lunes, 27 de abril de 2015

Por una pelota

Rampla Juniors cayó 0-1 frente a Fénix en su visita al Parque Capurro y dejó por el camino puntos importantes en su lucha por mantener la categoría. Un tiro libre notablemente ejecutado por Martín Ligüera fue la única diferencia, en un encuentro muy parejo donde predominaron las infracciones.

Tras ponerse en ventaja, los dirigidos por Rosario Martínez se replegaron y esperaron a un conjunto picapiedra que no tuvo claridad para vulnerar a la defensa contraria y terminó abusando de los centros.

Solo en uno de esos tantos envíos generamos peligro, cuando el argentino Muriel Orlando le bajó notablemente la guinda a Paul Dzeruvs, quien quedó mano a mano con Mejía pero fue ahogado por el arquero panameño. Aparte de eso, tuvimos un tiro libre de Richard Núñez que se fue rozando el ángulo y poco más.

Quizás lo más justo hubiera sido un empate, porque Fénix nunca justificó la ventaja, pero se sabe que en partidos tan cerrados como éste cuando un equipo se pone al frente en el marcador después es muy difícil que la historia cambie. Rampla intentó, con más ganas que fútbol, pero no encontró los caminos al arco rival.

Los dirigidos por Jorge Walter Barrios salieron al campo con Bernardo Long en el arco; Fabián Vargas, Pablo Pereira, Carlos Santucho y Maximiliano Montero en defensa; Gonzalo Vega, Marcel Román, Diego Galo y Richard Núñez en el mediocampo; Paul Dzeruvs y Luis Machado en ofensiva.

En el primer tiempo ambos equipos compartieron la tenencia del balón, con una característica en común: a los dos les costaba una enormidad llegar al área contraria.  Lo mejor de Rampla pasaba por los pies de Vega, que incluso probó con un remate de media distancia, débil pero esquinado, que encontró una buena respuesta del arquero local.



Fénix contó con una escapada de Cavalini, que luego de superar en velocidad a su marcador llegó al área y su remate rebotó en Long, que rápidamente había salido a su encuentro. Y al minuto 33 conseguirían la apertura. Falta de Santucho, yendo arriba contra Cavalini, y notable ejecución de Ligüera para colgarla del ángulo, haciendo estéril la volada de Long.

Rampla intentó a través de alguna pelota quieta servida en forma de centro por Richard Núñez pero sin éxito. Así llegamos al final de la primera mitad. Apenas iniciado el complemento, se vio la principal misión de los futbolistas locales: tirarse para hacer tiempo ante cualquier contacto con un jugador de Rampla.

La más grosera fue una incidencia cuando saltaron dos futbolistas, chocaron en el aire y la pelota le quedó al picapiedra. El rival se quedó tirado y los nuestros salieron lanzados al ataque, pero el juez Andrés Cunha paró la carga para que atendieran al futbolista de Fénix que OBVIAMENTE no tenía nada.

A los 11’ tuvimos la chance de pagarle al rival con la misma moneda. Falta sobre Vega al borde de la medialuna y Richard Núñez frente al balón. La guinda se fue apenitas por arriba del ángulo cuando el arquero no llegaba. Una lástima.



Enseguida Richard se fue sustituido, ingresando Mauro Vila. El equipo pasó del 4-3-1-2 a un 4-2-2-2, con Vila abierto por derecha y Vega por la zurda. Sobre los 20’ fue el turno del argentino Muriel Orlando, reemplazando a Luis Machado que recordemos no entrenó con normalidad durante la semana por haber sufrido una esguince de tobillo en el partido anterior.

Esa falta de ritmo quedó evidenciada en una jugada ni bien comenzado el segundo tiempo, en la que perdió un mano a mano tras un pase impecable de Núñez porque demoró en llegar a la pelota y esta murió en las manos del arquero.

Al minuto 25’ “Chifle” Barrios realizaría su tercera y última variante: el ingreso del otro argentino Leonardo Fagúndez por Gonzalo Vega. Fagúndez se movió como enganche, pidiendo la guinda y generando alguna falta, ejecutada por él mismo en forma de centro. Como en casi toda la tarde, la defensa de Fénix se impuso en el juego aéreo.

Solo a los 30 minutos del complemento, ganamos por arriba en ataque y generamos la única chance clara para empatar. Centro pasado, perfecto pase de cabeza de Orlando y Dzeruvs queda solo frente al arquero. Paul tardó un segundo más en definir de zurda y el guardameta Mejía logró obstruir su remate. Era LA chance. No habría otra igual.

Los minutos finales fueron un desorden total. Santucho se fue a jugar de delantero y los centros siguieron lloviendo sobre el área locataria. Tuvimos otro tiro libre peligroso, tras una falta sobre el propio Santucho al borde del área, pero Paul lo ejecutó desviado. Y la última fue un remate de Vargas, tomando la guinda al borde del área y rematando por arriba del horizontal.



Ya en los descuentos y con Rampla totalmente jugado en ataque, un jugador de Fénix se iba solo hacia nuestro arco y Long, muy lejos de su portería, lo paró con el brazo, cometiéndole falta y viendo correctamente la tarjeta roja por ser último recurso. Una lástima por Bernardo, puesto que este partido ya estaba perdido y ahora no podrá jugar el próximo frente a Peñarol. Fue una reacción instintiva tomada en una fracción de segundo. Además, nada que reprocharle a quien viene siendo figura fundamental de Rampla desde hace varios años.

Llegó el pitazo final de Cunha y los tres puntos se quedaron en Capurro. El picapiedra dejó pasar una buena oportunidad de sumar unidades ante un rival que no demostró ser nada del otro mundo. Ahora enfrentaremos ni más ni menos que a Peñarol, que está peleando la punta del certamen. Será fundamental jugar con inteligencia y aprovechar su desesperación si queremos llevarnos algún punto.

Quedan 5 partidos y Rampla depende de sí mismo. Ganando 2 estamos casi salvados, y en el resto si no se puede ganar por lo menos hay que empatar. El margen se achica, es cierto, pero todavía queda mucha tela por cortar y las chances de mantener la categoría están intactas. A la parcialidad le pedimos CALMA. Hay que alentar. No hagamos cosas que solo nos van a perjudicar. Apoyemos a los muchachos hasta el final, no queda otra. Arriba Rampla!

Fotos: Adrián Barreto (@adribarreto90)
Comentario: Mr. Baru (@crearoreventar)
Notas de color: Emilio Fernández (@DurosConceptos)

jueves, 23 de abril de 2015

El mejor restaurante del mundo

Como hincha, no me sirve un plantel lejos de la gente.
Tampoco me sirve un plantel lejos del barrio.
Menos aún uno que no se adapte al club, su humildad y costumbres.

Ya tuvimos planteles que entrenaban al otro lado de la ciudad y que venían al Olímpico a jugar. A mi, querido lector, no me gusta.

Deme un plantel humilde y luchador, como el club.
Deme un plantel unido desde adentro de la cancha, para así contagiar unión para afuera.
Deme un plantel que se junte a almorzar así:

(Foto: Facebook Mathías Choca)

¿Qué es lo raro que almuercen en el Olímpico? ¡Si es el Estadio del barrio, el más lindo del mundo!
Una foto sacada de la intimidad del plantel, no hace más que mostar cómo el mismo trabaja y cómo vive el día a día.

Consultado sobre el hecho y lo que significa para el grupo uno de los fútbolistas declaró: "Salió guiso, lo hizo Alberto (...) quedó notable (...) es pasar un rato toda la banda, fortalece al grupo".

Es simple, si alguien logra encontrar un restaurante con mejor vista, capaz, en una de esas, cambiamos...

¡Fuerza muchachos! ¡Arriba Rampla!

Nota: Emilio Fernández (@DurosConceptos)

lunes, 20 de abril de 2015

Buena renta

La novena encontró al Picapiedra de cara a un vital encuentro frente a Rentistas a puertas cerradas en el Estadio Olímpico, que se saldó con una valiosísima victoria picapiedra 1 a 0, lo cual le permitió a los rojiverdes cosechar 6 puntos de oro en su lucha por la permanencia.

En un tarde ideal para los espectáculos al aire libre, los hinchas rojiverdes no pudieron ingresar a nuestro Estadio por los hechos de pública notoriedad. Algunos, de todas maneras, se las ingeniaron para ver el encuentro desde el muro o desde alguna propiedad lindera.



(foto: www.tenfield.com)

En la previa del encuentro el técnico Jorge Barrios no tenía claro qué equipo pondría en cancha. Finalmente se inclinó por una formación que viene empleando hace ya varias fechas (4-2-3-1) y los protagonistas fueron los siguientes: Bernardo Long; Diego Barboza, Alejandro Rodríguez, Pablo Pereira, Maximiliano Montero; Marcel Román, Diego Galo; Francis D’Albenás, Richard Núñez, Emanuel Cuello; Luis Machado.

El partido arrancó con una chance para los nuestros, un rebote en un jugador visitante puso a Francis de cara al golero visitante, el ex Selección Uruguaya Sub-17 se abrió un poco y su remate fue controlado parcialmente por el golero quien dio rebote, el mismo fue capturado por Núñez que definió cruzado y el balón se fue afuera.

Auspicioso comienzo que luego no se plasmaría en el desarrollo de la primera mitad. Los visitantes coparon la mitad de cancha y menejaron de buena manera el balón. Nuestro equipo se limitaba a lanzar balones largos a Machado, buscando que el espigado ariete haga las veces de pivote y habilite a los volantes rojiverdes.

La primera mitad fue momento para que nuestro golero se transforme en figura, Bernardo Long le tapó varias pelotas de gol a Richard Porta y compañía, una media vuelta espectacular fue la más destacada de ellas. Los visitantes también intentaban de fuera del área y por las bandas, encontrando siempre a un Long muy seguro.

Para ese entonces el visitante ya merecía la victoria, Rampla se limitó a avisar en un rebote que recogió Núñez al borde del área y puso contra el palo pero fue controlado por el golero visitante.

El primer tiempo se fue con la sensación que Rampla la sacó barata y que de mejorar la definición de los visitantes los puntos se irían para el Cerrito de la Victoria.

La segunda mitad comenzó aún más complicada; los visitantes hilvanaron una jugada por la derecha de nuestra defensa, generando superioridad numérica y mandando un centro al segundo palo que el propio Porta cabeceó de pique al piso y encontró a un Bernardo Long que para ese entonces ya era la figura del partido.

La visita seguía insistiendo, remataban de afuera y entraban principalmente por el lado de Diego Barboza. Rampla no encontraba su fútbol y este quizás fue el detonante para que Barrios mande a la cancha a Vega por Cuello y a Orlando por Machado (sentido) en cuestión de cinco minutos.

Pese a no generar grandes chances, la imagen ofensiva de los rojiverdes mejoró levemente con la presencia de Vega (quien se mostró muy participativo y siempre buscó el balón). El manejo del propio Vega fue el que generó un tiro libre ideal para nuestro número 10 pero que el ex Danubio no pudo transformar en gol. Rampla quería más, impulsado también por el ingreso de Vila por Francis D’Albenás. La disposición táctica era la misma, pero el manejo de pelota era superior.

Fue así que el juvenil de Nacional manejó un balón en las afueras del área, la abrió a Núñez quien envió un centro pasado para Vila, el ex Defensor inteligentemente descargó atrás para Diego Galo que llegaba de frente. El juvenil volante remató rastrero y el balón rebotó en un defensor visitante. Era sin dudas la mejor jugada ofensiva de los rojiverdes y pudo haber sido la jugada que nos diera el triunfo, pero para eso habría que esperar un poquito más. Es espera no fue sin zozobras, por el contrario.

Los de Manolo Keosseian siguieron buscando nuevamente por derecha, esta vez un bicho colorado fue apilando hombres rojiverdes hacia el medio y puso una pelota de gol para su compañero quien definió por arriba ante la rapidísima salida de Long y encontró a un Barboza que despejó muy oportunamente cuando Porta se aprestaba a empujarla. Rampla se salvaba y -justo es decir- parecía firmar el empate a cero.

Cuando se moría el partido y Rampla contaba con una falta detrás de la mitad de cancha, nuestros jugadores fueron por la heróica. El tiro libre marchó al área, como tantos otros, la pelota cayó, le quedó en los pies a Diego Galo, el volante se encontró sin marcas y con la pelota consigo, se dio vuelta y la puso contra el palo. ¡GOL DE RAMPLA! La sorpresa de un gol inesperado se abrazaba con la alegría de conseguir seis puntos importantísimos para la permanencia.



(foto: www.pordeciralgo.com.uy)

Se festejó dentro de la cancha, en el banco, en la tribuna, detrás del muro y en todos lados. Sin merecerlo, nobleza obliga, Rampla se llevó 6 puntos importantísimos que le permitieron pasar a su tradicional rival y descontarle puntos a los rivales directos.

En una sobredosis de pragmatismo, destacamos el triunfo. Rampla ganó y eso es lo importante, más en épocas donde lo que necesitamos son puntos y no juego lindo. No obstante, este equipo puede dar más, ya lo ha hecho. Hay cosas para ajustar, sobre todo en el plano defensivo y en la generación de juego. Para el próximo encuentro ante Fénix ya estará a la orden Paul Dzeruvs pero contaremos con la baja de Alejandro Rodríguez (por quinta amarilla).

En la medida que los dirigidos por Barrios puedan combinar la entrega demostrada con pasajes de buen fútbol (que también pueden realizar) el objetivo estará aún más cerca.

¡Fuerza Rampla, a seguir metiendo!

Comentario: Emilio Fernández (@DurosConceptos)
Anda a los abrazos con cualquier gallego que toca la guitarra: Adrián Barreto (@adribarreto90)
Tiene más millas que Julio Alonso: Mr. Baru (@crearoreventar)

martes, 14 de abril de 2015

¡A levantar cabeza!

La octava fecha dejó una pálida imagen del elenco Picapiedra visitando el Parque Central.

La derrota, por 3 tantos contra 1, fue inobjetable por lo mostrado por ambos equipos en cancha. Los de Barrios, apenas generaron un par de chances y le permitieron a los locales llevarse una victoria que no debió haber necesitado de decisiones -cuando menos- polémicas del juez Fernando Falce.

El "Chifle" mandó a la cancha a un equipo con dos variantes obligadas con respecto al que alineó en la victoria frente a Racing. Diego Galo sustituyó a Jim Morrison Varela (esguince de tobillo) y Mauro Vila hizo lo propio con Paul Dzeruvs (afectado de paperas). De esta forma el once (4-2-3-1) rojiverde estuvo integrado por: Bernardo Long; Fabián Várgas, Alejandro Rodríguez, Carlos Santucho, Maximiliano Montero; Marcel Román, Diego Galo; Mauro Vila, Richard Núñez, Emanuel Cuello y Luis Machado.













(Foto: http://www.auf.org.uy/)

El primer tiempo fue, como todo el partido, del elenco tricolor. Rampla estaba muy replegado, Luis Machado aparecía muy solo arriba y nos era difícil hacer pie. El tricolor controlaba el balón en mitad de cancha, haciéndolo rotar de derecha a izquierda, y ponía pelotas difíciles al área. La tarde de la defensa de Rampla no fue la mejor y lo pagamos caro. Cuando iban 15 minutos y ya habían avisado alguna que otra vez, Várgas salió a cortar una pelota que no consiguió, la bocha le quedó a un delantero albo en su sector, el centro vino al área y Barcia anticipó. Gol de Nacional y hasta ahí era justo.

Luego del gol Rampla intentó un poco más, buscó manejar el balón por parte de Román y Galo pero sin lograr pisar el área. Cinco minutos más tarde nos encontrábamos con el empate, una falta en tres cuartos de cancha ejecutada por Núñez, peinada por un jugador tricolor le quedó a Machado que la agarró mordida y Munúa no pudo controlar. Empataba Rampla, por rendimiento quizás no era justo, pero fue en buena ley. De ahí en más los locales se adueñaron del trámite nuevamente, alternamos con alguna tímida llega de Rampla, principalmente por izquierda, pero sin mayor peligro.

A los 30’de la primera mitad llegó la polémica, una pelota por la derecha de nuestra defensa iba al área en forma de centro y Várgas la impactó con la mano.


La mano es indiscutible, para quienes hacemos este espacio fue afuera, pero también debemos decir que fue muy fina. El fútbol significa convivir con los errores arbitrales, desde aquí lo entendemos así, el penal es "cobrable", más aún frente a un grande de visita en su cancha. ¿Qué hizo el árbitro? Lo cobró, penal y gol de Nacional. Otra vez a remar, esta vez no se pudo, en los 60 minutos que restaron no tuvimos ninguna chance clara. Para peor hacíamos agua en defensa y así fue que tres minutos más tarde, en un centro que vino de la derecha dos rojiverdes fueron a marcar al mismo hombre y dejaron libre a Alonso. Tercer gol de Nacional y sensación de match point.

Para la segunda mitad, ingresó Diego Barboza por el “Coto” quién tenía amarilla y tenía dificultades por su sector. Justo es decir que nuestra defensa estuvo un poco mejor durante el complemento pero también puede ser producto de que el local levantó el pie del acelerador. Daba la sensación que en cualquier momento podían hacernos otro gol. Los ingresos de Fagúndez y D’Albenás en el transcurso de la segunda mitad no pudieron aportar mucho y Rampla cosechó una nueva derrota.
Quedará para el anecdotario un penal no sancionado a favor de Rampla sobre Luis Machado por un agarrón en el área.

Las posibilidades económicas del rival, el plantel, las ausencias propias y una larguísima lista de etcéteras ayuda a entender el resultado. De todas formas lo mostrado futbolísticamente por nuestro equipo fue muy poco. Rampla extrañó mucho la presencia de Paul Dzeruvs, el jugador más determinante del Picapiedra en lo que va del torneo.
Está claro que no era un partido que debíamos ganar obligatoriamente pero siempre es bueno sacar puntos y tener un buen papel. Los dos próximos (Rentistas y Fénix) serán importantísimos. Confiamos en el plantel y cuerpo técnico para lograr el objetivo que todos queremos.

Lo rescatable

Los rendimientos individuales de Long y Román; sin dudas fueron los mejores exponentes Picapiedras en el marco de una pálida tarde colectiva. Galo, Machado y Montero tuvieron mucho sacrificio.








(Foto: http://www.auf.org.uy/)

Lo mejor

La presencia de la parcialidad rojiverde que pese a la compleja situación en la tabla colmó y alentó en el sector dispuesto para ellos. Es muy fácil acompañar con buenas campañas, con buenos rendimientos y clubes saneados, pero corresponde saludar la presencia del público rojiverde y su comportamiento en una coyuntura que no es la mejor.


¡Fuerza Rampla, a seguir metiendo!

Magro comentario: Emilio Fernández (@DurosConceptos)
Informando y editorializando desde estudios centrales: Adrián Barreto (@adribarreto90)
Buscando punteros rápidos para incorporar al plantel en tierras cafeteras: Mr. Baru (@crearoreventar)

miércoles, 8 de abril de 2015

Ayer, hoy y siempre

Ahora que nos toca volver a visitar el coqueto escenario de la Quinta de la Paraguaya me gustaría hacer referencia a la siguiente fotografía:
No me gusta entrar en polémicas de espacio, de comodidad, ni de nada.
Hemos ido, vamos y seguiremos yendo a cualquier lado. Eso es Rampla, punto.

Solo quiero recordar que ese día, el de la foto, corríamos altísimo riesgo de descenso (como el pasacalle oportunamente confeccionado claramente indica). Era la última fecha de un campeonato en el que, como tantos otros, íbamos a los tumbos. Con un técnico que debió haberse ido fechas antes y mucha tensión entre jugadores e hinchas. Podíamos descender y jugábamos contra un grande de visita. Es verdad que ellos no se jugaban nada, es verdad que no iban con titulares, pero Peñarol tampoco se jugaba mucho aquella tarde en Jardines y ya todos sabemos lo que pasó.
La lógica indicaba que el equipo grande era el favorito, la tabla indicaba que si Rampla no ganaba corría serio riesgo de volver a jugar los sábados. ¿Desde cuando el hincha se mide por lógica? Si por eso fuera ese día en la tribuna Picapiedra no había más que estoicos familiares acompañando a los jugadores.

Pero ahí está la prueba, ahí está la gente. Como siempre y como nunca. Esta foto la sacó un amigo, hincha de Nacional él. Recuerdo saludos varios luego que terminó el partido, algunos bolsos hasta alegrándose porque el Picapiedra se quedó en primera, consecuencia directa de una derrota de su equipo. Algo raro en los tiempos que corren, ¿no? Me pregunto si otros equipo podrán conseguir lo mismo en rivales de turno. ¿Podrán?
Lo que pasó adentro de la cancha es anecdótico. Esa vez nos salvamos, la siguiente no, ¿ahora?... ahora no sé.

Lo que sí sé es que el amor por la camiseta no se negocia y no se mide en comodidad y en lugar. A mi -personalmente- no me importa.
Los últimos años recorrí hasta la última cancha de la B, junto a los amigos de siempre, deseando jugar en primera, deseando tener la oportunidad de volver a estos planos. Montevideo, interior, todo. Siempre pensando en lo lindo que era ir al Estadio o al Parque los días que jugábamos contra un grande, en lo quijotesco de la cosa, si se me permite la licencia poética. Lo lindo que es “ser menos” en una cancha así y tener todo en contra. Eso nos une, nos fortalece y los éxitos se festejan el triple.

No sé usted querido lector, pero yo no me lo pierdo por nada. No sea cosa que nos destapemos ganando otra vez en el Parque y yo quiero poder contarles a mis nietos que -como siempre- estaba ahí. Y si no se da, algo que puede pasar, también quiero estar ahí, con los de siempre, porque parafraseando a Dolina "más vale compartir la derrota con los amigos, que la victoria con los extraños o los indeseables".

Los dejo, me voy a comprar la entrada.

Nota: Emilio Fernández (@DurosConceptos).

domingo, 5 de abril de 2015

Resurrección picapiedra

Tras el duro traspié sufrido ante Wanderers en el Olímpico y cuando el panorama volvía a ponerse oscuro, Rampla Juniors volvió a la victoria, goleando 3-0 a Racing en el Parque Osvaldo Roberto. Este triunfo le permite al picapiedra descontar importantes diferencias en la lucha por la permanencia, justamente en el domingo de Pascuas. Falta mucho, pero ganar es imperioso y por eso es que cada triunfo vale oro.

Fue un partido parejo y luchado, donde una genialidad de Richard Núñez abrió el camino y luego los rojiverdes aprovecharon los espacios que dejó su rival para ampliar el resultado y terminar floréandose en Sayago. Y un detalle no menor:  por primera vez en lo que va del Torneo Clausura, Rampla no recibió goles.

“Chifle” Barrios volvió al equipo de los primeros partidos, con el regreso de Carlos Santucho en la defensa y la aparición de Marcel Román, Paul Dzeruvs, Luis Machado y Richard Núñez como titulares. El esquema utilizado fue un 4-2-3-1. Esto le dio al equipo mayor presencia en el centro del campo y en las bandas, aunque claro, por momentos Machado quedó muy solo arriba.


En el primer tiempo Rampla tuvo la bajada a su favor pero no pudo aprovecharla. Llegamos con un remate de derecha de Núñez y un intento también desde el borde del área de Román, ambos desviados. A los 17’ tuvimos la más clara de esa mitad inicial. Un defensa de Racing se cayó solo y Paul se llevó la guinda. Quedó mano a mano con el arquero y definió de zurda, perdiéndose el balón apenas desviado.

El rival tuvo más la pelota, pero no inquietó a Long, pese a que contaron con varios tiros de esquina a su favor. Hubo un buen partido de nuestra línea final, pese a que casi siempre estaban mano a mano, 4 contra 4, algo que debió corregir Barrios, replegando a uno de los volantes centrales, en el segundo tiempo.

La única jugada peligrosa de Racing fue a los 43 minutos. Vino un centro al área, Martiñones se cayó pero la guinda le quedó en sus pies. Se paró y remató, ante una defensa picapiedra que estuvo lenta en la incidencia. Afortunadamente el balón se fue apenas desviado. Así llegamos al final del Primer Tiempo, pitado por Darío Ubríaco.

En el complemento, como decíamos, Jim Varela se paró más atrás para colaborar con la última línea rojiverde. Román fue más un armador por el centro, buscando las subidas de Paul por derecha y Emanuel por zurda. Richard se movía libre y Machado pivoteaba, ganando por arriba y por abajo casi toda la mañana.

Sobre los 9 minutos llegaría la incidencia que cambiaría todo. Núñez “pescó” una pelota al borde del área, se acomodó para su pierna zurda, eliminó a un par de rivales del camino y puso la guinda en forma perfecta, abajo contra el segundo palo. Tan perfecta la colocó que tocó el poste y entró. Golazo.



(foto: tenfield.com)

De ahí en adelante nuestro equipo se dedicó a esperar y el “Chifle” no pudo modificar mucho el panorama, ya que debió realizar dos variantes obligadas, ambas por lesiones. Primero, a los 13’ ingresó Mathías Choca por Varela. Mathías terminaría siendo importante distribuyendo balones, aunque no tanto recuperándolos.

Ante los embates de Racing sufrimos, como era de esperar. Tuvieron una clara, mano a mano con Long, en una jugada donde Santucho tuvo que salir a cortar lejos y quedó lesionado. Afortunadamente el delantero albiverde definió desviado. Poco después Barrios realizó el segundo cambio obligado: Pablo Pereira por Santucho.

Rampla replegaba peligrosamente sus líneas y no encontraba el contragolpe, aunque lograba retener algunos balones a través de la sacrificada tarea de Machado, que bajó un montón de balones y siempre buscó descargar con un compañero.



(foto: tenfield.com)

Pasamos un gran susto promediando la segunda mitad, cuando Racing marcó un gol pero fue correctamente anulado por off-side. El futbolista albiverde había aparecido solo, a espaldas de Fabián Vargas. Por eso, el “Chifle” decidió usar su última variante para reforzar esa zona. Así, a los 30 minutos, mandó a Diego Barboza por Richard Núñez, que estaba muy cansado.

De esa forma, Rampla pasó a jugar 4-4-2 y con Barboza ocupando la banda derecha, Paul se colocó como punta. Esta modificación táctica sería fundamental para liquidar el partido, ya que Dzeruvs sería pieza clave en los dos goles que le quedaban al partido.

A los 38’, la jugada comienza con una buena salida de Choca, que le cede la guinda a Barboza y éste pone a correr a Dzeruvs por derecha. Paul pisa el área y el arquero sale a su encuentro. El delantero rojiverde se abre, sale del área y mantiene la posesión, para luego colocar un centro perfecto que Machado conectaría ante un arco sin golero.

El lungo delantero ganó toda la tarde por arriba y cuando tuvo la oportunidad de inflar las redes no falló. Volvió a imponer todo su físico y cabeceó cruzado, evitando que el defensor que estaba sobre la raya pudiera evitar el tanto. Rampla se ponía 2-0 y comenzaba a sentenciar el pleito.



(foto: tenfield.com)

El triunfo se aseguraría definitivamente un minuto después, otra vez partiendo de los pies de Mathías Choca y nuevamente con Paul como protagonista. Dzeruvs escapó y remató cruzado. El arquero tapó el tiro, pero Machado apareció en el rebote para pegarle de sobrepique y dejar sin asunto a un defensor que intentaba cubrir el arco. Fue el 3-0 y partido liquidado. Racing ya no tendría reacción.

En los instantes finales Rampla perfectamente pudo ampliar la diferencia, lo cual simplemente no ocurrió porque Paul marró un par de mano a mano y porque el línea de este sector sancionó un par de posiciones adelantadas que no existían. De todos modos, el triunfo ya estaba asegurado.

Llegó el pitazo final de Darío Ubríaco y Rampla Juniors sumó 6 puntos valiosísimos en la lucha por la permanencia, descontando unidades a todos los equipos de puntaje simple. Ganar es lo único que nos garantiza recortar posiciones en la fatídica tabla del descenso, sin depender de nadie.

Con este 3-0 además el picapiedra le ofrendó un triunfo al recientemente fallecido Ramón Barreto, hincha y ex presidente de nuestra institución, quien fuera homenajeado con un minuto de aplausos antes de comenzar todos los partidos de la fecha. ¡Hasta siempre Ramón! ¡Arriba Rampla!

Comentario: Mr. Baru (@crearoreventar)
Información desde estudios centrales: Emilio Fernández (@durosconceptos)
Desaparecido en acción: Adrián Barreto (@adribarreto90)