tabla, y dependiendo de los resultados de sus rivales directos para permanecer en primera, al menos un año más.

Comentario: Marcelo Baruffaldi.