lunes, 15 de junio de 2015

Sigue la recolección de firmas

Mientras el silencio desde la Comisión Directiva es absoluto respecto a la posibilidad de convocar a una asamblea de socios y ya se hace evidente la intención de la actual conducción de continuar al frente de la institución, se siguen recolectando firmas de socios para solicitar a las autoridades del club la convocatoria a dicha asamblea, de acuerdo a lo que marca el estatuto de Rampla Juniors.

En este momento son casi 100 las firmas recolectadas y la cifra necesaria está cada vez más cerca, de acuerdo al porcentaje del padrón social que se requiere. Por tal motivo, se exhorta a los socios a dejar su firma en Grecia 3438 o en el bar ubicado en la esquina de Grecia e Inglaterra. No alcanza con indignarse en internet, hay que tomar cartas en el asunto, y apoyar esta iniciativa es fundamentar para comenzar a cambiar la triste realidad que hoy vive nuestro club.

A continuación, compartimos el mensaje enviado por Leonardo Fraga, uno de los impulsores de esta recolección de firmas, quien aclara algunos aspectos relacionados a la convocatoria.

"La convocatoria a una Asamblea Extraordinaria requiere que la convoque la Comisión Directiva por sí, o a pedido del 20 % de socios habilitados. Como la Directiva muy probablemente no la convoque, de hecho, no las ha convocado a las que la obliga el Estatuto del club (Art 10, que dice que debe convocar una asamblea ordinaria todas las segundas quincenas de Enero, para someter a consideración la gestión del año anterior), violando sistemáticamente las disposiciones de los Estatutos (ésta es de las menores violaciones que se han cometido en por lo menos los últimos 10 años); - es por ello – que se lanzó la idea de la juntar las firmas.

Una vez obtenidas y recogidas las firmas, se ponen a disposición de la Comisión Directiva, y ésta tiene la obligatoriedad de convocar la misma en un plazo perentorio de 15 días como máximo.
Además la Comisión Directiva está obligada a anunciar la fecha y realización de la Asamblea no sólo desde la Sede Social (hoy no existe como lugar de encuentro social pues la han destrozado e inhabilitada para tal función), sino en al menos dos Diarios de gran circulación nacional, por lo menos cinco días como máximo y tres como mínimo. (Otra de las obligaciones que tampoco se cumplen).

En la propia Asamblea, la que como mínimo deberá contar con el 25 % de los socios habilitados (por lo que se hace imperioso también concurrir a la misma), y perfectamente en la misma Asamblea se puede (logrando los mínimos necesarios) pedir la renuncia, el cese, o la censura de la Comisión Directiva, así como cualquier otro aspecto que se entienda oportuno.

Es por ello que no logro entender lo de “resolutivo” o “informativo”, pero no obstante, si así se quiere, se puede acompañar el pedido de Asamblea con el término “resolutivo”, en lo personal no veo la relevancia, pero tampoco me parece que esté de más.

Mi objetivo era darle todas las garantías del derecho a que la Comisión Directiva informara de la situación del club, creo que están en su derecho y luego del informe proceder en consecuencia, no estoy con el carácter informativo “avalando” la gestión, al contrario, yo en lo personal tengo claro que debiera irse toda la Directiva y todos los cargos que este “grupo” tiene en la AUF, y aspiro (Sé que puedo pecar de ingenuo) que sean ellos los que renuncien por voluntad propia, incluso los que están prendidos en cargos rentados y no rentados en la AUF, SI, RENTADOS, a no hacernos los distraídos.

Yo creo que la institución debiera en una Asamblea nombrar una Comisión Directiva PROVISORIA, para que en un plazo de 30 días, convoque a elecciones, para que ofrezca el tiempo de que se puedan armar listas o una lista, y mediante el acto eleccionario se decida sobre las nuevas autoridades del club.

Esta Comisión Directiva PROVISORIA, debe el mismo día de su asunción delegar en personas con la formación correspondiente, la REALIZACIÓN DE UNA AUDITORIA, de forma que no dependa de la Directiva entrante a posteriori de las elecciones.
Esta auditoría debiera por lo menos ceñirse a las dos o tres últimas gestiones de Directivas, y no sólo referirse a aspectos económicos, financieros, sino también a hechos administrativos, estatutarios, sociales, etc.

El momento es muy delicado y ojo con que no nos equivoquemos nuevamente. No sea cosa, que aparezca una “nueva directiva”, y que sólo sea un maquillaje.
Ojo…. Porque capaz que la empresa dueña del fútbol uruguayo, a través de algún integrante del Ejecutivo (uno de los cinco siervos que colocó al desplazar al anterior Comité Ejecutivo), y bajo la máscara de algún empleado de la empresa, nuevamente nos impongan una Comisión Directiva al servicio del poder y de los intereses individuales de sus integrantes. Ojo.

Ojo que es la misma empresa que nos llenó de deudas en el pasado con la complicidad interna y sin evidencia de un ingreso similar de capitales, la misma que dispone jugadores para nuestros rivales y nos entrega la resaca a nosotros, la misma que en forma sospechosa “salva del descenso” a sus clubes más “leales” y a nosotros nos bombea…. La misma que en un clásico matutino en el propio Estadio Olímpico, “libero la zona de vestuarios” para que unos patovicas agredieran a nuestros plantel.
Me parece que los que ayer eran aliados… ahora le están soltando la mano… para ellos poder seguir flotando en la AUF.

Gracias por la publicación.
Atte.
Leonardo Fraga"

martes, 9 de junio de 2015

Cambiemos todo

Rampla le ganó por penales, agónicamente a Villa Teresa, y logró su merecido y esperado ascenso a Primera División hace casi un año. Aquellos eran tiempos de alegría, de esperanza. Incluso mucha gente que hacía bastante tiempo no iba a la cancha se hizo presente para alentar al equipo en esa final. Copamos el Parque Viera y volvimos al lugar que nunca debimos abandonar. Hoy de aquella felicidad no queda nada. Y es más, estamos peor que antes de ascender, tras una temporada funesta en todo sentido, dentro y fuera de la cancha.

En el plano deportivo, para Rampla seguramente fue el peor Campeonato Uruguayo de la historia. Terminó último, perdió los dos clásicos y se fue al descenso. ¿Podría ser peor? No. Indudablemente. Habría que ver si los memoriosos recuerdan algún antecedente de este tipo, porque en 1999 terminamos últimos pero ganando el clásico y en 2012 descendimos más que nada por la pésima temporada realizada el año anterior con Jorge Giordano. Las razones de este fracaso deportivo las hemos analizado en crónicas anteriores.

Y fuera de la cancha también fue un año funesto. El escandaloso incidente contra Danubio hizo que los hinchas de Rampla fuéramos privados de nuestro derecho a ir a ver a nuestro equipo. Por primera vez en la historia recibimos una sanción que nos obligó a jugar a puertas cerradas, y que pudo ser peor de no ser por el hincha que se hizo responsable de la pedrada al juez y asumió todas las consecuencias de algo que, evidentemente, fue responsabilidad de varias personas.

Hoy tenemos una parcialidad más dividida que antes, donde parece que hubiera una competencia entre quién es más o menos hincha. Nosotros pensamos que no hay diferentes categorías de hincha de Rampla. Cada cual lo vive a su manera. Algunos vamos siempre a la cancha, otros no pueden o no quieren pero igual lo siguen desde otro lugar. Nadie tiene derecho a decirle a otra persona “vos sos menos hincha” o “vos no sos hincha”. Convengamos que ser hincha de Rampla en este momento no es justamente una “moda”, así que agradezcamos que aún haya gente que se reconozca como tal. Podremos estar en desacuerdo en el accionar de cada uno, pero hinchas de Rampla somos todos.

Y para completar el oscuro panorama, se habla de una deuda de alrededor de U$S 200.000 para que Rampla pueda iniciar el torneo de la Segunda División. Y pensar que la última vez que hubo elecciones nuestro presidente dijo que si no ganaba su lista los “inversores” argentinos se iban. Al final ganó, los inversores se fueron y Rampla quedó endeudado y en la B. Hoy en día, parte del dinero que debe pagar nuestro club es por un juicio perdido con Leonardo “Búfalo” Medina, futbolista contratado cuando todavía estaban los “inversores” (inversores entre comillas, porque terminaron todos investigados por lavado de dinero).

El tema es que para obtener resultados diferentes hay que hacer las cosas de forma diferente. Está claro que así no podemos seguir, hay que cambiar todo. Y no como el slogan político, cambiar todo de verdad. Porque si no cambiamos, vamos a seguir padeciendo las mismas consecuencias.

Hace tiempo que desde varios sectores se habla de que hay que unir a la parcialidad. De que tenemos que estar todos juntos para salir adelante. El tema es que queda muy lindo dicho de la boca para afuera, pero ¿realmente se está haciendo algo para lograr una unión entre los ramplenses?

Hay mucha gente dispuesta a trabajar por Rampla, lo sabemos, pero que no lo van a hacer con esta conducción. ¿Por qué? Es simple, porque no comparten la forma en que se han regido los destinos del club y porque nadie quiere formar parte de un “proyecto” que ha fracasado rotundamente. Entonces, ¿por qué no dar un paso al costado y darle una oportunidad a gente nueva? Seguramente varios de la directiva actual trabajen y mucho por el club, y deberían seguir vinculados, pero lo cierto es que si lo que se quiere es el bien de Rampla, el liderazgo debe cambiar, y a partir de ahí debe empezar a cambiar todo.

Cambiar la parte deportiva, dejar de traer jugadores viendo videos de YouTube, o futbolistas que nos colocan empresarios que no tienen a donde llevar a sus representados. ELEGIR A LOS JUGADORES DE RAMPLA. Seleccionarlos con los estándares que sabemos debe tener quien defienda nuestros colores: humildad, entrega, compañerismo, solidaridad. Y no es un tema de dinero, es un tema de predisposición. En otras épocas, por ejemplo, los dirigentes de Rampla iban al interior a buscar futbolistas que venían por dos pesos y dejaban la vida, porque tenían "hambre de gloria". Los directivos iban a buscar a los jugadores, no esperaban a que se los trajeran.

Cambiar la parte deportiva también implica darle oportunidades a los valores del club, que son los que sienten la camiseta, en vez de traer futbolistas que vienen por 6 meses a mostrarse para que les salga un pase. Darle oportunidades a los del club pero no “quemarlos”, sino incluirlos en un grupo que los cobije y les brinde el respaldo necesario para que puedan explotar sus condiciones.

Cambiar la parte institucional, donde estamos completamente atrasados. ¿Cómo puede ser que las mujeres socias no tengan derecho al voto? ESTAMOS EN EL SIGLO XXI, es una vergüenza. Otro ejemplo de lo arcaicos que somos: no tenemos un sistema de pago de cuota social a través de redes de cobranza o tarjeta de débito/crédito, con la cantidad de hinchas que tenemos desperdigados a lo largo y ancho del país y del mundo que estarían dispuestos a pagar una cuota pero no pueden ser socios porque eso implica ir a la cancha a ver si el cobrador está en la puerta.

Cambiar la parte social, donde tenemos una piscina hace mil años a medio hacer y una sede social que dicen que se cae a pedazos. Los vecinos presentaron un proyecto de obras al presupuesto participativo de la Intendencia, la gente del barrio lo votó y listo. Salió. Lo tienen. ¿Si ellos pueden por qué nosotros no? Es un tema de ideas, de darse maña, no es un tema de dinero.

Todo hay que cambiar en Rampla. Todo. En este momento se está convocando a la masa social a firmar la solicitud de una asamblea extraordinaria, “para su posterior presentación a la Comisión Directiva del club de acuerdo a los estatutos vigentes de la institución”. La convocatoria agrega que “el llamado se realiza con espíritu de reconstrucción y alcance de soluciones para el momento tan delicado por el que atraviesa nuestra querida institución y para entender la situación actual y futura del club”. Los socios que deseen firmarla deben pasar por Grecia 3438. Esto es básico: conocer la realidad actual del club es fundamental para proyectar el futuro.

El Campeonato Uruguayo 2014-2015 ya es parte del pasado. Del último partido ante Defensor poco se puede decir. Se disputó a ritmo de práctica. Solo sirvió para ver un ratito a Matías Rigoletto y Camilo Cándido, dos valores del club que supuestamente estaban siendo observados por enviados del Inter de Porto Alegre, club que estaría interesarlo en llevarlos a probar en su reserva.

Los pibes no defraudaron. Rigoletto si bien cayó varias veces en off-side, se lució con un tremendo remate de media distancia que se estrelló en el ángulo. Cándido se mostró movedizo, ágil y metiendo muy buenos pases en profundidad. Ellos fueron lo único destacable de este último partido de Rampla. Llama la atención que no se les haya dado una oportunidad antes.

Ahora empieza otro partido. Seguramente el más importante de la historia de nuestro club. Y solo vamos a sacarlo adelante si nos involucramos, si nos unimos y si cambiamos. Porque ha quedado más que claro que Rampla así no puede seguir.