martes, 28 de febrero de 2017

La primera en casa

Rampla Juniors obtuvo su primera victoria del 2017 tras superar 2-0 a Danubio en el Estadio Olímpico con goles de Maximiliano Montero y Alexander Silva. Con este triunfo los dirigidos por Fernando Araújo comienzan a alejarse de las últimas colocaciones de la tabla. Ahora se vendrán dos partidos cruciales ante Plaza Colonia y River Plate para ver si este Rampla está para pelear por mantener la categoría o puede aspirar a algo más.

Lo cierto es que ganarle a un rival como Danubio siempre motiva y brinda confianza, por más que el pasado domingo hayamos visto una de las más flojas performances del equipo de Maroñas. Y el picapiedra lo hizo con total autoridad, sabiendo sus limitaciones pero también sus fortalezas, golpeando en los momentos justos gracias a una contundencia ofensiva que no se había tenido en los primeros dos partidos del campeonato.

De antemano, era preocupante la ausencia de Adrián Leites por lesión (esguince de rodilla, 4 a 6 semanas de inactividad), ya que se lo había visto muy bien frente a Juventud y perfilaba para ser la manija del equipo en este certámen. Afortunadamente el cuerpo técnico le dio la confianza de sustituirlo a Cristian Olivera, y el mago no defraudó, siendo clave en los dos goles del equipo.

Ese fue el único cambio de futbolistas respecto a los que iniciaron jugando la semana anterior en Las Piedras. El equipo ante Danubio entonces formó con Rodrigo Odriozola en el arco; Gabriel De León, Emiliano García, Matías Soto y Maxi Montero en defensa; Santiago González, Nicolás Rocha, Nicolás Prieto y Mauricio Felipe en el mediocampo; Cristian Olivera como mediapunta y Alex Silva como único delantero neto.





(foto AUF Oficial)

Más marca sobre las bandas

El esquema táctico también varió, pasando de un 4-2-3-1 en Las Piedras a un 4-4-1-1 en el Olímpico. Básicamente esto implicó que González y Felipe tuvieran que apegarse más a las bandas y cumplieran un rol más protagónico en la marca. Esto claramente apuntaba a dificultar el juego por los laterales al rival, lo cual al principio costó bastante, más que nada al sector derecho de nuestra retaguardia.

Los danubianos desbordaron varias veces por esa zona, e incluso antes de los 10 minutos pusieron de cara al gol al panameño Arroyo, quien perdió el duelo con un despierto Odriozola, que salió rápido a taparle el ángulo de tiro. Ya promediando la mitad inicial nuevamente Arroyo tuvo el tanto, entrando por el medio y recibiendo un pase rastrero desde la zona izquierda, afortunadamente rematando desviado.

Araújo cambió de lugar a Felipe y González, y esto tuvo doble beneficio: Mauricio logró contener un poco los avances del rival por la zona derecha y Santiago se encontró en mejor posición para hacer la diagonal y ponerse en posición de pase-gol picando al vacío. Hasta ese momento, solo un par de remates de media distancia de González fueron las aproximaciones ofensivas de Rampla. Si bien el equipo era prolijo y manejaba con criterio el balón, no encontraba los espacios para el toque final.

Ya sobre la media hora, los rojiverdes comenzaron a avanzar más en bloque, con más futbolistas pisando campo enemigo. Principalmente se soltó Prieto (de muy buen partido), rompiendo líneas y generando espacios para sus compañeros, y también los laterales se mandaron con más decisión a la ofensiva.

A los 33’ Gabriel De León llegó hasta la línea final y metió un buscapié al medio que Alex Silva estuvo a punto de desviar hacia la red. No pudo hacerlo porque el arquero Cristóforo se le anticipó. Enseguida, a los 35 minutos, Montero trepó por la zurda, luchó un balón con Santiago González que le quedó a Prieto quien sacó un potente remate desde las puertas del área que el golero envió al córner.

Luego, sobre los 37 minutos, Olivera trasladó la guinda por el centro del campo y la abrió para la derecha, donde Alex SIlva sacó un potente remate por bajo que Cristóforo controló sin dar rebote. Estamos hablando de tres llegadas de peligro a favor de Rampla en tan solo 4 minutos.

La cuarta fue la vencida

Y finalmente llegaría el merecido 1-0 para los picapiedras sobre el minuto 39 de tiempo real (nosotros paramos el cronómetro cuando al minuto 24 el juez detuvo el juego para que los futbolistas se refrescaran). Prieto inició la jugada, yendo al frente y cediéndolo a la derecha a Olivera. Cristian esperó que se proyectara Felipe por la banda y le cedió el balón en el momento justo. Mauricio tiró el centro, un defensa danubiano lo desvió en el camino, y la guinda la quedó servida a Maxi Montero, que entraba solito por el segundo palo. Le dio cruzado, con derecha, y venció al arquero que ni siquiera atinó a tirarse.

El gran mérito de Maxi fue estar en el momento justo en el lugar indicado. Prueba de aquello a lo que hacíamos referencia líneas arriba: llegar con más futbolistas al área rival. El gol era un justo premio para un Rampla que hacía varios minutos había inclinado la cancha hacia el arco contrario. Con ese 1-0 nos fuimos al descanso.

En el complemento era de esperar que Danubio se fuera con todo al ataque, acumulando futbolistas en ofensiva y por contraparte dejando espacios en su defensa. Era fundamental aprovechar estas ventajas numéricas para convertir otro gol que diera tranquilidad. Y ese tanto llegó muy rápido.

El contragolpe perfecto

La jugada del 2-0 nace casi contra el banderín de nuestra defensa. De León recupera la pelota y la traslada casi hasta el medio de la cancha. Ahí la cede a Felipe, quien lo acompañaba desde el inicio de la jugada. Mauricio recortó hacia el medio, generando el espacio para que Olivera se cruzara y picara al vacío sobre la derecha. Antes de tomar contacto con la guinda, el mago ya sabía lo que iba a hacer.

Miró hacia el área dos veces y le puso un centro perfecto a Alex SIlva, quien libre de marcas por el centro cabeceó abajo y a contrapie del arquero, que nuevamente solo pudo mirar como la pelota besaba la red de su arco. Un contragolpe perfecto, algo lento, es cierto, pero sumamente preciso. Debe haber sido de las mejores jugadas colectivas de Rampla que terminaron en gol en los últimos años.

A partir de ahí, los picapiedras pusieron el partido en el freezer. Araújo mandó a Camilo Cándido por González a los 14 minutos, luego a los 20’ a Juan Manuel Gomez por Silva y finalmente sobre los 33’ a Jhony Galli por Prieto. Odriozola tuvo alguna intervención exigente, pero nada del otro mundo. Ni siquiera pudieron convertirle en una incidencia donde le cometieron falta y ya con la jugada invalidada un futbolista de Danubio quiso hacer el gol igual, pero le pegó para afuera, con el arco libre. Esas cosas que te demuestran que al rival no le sale una.

Solo queda para destacar una de las últimas jugadas del partido. Maxi Montero (que se corrió todo y seguramente fue el mejor de la cancha), no quiso dormir la guinda y se mandó velozmente al ataque. Su compañero en esta cruzada era Galli. Hicieron una prolija pared al borde del área y cuando Maxi definía con toque sutil por arriba del arquero el línea le cobró offside. Era un golazo y la frutilla de la torta. Por suerte no fue necesario.

Llegó el pitazo final de Andrés Cunha y Rampla concretó su primera victoria del Campeonato Uruguayo 2017. Un triunfo importante para ganar en confianza y ver que metiendo y jugando como el otro día se pueden lograr importantes resultados. Ojalá en Colonia se pueda ratificar este buen momento. Arriba Rampla!

Comentario: Marcelo Baruffaldi (@crearoreventar)
Volvió y le remarcó a un futbolista rival su extraño cráneo: Emilio Fernández (@DurosConceptos)
Dedicado a los pormenores de la actualidad bohemia: Adrián Barreto (@adribarreto90)

Aquí los goles:

lunes, 20 de febrero de 2017

Batallando hasta el final

Iban 48 minutos del segundo tiempo. El juez Pablo Giménez había dado 5 de adición. La parcialidad masticaba la bronca de la derrota casi inminente en un partido que Rampla no merecía perder, ante un rival que con muy poquito se estaba llevando un gran premio.

Hacía varios minutos que los nuestros habían inclinado la cancha hacia el arco rival, ese que detrás ve como se construye un nuevo shopping. Varios de los obreros se habían quedado sentados, mirando el partido, “de garrón”.

La realidad es que más allá del empuje y de poblar con nuestros jugadores el campo contrario, el gol salvador no se veía venir. Cristian Olivera y el juvenil Damián Cabrera habían provocado alguna falta cercana al área como para intentar algo de pelota quieta, pero no mucho más.

De todos modos, había una intención clara de intentar avanzar por las bandas, de ensanchar la cancha (que debe ser de las más grandes del medio) y aprovechar con centros la estatura de nuestros delanteros: Alex Silva y Juan Manuel Gómez.

Y así fue que Gabriel De León, incansable, fue a luchar una guinda que estaba perdida. Se la quitó a su rival, y sin dudar mandó un centro venenoso al área. Allí apareció Juan Manuel Gomez, que llegó desde el fútbol del interior, donde hace un par de años fuera bota de oro (nadie hizo más goles que él esa temporada en el fútbol de OFI). Y “Manolo”, como lo llaman, ganó por arriba y con un notable cabezazo puso la pelota contra el palo.

El gol se gritó con furia y desahogo, pero todavía quedaba un minuto para intentar el milagro. Lástima que De León, completamente exhausto como la mayoría de sus compañeros, no pudo repetir ese brillante centro del gol anterior y la guinda se fue para la zona de los obreros.

De todos modos, el ánimo de todos cambió totalmente. Rampla Juniors rescató un agónico empate que tiene una importancia doble, ya que además de sumar 1 unidad para los nuestros le privó de 2 puntos a nuestro oponente de turno, que todo indica será uno de los rivales directos en la lucha por la permanencia.

Arranque arrollador sin encontrar el gol

Fernando Araújo realizó 2 variantes respecto a la oncena titular que había iniciado el juego anterior ante Sud América: Adrián Leites ingresó por Jhony Galli y Mauricio Felipe por Camilo Cándido. La primera variante fue táctica, la segunda obligada debido a un quebranto de salud de Camilo.

La inclusión de Leites hizo que cambiara la figura táctica, parándose Rampla con un 4-2-3-1, la defensa de siempre con Odriozola detrás, Prieto y Rocha como volantes centrales, Santiago González por derecha, Leites por el medio y Felipe por la izquierda. Alex Silva quedó como referencia ofensiva.



(foto: AUF Oficial)

Al minuto de juego los picapiedras ya habían generado una chance clara de gol. Prieto tomó un rebote en las puertas del área, se abrió a la derecha y mandó un centro al segundo palo que Silva cabeceó cruzado, tratando de agarrar a contrapié al golero Castillo. El golpe de cabeza fue algo débil y esto le permitió al ex arquero de la selección uruguaya manotear la guinda y salvar su valla.

Y casi enseguida, al minuto 4, otra vez tuvimos la apertura. Leites metió un notable pase “pinchado” para González, que picó solito haciendo la diagonal desde la derecha hacia el medio. Santiago picó habilitado y le pegó de aire con pierna zurda, perdiéndose el balón milímetros por arriba del travesaño.

A partir de ese momento Juventud tomó el dominio del medio sector, le cerró los canales de pase a Leites y comenzó a inclinar el juego hacia la banda izquierda, donde el juvenil Delis Vargas desbordaba y complicaba a nuestra línea final, generando varios tiros de esquina. Viendo esto, Araújo mandó a Felipe a la banda derecha, ya que sabido es que Mauricio siente más la marca que Santiago González, quien se vino a la izquierda.

Con esa variante posicional parecía estar bastante controlado el juego del rival, que solo podía recurrir a remates de media y larga distancia. Hasta que a los 18´ encontraron la apertura. Macaluso le pegó para arriba, como despejando, y la guinda le quedó al colombiano Yordan Mosquera, a quien nadie siguió. Luego se le encimó Nicolás Rocha, pero un segundo antes el cafetero pudo meter el pase para Alles, que picando a espaldas de Soto llegó para definir con facilidad ante la salida de Odriozola.

Al fin llega el ansiado gol

De ahí en más Rampla es claro dominador de las acciones, aunque sin pisar el área con pretensiones. Contamos con alguna buena subida de De León por derecha, un cabezazo de Alex Silva en una pelota quieta que Castillo controló sin problemas, y varios remates de media distancia que no llevaron gran peligro.

De todos modos, aunque sin profundidad, la pelota era de los picapiedras, y es claro que teniendo el dominio del balón siempre se puede abrir una posibilidad para compartir. Así fue que llegó el empate a los 40 minutos, en una de las pocas subidas por el lateral de Maxi Montero (que claramente extrañó a su socio Cándido), tras un preciso pase de Leites.

Maxi amagó a tirar el centro con zurda, desairó a su marcador y lo mandó con derecha. Alex Silva no llegó, pero por atrás apareció Mauricio Felipe, quien remató pero su intento rebotó en Castillo. La guinda quedó suelta y Alex Silva “le rompió el arco” a los pedrenses. Violento disparo y desahogo personal y grupal: era el primer gol de Rampla en el 2017.

En la hora casi llega el segundo rojiverde. De León hizo una buena pared con Leites, que nuevamente dio muestras de su clase y visión de juego: retuvo el balón el tiempo justo para luego colocarle una habilitación perfecta a su compañero. De León llegó a definir un poco sin aire y su remate algo débil fue bien controlado por Castillo.

Un error y otra vez a remarla de atrás

La segunda parte la arrancó mejor el equipo local. Esta vez volcando el juego hacia la derecha, sector hacia donde se ubicó el ya mencionado Delis Vargas. Es una tendencia de la mayoría de equipos atacar por el sector que da a su parcialidad (salvo nosotros, que atacamos por donde se pueda). Fue bastante complicado para Montero contener los avances de los rivales, ya que la mayoría de las veces quedaba en inferioridad numérica. De todos modos, los ataques de Juventud se diluían en las cercanías de nuestra área.

Pero sobre el minuto 18´ los pedrenses se encontraron con “un regalito”. Remataron desde media distancia y la guinda rebotó en Matías Soto. El balón subió y no bajaba más. Soto perdió la posición con el colombiano Mosquera, y pese a tenerlo cubierto y de espaldas al arco, atinó como un acto reflejo a tomarle el brazo cuando el moreno se quiso escapar. El cafetero cayó como si hubiera recibido una puñalada y el juez Giménez (ubicado en inmejorable posición) sancionó correctamente el penal que Alles transformó en el 2-1.

A partir de ahí la pasamos mal, porque Juventud se agrandó y nos paseaba la pelota por toda la cancha. No podíamos recuperarla y por ende, ni siquiera intentar llegar a la igualdad. A los 25´ entró Juan Manuel Gomez por Leites, que sintió el desgaste y ya no gravitaba como al principio. El tema es que ahí el equipo perdió un conductor, lo cual Araújo rápidamente corrigió dando ingreso a Cristian Olivera por Mauricio Felipe a los 31 minutos.

Si bien a esa altura todavía nos costaba recuperar el balón, por lo menos cuando lo teníamos nosotros contábamos con más opciones para avanzar sobre el terreno de juego. Cabe destacar el incansable trabajo de Alex Silva, que bajó mil pelotas y siempre se mostraba como una opción para recibir y descargar con un compañero.

Lo de Juan Manuel Gomez también fue muy sacrificado, aunque claro, recién había ingresado. Manolo se perdió una chance a los 34´, cuando dentro del área recibió un milimétrico pase de Olivera. La quiso parar con la rodilla pero la guinda se le fue larga y terminó en las manos de Castillo.

Todos a la carga y llega el merecido premio

Cuando iban 36 minutos entró el juvenil Damián Cabrera por Santiago González y el cuerpo técnico de Rampla “quemó todas las naves”. Damián entró muy bien, vivaz y veloz, juntándose con Olivera y entre ambos desgastando a sus rivales y generando faltas.

Hicieron una linda jugada a los 42´, con pared y devolución de taco incluida, pero el tiro de Olivera con zurda desde la medialuna se fue desviado. Damián luego generó una falta de frente al arco aunque un poco lejos, y él mismo tuvo la personalidad de ejecutarla, aunque sin suerte, ya que la guinda pegó en la barrera.

La intención seguía siendo abrir la cancha, fundamentalmente por la derecha, donde Gabriel De León ya era casi un delantero más. Y así fue que llegó el 2-2 que describimos al comienzo de esta crónica.
Un empate también muy importante por el aspecto anímico. El equipo remontó el resultado dos veces, logró que se abriera el arco (una preocupación tras la gran cantidad de chances marradas en el partido anterior frente a la IASA) y seguramente podrá crecer en juego y en confianza ahora que Leites es titular y ni que hablar cuando Cándido esté a la orden.

Falta muchísimo y esta temporada es la más larga de todas, pero siempre que no se pueda ganar no hay que perder, más cuando se trate de rivales que se encuentran en similares posiciones de la tabla.
En la próxima fecha recibimos a Danubio en el Estadio Olímpico. Un rival siempre difícil pero en nuestra cancha, donde a ellos generalmente les ha costado sacar buenos resultados. Ojalá se pueda lograr esa primera victoria que dote de mayor confianza al equipo para crecer en el campeonato. ¡Arriba Rampla!

Comentario: Marcelo Baruffaldi (@crearoreventar)
Militancia contra el nuevo sistema de entradas: Emilio Fernández (@DurosConceptos)
¿Volverá algún día?: Adrián Barreto (@adribarreto90)

Los goles de Juventud 2 - Rampla Juniors 2

miércoles, 8 de febrero de 2017

¡Treinta años no es nada!

Treinta años tiene quien escribe esta crónica; algo así como 240 meses, 7200 días, 172800 horas, todas sin ver un triunfo del Bravo Rampla ante Defensor por Campeonato Uruguayo. Perdido en el recuerdo queda aquella victoria de 2008 por la liguilla Pre Libertadores que nos tuviera arañando la Copa Sudamericana.
Foto: Prensa AUF

Cualquier victoria del elenco violeta sobre el Picapiedra en los últimos treinta años puede haber sido fundamentado en la superioridad institucional que los primeros tienen. Y estaría bien. Pero justamente el fútbol tiene eso, empareja todo, el más débil le puede ganar al más fuerte. Nos ha pasado en este último tiempo en reiteradas oportunidades con los grandes, y vaya que hay distancia institucional entre ellos y nosotros. El tema es que con Defensor no se puede, no hay caso, nos ganan siempre. Nos gana jugando mejor, peor, con once, con diez, por goleada, en la hora, etcétera. A esa larga lista el pasado domingo se le agregó “con viento en contra”.

Atrás quedaba el periplo que cada hincha debió realizar para acceder al partido. Algunos rojiverdes nos hicieron llegar su queja; tuvieron que recorrer 9 (nueve) locales de cobranza para hacerse de su entrada. Otros vieron como en la lista de locales habilitados para comprar entradas para Rampla no había ninguno en la Villa del Cerro; el más cercano a nuestro Estadio Olímpico queda a 4 kilómetros.

El domingo estaba amenazante, los fuertes vientos parecían incontrolables y sin lugar a dudas iban a ser protagonistas del encuentro. La realidad es que lo fueron. Fernando Araújo mandó a la cancha a los siguientes once: Rodrigo Odriozola; Gabriel de León, Emiliano García, Matías Soto, Maximiliano Montero; Nicolás Prieto, Nicolás Rocha, Jhonny Galli, Camilo Cándido; Santiago González y Alex Silva. El equipo alternaba entre una línea de 4 en el fondo y tres zagueros pasando a de León a la línea de volantes como extremo derecho.

El primer tiempo estuvo marcado por el viento a favor para los violetas. Ellos parecieron haberlo usado mejor, y lo aprovecharon para generar peligro hasta desde un saque de arco. En los primeros minutos Rampla no encontraba la forma de salir del fondo, ya que en los saques de arco o balones muy elevados desde el fondo la pelota se frenaba por el viento y caía en la medialuna del área rojiverde.
Fue mucha la cantidad de tiros de esquina con que contaron los locales en la primera mitad; la mayoría de ellos sin mayor peligro para nuestro arco. De todas formas el Picapiedra se las arreglaba para controlar los embates del violeta. 
Foto: Prensa AUF

Rampla, ante la imposibilidad de avanzar en largo, se remitía a presionar la salida del local y robar alguna pelota en tres cuartos de cancha. Ésto tuvo lugar principalmente por parte de nuestra línea media y sobre todo por el sector de Cándido pero sin éxito a la hora de la definición en el área rival. Una de las más claras, sin embargo, llegó luego de una pelota larga que saltó a disputar Alex Silva, el rebote le quedó a Galli que rápidamente habilitó a Cándido que enganchó al medio y remató de derecha siendo su tiro restado al córner por el guardameta local.

Del otro lado, las más claras venían desde los piés de Maximiliano Gómez. Cuando corría la mitad de la primera parte el ariete local se las arregló para recibir un outball en el área chica y poner de cara al gol a Gonzalo Bueno quien fue bien atorado por Odriozola. Además, era el corpulento número nueve quién más buscaba desde fuera del área -aprovechando el viento a favor- con peligro pero sin mayor puntería.

Sobre el final de la primera mitad llegó la mejor jugada colectiva de Rampla y casi seguramente del encuentro. Prieto -de correcta labor- robó un balón y lo jugó de taco en mitad de cancha, se la cedió a Cándido quién armó una jugada por banda izquierda con Montero y González y así pusieron de cara al arco a Silva quien remató al segundo palo y Reyes mandó al córner. De esta forma se cerraba el primer tiempo de la mejor manera, con la esperanza en que el viento a favor de la segunda mitad jugara su papel. 
Foto: D. Borrelli (El País)

El complemento comenzó no sin antes dar lugar a conversaciones entre allegados locales, veedores y árbitros buscando la suspensión del partido. Es verdad, se habían roto árboles, caído focos y peligraban los carteles en las tribunas, el clima no estaba acorde para jugar al fútbol. Lo que también es cierto es que de cara al segundo tiempo el local tendría el viento en contra y no se observó este nivel de preocupación cuando fue Rampla quien tuvo que luchar contra el dios Eolo. Por suerte primó el sentido común y se siguió jugando, de haber suspendido el match debió haber sido antes que el mismo se comience a disputar.

Los segundos 45 minutos encontraron a Rampla buscando, con algún tiro desde afuera de Santiago González y sobre los 4 minutos un centro del propio de León que casi se le mete a Reyes luego de una buena combinación por derecha.
Pese a la adversidad climática los locales eran más inteligentes que los nuestros, salían bien del fondo y por bajo. Esto les permitía generar más ataques que los de los rojiverdes en el primera mitad bajo las mismas adversidades climáticas.

Rampla buscó generar un poco más dándole entrada a Olivera por Galli a los 20’ de la segunda parte, el pelilargo se paró como clásico enganche y Araújo mando a de León más arriba quedando definitivamente con línea de tres en el fondo. Era un cambio ofensivo, buscando mejor distribución y traslado sobre todo como consecuencia de las pelotas que lográbamos robar en mitad de cancha.

Sobre los 32’ del complemento Araújo le dio ingreso a Rigoleto por Silva, quien salió extenuado producto de batallar durante todo el encuentro con la defensa local.

Rampla seguía sin conseguir sacar ventaja del viento a favor, avanzando con pelotazos y no probando tanto desde fuera del área. Por su parte los locales controlaban mejor el balón y se las arreglaban para generar peligro. Fue así que cuando faltaban 7 minutos para terminar, en una jugada derecha Zunino -el mejor de ellos- armó una tremenda jugada sacándose a dos rojiverdes de encima, metió un centro a tres dedos que no llegó a cerrar de León y que Súarez cambió por gol con violento remate.

El partido estaba para que el que hacía el primer tanto, lo hizo el local y así fue. Igual hubo tiempo para que Matías baje una pelotacon el pecho en el área y meta una volea que bien pudo haber sido el empate. El útil se fue por arriba del travesaño y ahí las chances del empate.

Antes del final del encuentro entró Juan Manuel Gómez, quien no tuvo mucha oportunidad de intervenir. Rampla vio como el tiempo se iba no sin seguir intentando, batallando y dejando todo en cada pelota. El árbitro, de correcta labor, pitó el final y nos encontró a los hinchas rojiverdes que fuimos al Franzini igual que cada vez en los últimos 30 años; masticando la bronca de ver como los violetas siempre se las ingenian para ganarnos cualesquiera sean las circunstancias.

Pese a que suene a un lugar común, esto es largo, Rampla demostró estar a nivel aunque será muy duro. Será tiempo de corregir los errores y apuntar a cosechar 3 puntos frente a la IASA de local. Si queremos conservar la categoría debemos apuntar a los duelos ante los rivales directos y más aún cuando es en condición de local.

¡Fuerza Rampla, a seguir metiendo!

Aquí el resumen del encuentro:

Crónica: Emilio Fernández (@DurosConceptos)
Fiestas infantiles y eventos en general: Marcelo Baruffaldi (@crearoreventar)
Bohemia (no precisamente Rapsodia): Adrián Barreto (@adribarreto90)