domingo, 21 de abril de 2019

Nada que ver

“Cuarenta y ocho celeste” dice la voz por los altoparlantes, que dicho sea de paso suenan a un volumen que casi no permite escuchar a la persona que tenemos al lado. Frank enseguida abre grandes los ojos y dice “creo que es el mío”. Revisa todos sus bolsillos, mientras los demás lo miramos con expectativa. Saca unos papelitos y efectivamente, uno de ellos es celeste y tiene el número 48. “Me gané el huevo de pascua” dice, y sale para la cantina, donde lo entregaban.

 
Aunque cueste creerlo, fue la única emoción de la tarde en la que Rampla y Danubio empataron 0 a 0. El partido fue realmente muy pobre, más que nada en el segundo tiempo. Los picapiedras no supieron aprovechar el hombre de más que tuvieron durante 45 minutos, en gran medida por los bajos rendimientos ofensivos y también, justo es decirlo, por la falta de audacia en el planteo táctico.

Rampla inició el juego con Rodrigo Odriozola en el arco; Claudio Servetti, Gonzalo Rizzo, Edgar Martínez y Lucas Rodríguez en defensa; Leonardo Melazzi, Gaspar Vega, Álvaro Fernández y Diego Rosa en el mediocampo; Delis Vargas y Pablo Pereira en ofensiva.

 
A las bajas ya esperadas de Saavedra y Albín (ambos lesionados) se sumó la de Camilo Cándido, que no hizo fútbol en la práctica del jueves (afectado por una tendinitis que arrastra desde hace varios partidos) y por eso el cuerpo técnico decidió no contar con él para este choque. El jugador, según nos comentaron, se sentía en condiciones de jugar.

El primer tiempo no fue gran cosa pero al menos tuvo dinámica, velocidad, e insinuaciones de peligro sobre los arcos. En filas picapiedras el más incisivo era Leonardo Melazzi, a quien por momentos solo podían parar con faltas. Por el lado de Danubio el hombre a marcar era Chacón, el botija de la sub 20.

 
A los nuestros les faltó tirar algún centro preciso, porque hasta el fondo de la cancha tanto Melazzi como Rosa pudieron llegar. También hubo una buena apilada de Delis que se diluyó entrando al área. En definitiva lo que se veía no era muy diferente a los últimos partidos de Rampla en el Olímpico, en los cuales ganamos, y eso al menos nos generaba ciertas expectativas de triunfo para el complemento. Más cuando a los 35' de la mitad inicial Danubio queda con 10 por expulsión de su puntero derecho tras una dura plancha sobre Rodríguez.

Sin embargo, el segundo tiempo fue una total decepción. El que salió con todo a buscar el gol fue el equipo visitante, y esa actitud pareció sorprender a los nuestros. Si bien Rampla mantuvo la solidez defensiva ya acostumbrada, al equipo le costó mucho más soltarse para salir a la ofensiva e hilvanar contragolpes. Siempre alguien fallaba en algún pase, o sino los centros al área iban todos mal tirados.

 
No sería justo decir que nuestro equipo “jugó mal” porque en sí la labor defensiva fue impecable. Desde Odriozola, pasando por la línea de 4 y hasta el doble 5, ya que tanto Vega como Fernández jugaron muy bien. El gran debe estuvo en la generación de juego, y en eso las ausencias de Albín y de Cándido se notaron bastante.

Panzariello entró por Melazzi y no le salió una. Luego ingresó Gorrostorazo solo para meter piernas frescas en el medio y al final, recién faltando 5 minutos, los ayudantes de Rosario Martínez le dieron una chance a Santiago Vega. El entrenador, a quien la gente le exigía cambios, estaba en una de las cabinas y completamente desconectado de su cuerpo técnico, ya que estaba suspendido.

 
Faltando 10 minutos fue expulsado Diego Rosa, que ya tenía amarilla y llegó tarde para patear al guinda, golpeando al rival. Si con un hombre de más Rampla hizo poco por el triunfo, imaginen estando 10 contra 10. Danubio tampoco fue capaz de romper el cerrojo defensivo picapiedra y el partido terminó con un pálido 0 a 0 que no le sirvió a ninguno de los dos.

Se nos cortó la racha de triunfos consecutivos como locales, y esto nos obliga (aún más que antes) a lograr alguna victoria jugando como visitante. La próxima parada es en Colonia, contra Plaza, ante un rival directo en la lucha por la permanencia. Y después, el clásico de la villa en nuestra casa. Grandes oportunidades para pegar el salto y demostrar que este plantel merece estar en una posición mucho mejor. Arriba Rampla!

domingo, 14 de abril de 2019

¿Cuánto vale?

Al final del partido y mientras se retiraba la parcialidad ramplense (que acompañó en buen número pese a la lejanía del escenario), uno podía escuchar opiniones bastante diferentes. Algunos entendían que era un mal resultado, que faltó audacia para buscar el triunfo, y otros valoraban el empate obtenido de visitante, ante un rival que no fue fácil y en un césped sintético donde Rampla jamás había jugado un partido oficial. Desde ya que cualquiera de estas posturas es atendible, pero a fin de cuentas el valor del punto obtenido recién lo sabremos cuando termine la temporada.

Rampla salió a la cancha con camiseta toda verde y un esquema 4-1-4-1. Odriozola en el arco; Servetti, Rizzo, Ibáñez y Rosa en la línea final; Jhony Galli delante de ellos; Melazzi, Vega, Fernández y Cándido en línea de volantes; Pablo Pereira como delantero neto. La apuesta era clara y conocida: esperar al rival lo más atrás posible y salir rápido al ataque por las bandas.



A los 13' casi logramos la apertura. Melazzi desbordó por derecha y provocó un tiro de esquina que él mismo ejecutó. Fernández la peinó en el primer palo y Pereira se zambuyó desde el área chica, cabeceando la guinda que increíblemente es rechazada por el arquero local. De milagro no fue el 1-0.

Y si hablamos de milagros, a los 21' nos salvamos tras un cabezazo de Coelho que Odriozola manoteó y luego la pelota pegó en el travesaño y picó delante de la línea. Los jugadores de Boston pidieron gol, pero salvo que la cancha esté mal hecha es imposible que en césped sintético el balón pique adentro y salga.

Tres minutos después fue el poste derecho de “Chupete” que nos salvó, tras un remate de larga distancia de Fratta. Si bien fueron muy claras ambas llegadas, fueron las únicas chances del local en todo el primer tiempo.



Rampla, además del cabezazo de Pereira, tuvo otra muy propicia en los pies del mismo jugador. El “Flaco” hizo la pausa, la abrió para Cándido, Camilo llegó a la línea final, se la dio perfecta al medio al “Huevo” que la tocó con zurda pero la sacó con la derecha. Es decir, él mismo pateó y rechazó. Estaba dentro del área chica pero ligó mal. Así terminó el primer tiempo.

En el complemento empezó mejor el picapiedra, ya parado 4-4-2, con Vega tirado a la derecha del mediocampo y Melazzi más arriba para acompañar a Pereira. A los 2' Odriozola inició el contragolpe con un saque rápido para Fernández. El flaco la abrió para Melazzi, que corrió hasta la punta derecha, metió el centro pasado y Rosa entrando solito la mandó por arriba del travesaño. Fue clarísima. Al juvenil la pelota le quedó baja para cabecear pero alta para pegarle con el pie. Hizo esto último y no pudo darle la mejor dirección.

A los 15' llegaría el 1-0. Otra vez nace en un saque rápido de “Chupete”. Se la tiró a Cándido, que le puso un pase profundo impecable a Pereira, dejándolo mano a mano. El “Huevo” eludió al arquero y la tocó con zurda, ante la valla desguarnecida. En tres toques hizo el gol Rampla. Rosario debería estar pletórico en ese momento.

 
El problema fue que al igual que contra Juventud la ventaja duró poco. Apenas 4 minutos después llegó el 1-1. Ellos entraron tocando por el medio, uno de sus delanteros pivoteó, descargó atrás y el otro remató desde el borde del área y puso la guinda contra el palo. Seguramente era eso lo que Rosario quiso evitar al poner a Galli delante de la línea de 4 en el primer tiempo.

De ahí en más Boston fue al frente pero nunca se desordenó, y se hizo muy difícil agarrarlos mal parados para el contragolpe. También es cierto que nuestros futbolistas parecieron sentir más el desgaste físico, y los cambios que realizó nuestro entrenador no dieron resultado.

A los 27' entró Delis Vargas por Melazzi, quien estaba sentido y pidió el cambio. Luego a los 38' ingresó Ignacio Panzariello por Cándido. Personalmente no entendimos la salida de Camilo, si bien es cierto que era necesario reforzar nuestra banda derecha y que el local por el sector de la tribuna visitante casi nunca atacó. Cuando iban 42' entró Santiago Vega por un extenuado Pablo Pereira. Recordemos que Juan Albín y Mathías Saavedra están lesionados.


Ya con tiempo cumplido otra vez contamos con ayuda de los palos, tras otro remate desde las puertas del área que dio de lleno en el vertical derecho de Odriozola. Claramente ellos tienen buenos rematadores y saben sacar provecho de la velocidad que agarra la pelota en el césped sintético.

En el último minuto de adición se fue expulsado Fratta por una dura entrada contra Galli que le valió la segunda amarilla. En la protesta fue expulsado Rosario Martínez, quien no podrá entrar al campo en la próxima fecha cuando recibamos a Danubio.


Llegó el pitazo final del árbitro Daniel Rodríguez y cada uno sacará sus propias conclusiones. El tema es que no hay que desesperarse. Si bien estamos en posición de descenso, nos ubicamos actualmente a 0.068 de Juventud, que hoy por hoy se está salvando. Ganándole a Boston River lo pasábamos pero con el empate seguimos cerquita. Sin embargo, lo más importante es que FALTAN 28 PARTIDOS, es una vida. Ahora hay que pensar pura y exclusivamente en ganarle a Danubio. Para la calculadora habrá tiempo más adelante. Arriba Rampla!

Comentario: Marcelo Baruffaldi
Fotos: Adrián Barreto

lunes, 8 de abril de 2019

No para de sumar

La semana pasada el grupo de futbolistas decidió tomar la medida de no entrenar en las instalaciones del club hasta tanto la dirigencia no brinde una solución a la deuda de los sueldos complementarios, que en algunos casos se remonta a diciembre del año pasado. Si bien los salarios mínimos están al día (o sea que con los futbolistas que cobran ese mínimo no hay atraso), el plantel decidió tomar una medida grupal, lo cual por cierto habla muy bien del compañerismo y la solidaridad entre ellos.

El cuerpo técnico por su parte quedó a la espera de que la situación se pudiera solucionar con el paso de los días, lo cual no ocurrió. Y así llegó al vital choque ante Racing sin haber preparado el partido junto a los futbolistas. Seguramente en base a lo que vió en los partidos anteriores, Rosario Martínez eligió una oncena titular con Rodrigo Odriozola en el arco; Claudio Servetti, Gonzalo Rizzo, Walter Ibañez y Diego Rosa en defensa; Álvaro Fernández y Gaspar Vega como volantes centrales; por delante Leonardo Melazzi a la derecha, Juan Albín por el centro y Camilo Cándido por izquierda; Mathías Saavedra como delantero neto. Ibañez ocupó el lugar de Edgar Martínez, suspendido.


En el primer tiempo, aunque alguno se enoje, la falta de entrenamiento se notó. Vimos un Rampla más lento e impreciso con la pelota, que no mostraba la dinámica de partidos anteriores. Bien paradito atrás, es cierto, y con las intenciones muy claras (en eso se nota que la idea del cuerpo técnico prendió bien en los jugadores) pero costaba llevarlas a cabo.

Racing sin ser gran cosa era dueño del mediocampo y en un par de ocasiones hasta pisó el área nuestra con peligro. Odriozola estuvo atento para salir a cerrar y en otras ellos definieron mal. Nosotros tuvimos una corrida de Melazzi, de contragolpe, que remató arriba al primer palo y obligó al arquero a sacarla al córner.

Casi de la nada nos encontramos con un penal a favor cuando iban 38 minutos. Los visitantes la pasaron mal atrás, Servetti que estaba volviendo de una ofensiva robó la guinda, se metió en el área, y en el intento por marcarlo la pelota un jugador de Racing la toca con la mano. Penal bien cobrado por el árbitro.

Todos esperábamos el tiro de Albín, pero Saavedra se lo pidió (como ya lo había hecho Pablo Pereira contra Cerro Largo). Mathías remató fuerte y cruzado pero el arquero adivinó el palo y se quedó con la guinda. Desperdiciábamos una chance inmejorable de ponernos en ventaja, en un primer tiempo bastante chato.

Para el complemento ingresó Pablo Pereira por Saavedra, que salió lesionado. Justamente por una dolencia se había perdido el partido contra Liverpool. Ya desde el inicio del segundo tiempo se vio un Rampla más acorde a lo que todos conocemos. Mejor trato de pelota, abriendo la cancha, llegando por las bandas y teniendo más presencia en el mediocampo.

A los 18' llegaría el 1-0 y de ahí en más, los picapiedras se adueñarían completamente del partido. Camilo Cándido subió por izquierda, y como tenía a Diego Rosa como socio, bien abierto por la zurda, eso le dio tiempo y espacio para meter un centro perfecto al segundo palo que Pablo Pereira conectó notablemente con un remate cruzado.


La subida de los laterales es una constante en este equipo, y muchas veces son importantes aún sin tocar la pelota, solo por estar ahí. El gol le dio confianza a los nuestros para sostener el resultado y esperar el momento justo para liquidarlo de contragolpe. Ingresó Santiago Vega por Melazzi, lesionado, y luego el cuerpo técnico dio ingreso a Gastón Gorrostorazo por Albín, reforzando el mediocampo ya que Racing con los cambios arriesgaba más por el empate.

La defensa aguantó estoicamente. Gran partido de los laterales: Servetti y Rosa, ambos clausurando sus bandas y subiendo con mucha decisión al ataque. Notable Rizzo por arriba y por abajo, bien acompañado por Ibañez. Y en el medio el trajinar incansable del “Flaco” Fernández, que literalmente está en todos lados, porque está cuando atacamos y enseguida ya lo vemos detrás de la línea de la pelota cuando la perdemos.

El argentino Vega, que no tuvo el alto rendimiento de partidos anteriores, sin embargo sería clave en la jugada del segundo gol. El “huevo” Pereira la aguantó en el mediocampo, y la puso larga sobre la punta derecha. Vega la corrió y la tiró por bajo al medio. Cándido le ganó la posición a su marcador y con sutil toque de derecha la colgó en el segundo palo. Golazo. Parece mentira, porque nos ha llenado de satisfacciones muchas veces, pero fue el primer gol de Camilo en primera.


Partido liquidado a los 36 minutos del segundo tiempo. Otra vez, como contra Liverpool, este Rampla gana sin sufrir o pedir la hora. Racing nunca le encontró la vuelta a nuestro cerrojo defensivo. Odriozola estuvo muy atento y cortó varios centros complicados.

Reducimos a 8 puntos la distancia con los de Sayago en la fatídica. Falta mucho, pero nos llevaban 11 y si nos sacaban 14 sería casi una quimera alcanzarlos. La tabla del descenso mejor ni mirarla, porque los triunfos de Juventud y Plaza nos dejaron abajo del todo. La nuestra tiene que ser sumar y sumar, porque confiamos que de esa manera nos vamos a salvar, así sea en la última fecha del Clausura.

Ahora se viene Boston River, otro rival directo, a quien podemos superar si le ganamos. Será en el Complejo Rentistas y con césped artificial. Ojalá, primero que nada, la dirigencia pueda cumplir con el reclamo de los futbolistas y todo vuelva a la normalidad, para preparar el partido de la mejor forma posible. ¡Arriba Rampla!

RESUMEN TELEVISIVO DEL PARTIDO
 

lunes, 1 de abril de 2019

Nada que reprochar

El domingo ante Wanderers llegó la primera derrota desde que Rosario Martínez y su cuerpo técnico asumieron las riendas en Rampla Juniors. Un tempranero gol de penal hizo la diferencia, pese a que siempre estuvo latente la posibilidad de empatar el juego. Los rojiverdes crearon más ocasiones de gol que su rival pero no pudieron concretar ninguna y esa falta de contundencia nos impidió llevarnos algún punto de Belvedere.

Sin Juan Albín, Mathías Saavedra y Delis Vargas (todos en sanidad), Rampla salió a la cancha con Rodrigo Odriozola, Claudio Servetti, Gonzalo Rizzo, Edgar Martínez, Diego Rosa, Ignacio Panzariello, Gaspar Vega, Álvaro Fernández, Camilo Cándido, Santiago Vega y Pablo Pereira. Misma defensa y mediocampo que ante Liverpool, dos variantes en la delantera.


En los primeros minutos se daba lo esperado: Wanderers controlando la posesión del balón y jugando en campo rival, Rampla agazapado, esperando para salir de contragolpe. De entrada los nuestros ya llegaron tres veces con pretensiones sobre el área rival. La mejor fue un avance de Panzariello por derecha, pase a Pereira y este que la cede al medio para Vega, que remata desviado.

Otra buena fue un desborde del propio Vega, que ya daba indicios de que con su velocidad y habilidad iba a complicar a la defensa bohemia. Santi llegó a la línea final, mandó el centro pasado y la sacaron justo. Sin embargo, en su primer tiro al arco Wanderers genera la jugada del penal.

Albarracín reventó el travesaño, luego en el rebote un compañero suyo remató, la guinda se iba completamente desviada pero por desgracia pega en la mano de Gonzalo Rizzo. Christian Ferreyra cobra el penal y Rodrigo Pastorini lo transforma en gol. La ventaja le dio tranquilidad a los locales pero no achicó a los nuestros.

En ese primer tiempo Rampla tuvo por lo menos tres ocasiones muy propicias para empatar y en todas fue protagonista Santiago Vega. Alrededor del minuto 20' recibió de frente al área, se sacó un par de rivales de encima y la cedió para Cándido, que llegaba por la zurda. El remate de Camilo fue atrapado por el arquero.

A los 26' un buen pase largo para Camilo, que gana la espaldas de su lateral y antes del cierre de Macaluso la toca el medio para el ingreso de Vega. El juvenil la coloca abajo contra el segundo palo pero sin mucha potencia y el arquero se estira, logrando evitar el gol.


Y al minuto 39' Vega se manda la jugada que era el gol de la fecha. Tomó la pelota en su propio campo y por el centro de la cancha pasó entre 3 o 4 rivales, a pura velocidad y gambeta. Corrió solo casi desde el círculo central. Cuando llegó a definir, el arquero le achicó bien el ángulo. Su toque corto rebotó en el guardameta y luego un zaguero la reventó. Así llegamos al descanso con un Rampla que claramente merecía el empate.

En el segundo tiempo se nos hizo más difícil llegar con peligro porque claro, el rival ya estaba advertido de que tenía que tomar recaudos defensivos si quería mantener la ventaja. A los 12' se fueron expulsados Édgar Martínez y Rodrigo Pastorini, luego de intentar agredirse mutuamente. Ya estaba Leonardo Melazzi pronto para ingresar, y lo haría luego de que pasara el tumulto, reemplazando a Panzariello, que no repitió el buen nivel de los partidos anteriores.

Tras la expulsión, Rosario mandó a Walter Ibáñez para recomponer la defensa, saliendo Camilo Cándido. Rampla pasó a jugar con un 4-2-3, con Santiago Vega abierto por izquierda, Melazzi haciendo lo mismo por derecha y Pablo Pereira de ariete. Vega tirado atrás no gravitó, y unos minutos después fue reemplazado por el juvenil Nicolás Silva. Todo lo que generó el picapiedra en el segundo tiempo vino por el lado de Melazzi.


A los 23' escapó por la punta, enganchó al medio y sacó un remate bajo al segundo palo que obligó a una buena atajada del arquero bohemio. Logró casi todas las veces imponerse en el 1 contra 1, para desbordar y tirar el centro, pero el “huevo” Pereira estaba siempre bien rodeado por los zagueros. La única vez que pudo desmarcarse, Melazzi le puso una guinda perfecta pero su cabezazo se fue desviado. En ese momento iban 34 minutos.

El picapiedra fue y fue por la punta derecha, más alguna patriada que Diego Rosa se mandó por la izquierda, pero nos volvió a pasar algo que ya había ocurrido contra Liverpool y Juventud: en la mayoría de las ocasiones no tiramos los centros bien.

Melazzi volvió loco a su marcador, a tal punto que lo obligó a derribarlo en las puertas del área, provocándole la segunda tarjeta amarilla y por ende la roja. Ahí ya estábamos en los descuentos. Nico Silva ejecutó el tiro libre, intentando sorprender rematando directo al primer palo, pero otra vez el arquero bohemio llegó para salvar su arco.

Así terminó el partido, con un Rampla que se fue aplaudido por la parcialidad, reconociendo el enorme esfuerzo realizado y entendiendo que faltó muy poco para evitar la derrota. Claramente hay cosas para mejorar (más que nada la precisión en ofensiva) pero vamos por buen camino. Este rojiverde será un hueso duro de roer para cualquier rival.

Esperemos que los jugadores que están en sanidad se recuperen para el próximo partido ante Racing, que es vital ante un rival directo (aunque si uno mira la tabla está nada menos que 11 puntos encima nuestro). Luego vendrá Boston River, a quien tenemos mucho más cerca en la lucha por la permanencia. Si bien falta un montón, estos dos partidos serán claves para lo que deparará el futuro. ¡Arriba Rampla!

Comentario: Marcelo Baruffaldi
Fotos: Adrián Barreto

RESUMEN TELEVISIVO DEL PARTIDO