domingo, 27 de abril de 2014

Perdimos más que un partido

Es muy difícil escribir una crónica meramente deportiva en este momento, donde la noticia ya no es que Rampla otra vez volvió a perder, sino que Héctor Codevila, una persona muy querida por nuestra parcialidad, ha dejado de ser el entrenador de nuestro equipo. Es un momento muy triste para todos, estemos o no de acuerdo con la decisión tomada por la Comisión Directiva.

Lamentablemente, en el fútbol los resultados mandan y los de Rampla en este 2014 han sido muy malos, en esto estamos todos de acuerdo. Si en vez de Codevila, hubiera sido otro DT el que estaba a cargo del plantel, seguramente la opinión mayoritaria sería que no siguiera, tras 5 derrotas en los últimos 6 partidos y 7 puntos obtenidos sobre 24 disputados.

Pero más allá de los resultados, dio la impresión que este año el cuerpo técnico nunca encontró el equipo ni el sistema táctico, y el rendimiento de Rampla fue en declive, tocando fondo en la derrota 0-2 ante Boston River.


Seguramente hay un montón de factores deportivos ajenos al Cuerpo Técnico (lesiones, suspensiones, etc.) pero esos imponderables son propios de este deporte y todos los equipos están expuestos a ellos. También hay causas extra-deportivas, como los problemas económicos que afectaron el trabajo y que Codevila, muy respetuosamente, prefirió no detallar en su carta abierta a la parcialidad.

Sabemos que fue una decisión muy discutida en el seno de la Comisión Directiva y solo el tiempo dirá si fue acertada o no, pero que hoy Codevila no sea más el DT de Rampla más que culpa de los dirigentes, es culpa de los malos resultados y del bajo rendimiento que tuvo el equipo. Y de eso, el cuerpo técnico también es responsable.

En definitiva, lo que todos queremos es que Rampla vuelva a Primera División. Ojalá esto sea para bien y si el picapiedra asciende, sea con el DT que sea, seguirán siendo grandes responsables de ese éxito Héctor Codevila, Fernando Barboza y el Prof. Modesto Turrén. Es el sentir de toda la parcialidad que algún día podamos volver a contar con ellos.

Del partido con Boston River no hay mucho para decir. Codevila presentó un equipo totalmente diferente al partido anterior, pero con algunos futbolistas que habían tenido pocos minutos en el campeonato y se notaron faltos de rodaje. Quizás por eso, más que un partido donde nos estamos jugando la punta del campeonato, parecía un partido de pretemporada.


Long estuvo en el arco; Fabián Vargas, Alejandro Rodríguez, Pablo Pereira y Emanuel Cuello en defensa; Diego Galo, Bruno Barreto, Jorge Anchén y Nicolás Núñez en el medio; Luis Martínez y Enzo Ventoso en ataque.
Mientras tanto en la tribuna estaban Richard Núñez, Sebastián Cessio, Gonzalo Vargas, Paul Dzeruvs y Salvador Sassón, todos titulares en aquel primer partido ante Central.



El primer tiempo fue parejo y malo. Boston River tuvo una clara, cuando un delantero se llevó la pelota con la “plancha” ante una dubitativa reacción de nuestra zaga y quedó mano a mano con Long.
Adelantó mucho la pelota y cayó tras chocar con Bernardo. Los jugadores visitantes y el puñado de parciales que los acompañaron pidieron penal.


Lo que generaban los picapiedras en ofensiva era prácticamente nulo, y no pudieron aprovechar los pifies de la defensa rival, que demostraba muchas flaquezas cuando la pelota caía en su área. La única buena combinación ofensiva de Rampla fue a los 31’, pase de Anchén, habilitación de cabeza de Martínez y estirada de Ventoso, que fue trabado justo cuando quedaba frente al arquero.

Después vinieron los dos goles de Boston River y el desmoronamiento anímico y futbolístico de Rampla. El primero fue a los 37’, en una pelota que nunca terminamos de sacar de nuestra área chica y se metió en el arco luego de un rebote.


Y a los 41’ nos meten otro gol tras un rebote, esta vez luego de un tiro libre que pegó en la barrera. Algunos dirán que es mala suerte, pero lo cierto es que sea por distracciones o por lenta reacción de nuestra defensa, nos han hecho muchos goles en situaciones similares. Tampoco ayuda el hecho de que el mediocampo defienda tan cerca de nuestro arco, otra falencia que hemos remarcado en este espacio.

Pudimos descontar con un anticipo de Barreto tras una pelota quieta bien servida por Núñez, pero la guinda se fue por arriba del palo cuando el arquero quedaba a mitad de camino.



Ya en el entretiempo todos en la tribuna sentíamos que Rampla no tenia con qué dar vuelta el resultado. Lamentable pero cierto. Codevila intentó mover el banco, puso a Gularte por Anchén, a Carballo por Galo y a Rigoletto por Núñez, pero nada cambió.

Tuvimos apenas un cabezazo de Gularte que se perdió afuera a los 15’, un intento del ex Tacuarembó de bajar una pelota y quedar de cara al arco pero siendo trabado por el arquero y cometiendo falta sobre los 36’, propiciando que el guardameta se quedara a vivir tirado en el piso para hacer tiempo.


Luego hubo un gol de cabeza de Gularte anulado por posición adelantada y nada más. Llegó el final del partido y otra vez nos alejamos de los puestos de ascenso directo.

El campeonato ya parece una utopía (¿Alguien nos hace el favor de parar a Tacuarembó?) y ahora nos queda luchar por el segundo lugar. Para eso es vital ganarle a Huracán la fecha que viene. Eso nos permitiría quedar segundos y depender de nosotros mismos en las últimas 4 fechas. Esperemos que el nuevo cuerpo técnico que asuma comience con buen pie. Pase lo que pase, arriba Rampla! Siempre adelante!

Comentario: Mr.Baru (@crearoreventar)
Fotos: Adrián Barreto (@adribarreto90)
Recursos Humanos e Incorporaciones: Emilio Fernández (@durosconceptos)

Carta de Codevila

En la pasada jornada se confirmó que Héctor Codevila dejó de ser el técnico de Rampla Juniors.
Recibimos una carta de nuestro director técnico, dirigida a todos los Ramplenses y la compartimos con todos ellos.

Desde aquí, más allá de las circunstancias, expresamos nuestro agradecimiento a un gran profesional, gran Ramplense y mejor persona, haciendo también extensivo el saludo para su cuerpo técnico.

¡Salú Heti, hasta la vuelta!




A continuación la carta:

"Querida familia Ramplense:

Mi nombre es Héctor Codevila, quiero trasmitir mi sentir mediante estas líneas y mi actual estado de ánimo. Soy consciente de que estábamos atravesando una crisis deportiva, por distintos motivos, que no expreso simplemente para que no parezcan excusas. Pero lo que quiero que sepan es que nunca renuncie al trabajo, al sacrificio, al dejar todo para salir adelante. Confiando plenamente en lo que hago, en lo que decido, estaba convencido de que iba a salir adelante. Siento con profundo dolor haber sido despojado de volver a alcanzar este sueño de colocar a nuestro querido Rampla nuevamente en primera división. Recién para esta final hubiera podido contar con toda "MI BANDA", sin lesionados ni expulsados. Banda que merece el apoyo masivo e incondicional de los verdaderos hinchas del club, ya que desde el inicio hemos sorteado juntos un montón de obstáculos y dificultades para permanecer con chance cierta de lograr el objetivo a solo 5 fechas del final.
Si en algo fallé pido perdón; quiero que sepan que estoy sufriendo mucho pero a la vez muy convencido que le deseo a mi sucesor que logre hacer realidad mí sueño, el de los muchachos (mi banda) y el de todos los VERDADEROS hinchas de Rampla. Hasta siempre hermanos Ramplenses.

Heti Codevila."

martes, 22 de abril de 2014

Volvemos a reiterar: ¡Arriba Rampla carajo!

Por Mauricio García – Cronista invitado

Por cuarta vez en lo que va del año, habiéndose disputado siete partidos, el bravo Rampla fue derrotado. Esta vez fue Cerrito, penúltimo en la tabla, quien venció a los rojiverdes por 2 a 1. Después de varias fechas, finalmente la punta le fue arrebatada al conjunto picapiedra, que ahora comparten Tacuarembó y Huracán, ambos con 35 unidades. Aunque la diferencia es solo de un punto y hay un largo camino todavía por recorrer, esta fecha cerrará con Rampla despojado de los puestos de ascenso directo.

La formación que salió a la cancha presentó un solo cambio respecto a la que había vencido a Villa Teresa en el Parque Roberto: Barboza fue el lateral derecho en reemplazo del “Coto” Vargas, suspendido por 5ta amarilla. De esta manera, los once iniciales fueron Bernardo Long; Diego Barboza, Alejandro Rodríguez, Gastón de los Santos, Salvador Sassón; Jorge Anchén, Sebastián Cessio, Bruno Barreto, Nicolás Núñez; Richard Núñez y Sebastián Gularte.

Escasos segundos pasaban desde el comienzo del partido cuando un pelotazo de Niki se convierte en un mano a mano entre Gularte y el guardameta rival, en una severa distracción del fondo visitante. El delantero se lleva el balón con la rodilla, facilitando la intervención del uno de Cerrito. Se había empezado con una inmejorable chance para anotar, lo que podía entusiasmar a los locales, pero el partido se emparejó rápidamente.

Tanto así que a los 14 minutos, la visita abrió el marcador: Tiro libre hacia el área grande, cabezazo que rebota en la marea de jugadores, quedando muerta para que el defensa Alejandro Prieto fusile a Long, con la pelota pegando en el travesaño y bajando furibunda al fondo de la red. 0-1 y a buscar la remontada.

Dos minutos después, luego de un córner a favor de Rampla tras remate de Richard, salió una contra que, si no fuera por Long (a juicio de quien escribe, el mejor arquero de la divisional) el segundo salía casi sin cocción: el golero, achicando a quien trepaba por su zona izquierda, tapó el remate con la mano que tenía apoyada en el suelo.

Posteriormente (al minuto) se dio la única polémica del primer tiempo: una aparente mano de un rival fue protestada por toda la parcialidad picapiedra. Su brazo estaba despegado del cuerpo aunque previamente intentó despejar, por lo que no sabríamos definir si el árbitro hizo bien o no en dejar seguir el juego.

A partir de ese momento, el bravo Rampla se volcó a buscar el empate, con más ímpetu que fútbol, aunque vale destacar las labores de Richard, Barreto, y sobre todo de Niki Núñez, quien fue lo más cercano a un conductor que tuvo el equipo, ya que Richard no tuvo una gran tarde.

Ahora viene esa parte que duele, pero que ya no es extraña para los rojiverdes: la daga en el mejor momento. La pelota le queda a Luis Oyarbide, quien corre por la zona izquierda de nuestra zaga y logra, ante la salida de Long, puntearla para que cruce lentamente la línea de cal del arco que da al varadero. 0-2 en 40 minutos del primer tiempo, con todo lo que eso significa.

Pero se hizo presente la ley del talión, y Rampla pudo irse al vestuario con un tanto a favor. Tras cobrar una falta a favor del picapiedra (dudosa por cierto), Richard Núñez lanzó uno de esos centros cruzados, con efecto, que parece que alguien va a empujar a la red o que los defensas, por miedo al error, no se animan a tocar. La pelota pasó por el área, y sin ser desviada picó y se metió contra el segundo palo. 1-2, final del primer tiempo y la ilusión de darlo vuelta intacta.

Para el complemento el equipo salió sin cambios, al igual que el rival, que se cansó de hacer tiempo durante toda la segunda mitad, amparados por el accionar del árbitro, Jonathan Fuentes, que hizo enfurecer a los parciales locales. Lo mismo para Marcelo Guerrero, hombre de dilatada trayectoria que no tenía necesidad de hacerse odiar de tal manera, haciendo tiempo como si fuera un jugador con tres partidos en primera.

Niki demostraba que quería ser quien llevara los hilos futbolísticos, aunque costaba mucho encontrar cohesión de equipo. Codevila metió los tres cambios entre los 14 y 21 minutos: Luis Martínez por Anchén, Diego Galo por Cessio y Rigoletto por Richard.

Desde ahí, todo fue empuje. Poca claridad, poca compañía para Niki (exceptuando a Sassón, que tuvo buenas trepadas por izquierda), poco fútbol y poca liga, ya que todos los rebotes le quedaban al rival para que despejara. Un cabezazo llovido de Rigoletto a los 24’ y una pelota muerta que Gularte remata y se va alta tras rebotar en un defensa a los 39’ fue lo más claro del rojiverde en el segundo tiempo.

En otro orden, y utilizando palabras del anunciador del Estadio Olímpico, “volvemos a reiterar” que la manera en que Cerrito hizo tiempo, sobre todo Guerrero y el arquero Pablo Tourn, rozó la violación a los Derechos Humanos. Ninguno de los dos fue amonestado (la permisividad del árbitro también fue escandalosa), aunque las demoras que ambos provocaron en el juego fueron merecedoras de, por lo menos, esa amonestación a los 40’ del segundo tiempo con la que los árbitros quedan satisfechos al registrarla en el informe del partido.

Para redondear una tarde magra, a los 41 ve la roja directa Salvador Sassón por una infracción que desde donde estábamos no pareció para tanto. Rampla terminó el partido con 10 hombres y Cerrito, que hizo tiempo a la par del titán Chronos, pudo finalizar el cotejo con sus 11 jugadores en cancha. El sábado de mañana nos visita Boston River, y más que nunca hay que hacer valer la localía, esperando que los nuevos punteros dejen unidades para volver a la cima y así recuperar lo que es nuestro.


Además de finalizar agradeciendo la oportunidad a los compañeros de “el bravo Rampla”, quiero hacer mención a los hechos que “volvieron a reiterarse” en el Olímpico: no somos quien para pedirle a este plantel, que recién en esta fecha pierde la punta, que “ponga huevos” o decirle que “son unos muertos”, “que sientan la camiseta o sino no se la pongan”, y otras frases más que se escucharon en el entretiempo y en el final del partido. La hinchada y jugadores tenemos que estar unidos siempre, en el triunfo y la adversidad, y actitudes exitistas como las de varios parciales hoy solo nos alejan del objetivo que es volver a primera, todos juntos y de la mano. ¿De verdad tenemos que “volver a reiterar” que la violencia no lleva a nada, que nos aleja del objetivo supremo? A Rampla hay que alentarlo. Quien opine lo contrario, por favor, háganos el bien de no ir a la cancha, ni que hablar de colgarse de los logros que, confiamos, este plantel conseguirá. ¡Arriba Rampla carajo!

viernes, 18 de abril de 2014

Ahora no caigo


Cuando la punta del campeonato más estaba en jaque, Rampla Juniors se puso bravo y logró un vital triunfo 1-0 sobre Villa Teresa que le permite asegurar la primera posición de la tabla, independientemente de lo que pase en los otros partidos de la fecha. Muchos esperaron que nos cayéramos y cuando lo hicimos, no lo supieron aprovechar. Ahora no les dimos el gusto y nos levantamos a tiempo. La punta sigue siendo solo nuestra.

Cortar la mala racha era fundamental. Después de perder 3 encuentros seguidos y de haber sumado apenas 4 de los últimos 18 puntos disputados, la victoria era impostergable. No importaba cómo, pero había que ganar. Y si algo tiene este plantel, es que se hace fuerte en las difíciles. Como cuando perdió el invicto ante Canadian y después fue a Rocha y le arrebató la punta al celeste. El tema es no esperar a estar contra las cuerdas para jugar con esa actitud.



Claro que más allá de la entrega, hubo cambios en el equipo que ayudaron. El DT Codevila puso a Bruno Barreto y Jorge Anchén de entrada, y Rampla tuvo más presencia en el mediocampo, el gran déficit que al menos nosotros entendemos tenía el equipo, porque ahí ni teníamos contención ni generábamos juego. Lo de Anchén fue de lo mejor en Rampla, marcando y jugando, y Bruno si bien se nota que le falta rodaje, también fue importante. Cessio, con estos dos “perros de presa” a los costados, se sintió más protegido.

Volver a la línea de 4 en defensa también fue importante. La pareja central de Ale Rodríguez y Gastón de los Santos sacó un montón de pelotas. El “Coto” Vargas y Salvador Sassón, este último volviendo al equipo titular, se nota que están más cómodos como laterales, dedicándose primero a marcar y luego a salir, que haciéndolo como carrileros, donde están obligados a tener un mayor trajinar.

Y arriba está claro que Richard Núñez es mucho más peligroso si juega cerca del arco contrario. Gularte no tuvo ninguna clara pero luchó y obligó toda la tarde, aunque le cobraron un montón de faltas ofensivas. Aspecto a mejorar en el delantero.



Por último, creemos que Nicolás Núñez demostró que tiene que ser la “manija” de este equipo de Rampla. Aguantó un montón de pelotas (quizás algunas más tiempo de la cuenta), pero generalmente les dio buen destino apoyándose en Barreto y Anchén, clarificando la jugada, y metiendo pases para los delanteros, uno de ellos, el del gol del triunfo.



En definitiva, pese a no ser gran cosa, Rampla se mostró más compacto que en otros partidos. No fue un “ballet”, es cierto, pero metió adentro una de las pocas chances que tuvo y estuvo firme a la hora de aguantar el aluvión del rival en busca del empate. Jugó como debe jugar siempre: ordenado y concentrado, sin cometer errores ni regalar una pelota, y facturando cuando la oportunidad se presente. Así se gana en esta divisional, en la que no hay ningún equipo descollante.

El primer tiempo, con la bajada a favor, el picapiedra comenzó siendo protagonista. Antes de los 10’ Richard Núñez ya había rematado tres veces con relativo peligro al arco rival. La primera fue de zurda, quemándole las manos al golero, que la sacó al córner. La segunda con la derecha, perdiéndose desviado el remate, luego de una buena pivoteada de Gularte dentro del área. Y la tercera una mezcla de centro pasado y tiro al arco que otra vez encontró una buena respuesta del guardameta local.



Después de los 15’  Villa Teresa emparejó y comenzó a tener más la pelota. Tuvieron una buena chance con un desborde y cabezazo por el segundo palo que Bernardo pudo resolver con alguna dificultad, pero en general sus avances se diluían cuando llegaban al área nuestra.

Rampla respondió a los 21’ con un buen desborde de Sassón por izquierda, quien metió un centro rastrero que Gularte anticipó, controló y luego remató fuerte y cruzado, aunque con poco ángulo de tiro. La pelota se fue por el segundo palo.

A los 23 minutos se produjo la polémica de la tarde. Richard recibió un buen pase de Barreto, ingresó al área por la izquierda, y cuando enganchó al medio cayó ante la barrida de Canosa que se tiró con las dos piernas. Desde nuestro lugar es imposible saber si lo tocó o no. De todos modos, era un penal muy cobrable, y si hubiera sido al revés, da la sensación que ya nos estaban poniendo la pelota en la pena máxima.




El resto del primer tiempo se hizo más trabado en la mitad de la cancha. Sufrimos con un remate del centrodelantero rival desde la medialuna que se fue desviado, tras una desinteligencia entre Gastón y Alejandro, la única que tuvieron en toda la tarde. El juez Oscar Rojas marcó el final y nos fuimos a las duchas con el 0-0.

El segundo tiempo pintaba complicado para Rampla, más que nada por tener la bajada en contra. Villa Teresa adelantó más sus líneas, buscando un triunfo que los igualara en la cima con nosotros. Y ahí fue que aparecieron los espacios para que los Núñez pudieran poner el 1-0. La claridad de Nicolás para meter un pase profundo perfecto y dejar mano a mano con el arquero a Richard, y la calidad que caracteriza al número 10 para ponerla suave contra el palo.






De ahí en más quedarían 41 minutos más descuentos de sufrimiento. Los picapiedras se atrincheraron en su área y muy pocas veces pudieron salir con la pelota limpia como para generar un contragolpe peligroso, aunque intentaron aguantar la guinda lo más posible.

Lamentablemente Richard sufrió un tirón y debió dejar la cancha a los 18’, ingresando en su lugar Matías Rigoletto. El botija cayó en posición adelantada en reiteradas ocasiones y eso impidió que varias veces pudiera irse solo hacia el arco.



Del lado nuestro, se vio la acostumbrada seguridad de Long bajo los tres palos, y un trabajo a destajo de la pareja central, sacando y sacando pelotas. También fue bueno lo del “Coto” Vargas, que prácticamente clausuró su sector. Más complicada la tenia el “Cone” Sassón del otro lado, ya que le llegaban siempre en superioridad numérica.

Asumiendo el hecho de “poner la bañadera”, Codevila a los 32’  sacó a Gularte y puso a Diego Barboza, que apareció como volante por derecha, pasando a jugar con un 4-4-1-1. Faltaba mucho, quizás el entrenador debió esperar unos minutos más para tomar esa decisión, pero bueno, el equipo ya estaba jugado a aguantar el 1-0. Villa Teresa nos tiró un sinfín de centros, pero salvo dos ocasiones en que sus atacantes le erraron a la pelota, nunca crearon peligro. Era más que nada una “sensación térmica” lo que nos hacía sufrir a todos.

A los 42’ entró Diego Galo por Cessio y en los útimos minutos solo hubo un tiro desde el borde del área de un volante rival que Bernardo controló sin dar rebote y una gran chance para liquidar el pleito que se perdió el pibe Rigoletto. Corrió casi desde la media cancha solito y quiso eludir al arquero en vez de definir. El veterano Coco Rodríguez lo esperó y se quedó con la pelota. Por suerte esta vez no lo necesitamos, pero ojalá la próxima vez el botija aprenda la lección.

Llegó el pitazo final de Óscar Rojas, de mediocre arbitraje, cobrando constantemente faltas en contra de Rampla que, cabe decirlo, nos metieron todavía más contra nuestro arco, y la parcialidad picapiedra que acompañó en buen número explotó de júbilo. Un triunfo impostergable y tranquilizador. Ahora a descansar, ver cómo se dan los otros resultados, y el martes contra Cerrito de nuevo defender la punta con todo. Arriba Rampla!

Comentario: Mr.Baru (@crearoreventar)
Fotos: Adrián Barreto (@adribarreto90)
Depto. de Cábalas y Afines: Emilio Fernández (@durosconceptos)

domingo, 13 de abril de 2014

¡A levantar cabeza!

En un sábado otoñal de esos en los que el viento pega fuerte en la cara del hincha, el Olímpico recibió al público con un verde césped, quizás mejor de lo que nos tiene acostumbrado.
Rampla no oficiaba de local en su escenario desde el 14 de diciembre pasado, cuando derrotó a Atenas de San Carlos, con aquel recordado gol de Andrés “Pájaro” Márquez en definición poco ortodoxa casi sobre el final del encuentro.

Hector Codevila, decidió saltar a la cancha con una línea de tres en el fondo, cuatro volantes, un enganche y dos puntas.
De esta manera, Bernardo Long fue el dueño del arco, la línea de tres mostró a Alejandro Rodríguez por derecha, Gastón de los Santos (en su regreso al equipo tras la lesión en Pan de Azúcar) como líbero y Diego Barboza por izquierda. El medio campo encontró a César “Coto” Vargas por derecha, Diego Galo y Sebastián Cessio en función de contención e Ignacio de León por el carril izquierdo. Nicolás “Niki” Núñez estuvo en función de enlace y arriba Sebastián Gularte, junto a Richard Núñez como segunda punta.


Los visitantes, no tuvieron tiempo ni de especular, es decir, encontraron un gol a los 2’ -por virtud propia y también por pasividad de nuestra defensa-. Por la izquierda del ataque de los del norte se colocó una pelota en profundidad que sobró a nuestro capitán Gastón de los Santos. Barboza no llegó a cerrar a Colman que definió de buena manera haciendo estéril el esfuerzo de Long.

Un gol desde el vestuario modifica cualquier plan, y el del Picapiedra no fue la excepción. La línea de fondo no estaba firme y el medio campo no lograba encontrar el balón. El partido era cuesta arriba pero Rampla pudo haberlo empatado cuando a los 15’ un centro desde la derecha, peinado en el primer palo encontró en el segundo a Sebastián Gularte. El delantero la empujó a la red, pero el juez entendió que fue con la mano. Desde nuestra perspectiva, lejana por cierto, parece acertada la decisión del colegiado.

Pese al aviso Picapiedra seguía siendo un partido difícil. Rampla buscaba conectar el fútbol de los Núñez, Nacho de León y Sebastián Gularte, quién equivocó en las definiciones pero jugó de buena manera de espaldas al arco.

El rival esperaba y salía rápido de contra, de tal manera que a los 24’ otra pelota profunda desarticuló a la defensa local, dejó a un delantero visitante de cara a Long quien evitó el segundo tanto con una gran salvada en un mano a mano de esos que nos tiene acostumbrado.

Rampla, no estaba firme en defensa, pero seguía buscando en ataque, es así que un minuto más tarde Fabián Vargas, quien hizo las veces de carrilero, se juntó con Richard Núñez por derecha y a un toque. El ex Atlético de Madrid no pudo mandar el centro de buena manera para que defina Gularte y el golero visitante se quedó con el balón.
La tónica del partido era pareja y luchada, hasta que a falta de 8 minutos para terminar el primer tiempo el volante visitante desbordó por la punta derecha de nuestra defensa, sacó un muy buen centro al segundo palo, la pelota sobró a Barboza y el interminable Aldo Díaz, con un fuerte cabezazo venció la resistencia de Long.

El partido se ponía más cuesta arriba, el resultado era excesivo por lo mostrado en el partido, pero generado en buena ley. Rampla, no en su mejor tarde siguió buscando, esta vez un minuto más tarde fue por parte de un centro de Nacho de León, peinado por Gularte que le quedó al “Coto” Vargas, quien remató ancho sobre el segundo palo.

Así se fue el primer tiempo, el visitante se retiró dos goles arriba y nuestro equipo contrariado por el mal momento en el campeonato.


Rampla salió al segundo tiempo sin cambios y obviamente se paró más arriba en el campo de juego. El rival, con la diferencia en su bolsillo se replegó y se remitió a esperar. Los locales fueron a buscar de tal manera que al minuto de juego ya había rematado al arco con peligro, el golero visitante dio rebote y por estar adelantado Nicolás Núñez no pudo capturar el mismo. Minutos más tarde fue Richard el que probó sin lograr convertir.

Rampla parecía carecer de la contención y la dinámica necesaria en el medio campo y por esto nuestro técnico a los 15’ mandó dos cambios. Jorge Anchén y Bruno Barreto ingresaron por Sebastián Cessio y Diego Galo. Un minuto más tarde Emanuel Cuello ingresó por Ignacio de León. El medio campo entero fue sustituido y Rampla se mostró renovado.

Casi inmediatamente después de ingresar Barreto y Anchén elaboraron una jugada por derecha que no pudo terminar el ex Argentinos Juniors, debido a que se le terminó la cancha. Con los ingresos, el equipo encontró más frescura, quites y movilidad en el campo.

Los locales seguían intentando, es así que en una jugada por el centro del ataque Gularte quedó solo frente al golero, el espigado ariete remató bajo y el portero visitante logró desviar al corner el balón con los pies. Otra chance clara que se perdía el Picapiedra, de igual manera, unos minutos más tarde el propio Gularte, quedó frente al golero pero con la pelota abriéndose, demoró en rematar y recibió el cierre de un defensor. 

Minutos más tarde, era Cuello -de buen ingreso- quien envió un buen centro para el ex Tacuarembó que no pudo resolver junto con Bruno Barreto.

Rampla estaba jugado, el rival esperaba; las chances se generaron pero se erraba en la definición. El rival completamente jugado a la contra, es así que luego de una pelota mal entregada por Anchén, en tres toques, el elenco del norte liquidó el encuentro llegando a definir frente a Long en superioridad numérica cuando faltaban 8 minutos para terminar el partido.

Ese gol definió el encuentro, los visitantes lo manejaban de buena manera pero Rampla debió anotar. Es así que en la última jugada del partido, se juntaron los Núñez, Niki lanzó el centro directo a Richard, que estaba en la medialuna. El rubio volante la agarró de primera y la puso contra el palo más lejano del golero rival. El gol decoró el resultado final y los visitantes se llevaron los tres puntos.

Encontramos nuestra tercera derrota consecutiva, la punta sigue siendo nuestra, pero cada vez con más perseguidores y más cerca. El sábado no fue nuestro mejor partido, equivocamos en defensa y erramos goles en momentos importantes. Las chances se generaron y eso es quizás lo que podemos resaltar.
Que debemos ganar, no es nada nuevo, hay mucha gente esperando que Rampla se caiga, son estos jugadores, este plantel, los que lograron la punta por virtud propia. Fuimos a Tacuarembó y ganamos, fuimos a Rocha a buscar la punta contra el primero y la conseguimos. Hay equipo y hay alternativas, debemos mejorar en aspectos defensivos y potenciar en la ofensiva. 

¡Fuerza Rampla, a levantar cabeza!


Fotos: Adrián Barreto (@adribarreto90)
Comentario: Emilio Fernández (@durosconceptos)
Ayuda a llegar a fin de mes al pobre Indio Solari: Mr.Baru (@crearoreventar)

domingo, 6 de abril de 2014

Así no podemos seguir

Rampla Juniors sufrió su segunda derrota consecutiva tras caer 0-1 ante Plaza Colonia y así cerró la semana con 3 puntos sobre 9 posibles, una cosecha demasiado pobre para un equipo que aspira a mantener la punta del campeonato. Afortunadamente, los más cercanos perseguidores no han podido aprovechar nuestras caídas y la cima de la tabla sigue siendo picapiedra.

De todos modos, más allá de los resultados, lo más preocupante es el rendimiento. El partido ante los coloninenses fue malo, de parte de ambos contendientes, la única diferencia fue el gol, pero no podemos quedarnos con el consuelo de que “los demás también son malos” y menos cuando, por más “malos” que sean, nos ganan.

Tenemos que mirar puertas adentro, hacer autocrítica y ver en qué cosas estamos fallando. Ante Plaza, Rampla prácticamente regaló el primer tiempo. Fue un equipo impreciso, que perdió varias pelotas de esas “tontas”, que rara vez encontró una salida clara del balón  y nunca pisó el área rival, salvo por un cabezazo de Gularte que se fue por arriba del palo y un tiro cruzado de Richard Núñez que rebotó en un defensa rival y se fue al córner. Demasiado poco.

En el costado nuestro de la cancha, aunque sin claridad, el rival nos llevó contra el área, provocando varios tiros de esquina. Quizás, más que Plaza meternos contra nuestro arco, nos metimos nosotros mismos. Como ha pasado en varios partidos, el mediocampo se repliega demasiado contra la defensa, y los volantes terminan dentro del área, dejando total libertad a los mediocampistas rivales para generar juego.

Esto provoca también que el equipo quede como “partido al medio” y los delanteros tengan que retroceder muchos metros para entrar en juego. Esta vez, jugó Richard Núñez como enganche para tratar de suplir esa falencia, pero estaba demasiado solo y en cada oportunidad que tocaba la pelota tenia dos o tres rivales encima. Además, cabe decir, le pegaron toda la tarde al rubio volante. No lo dejaron respirar.



En ese panorama, no sorprende que la única chance clara del primer tiempo fuera para Plaza. A los 40’  un pase llovido a espaldas de nuestra línea defensiva para el grandote Colombo, quien pareció estar adelantado, y ante la protesta de Long desvió la pelota en el aire, pegando la bola en el palo. Bernardo, que seguía con el brazo levantado pidiendo off-side, reaccionó a tiempo y se tiró sobre la pelota tras el rebote en el poste. Nos salvamos de milagro.

El segundo tiempo fue otra cosa y Rampla salió con una actitud diferente, dispuesto a pelear el partido en la mitad de la cancha y con Núñez más adelante, casi como un puntero derecho. A los 5’, tras una falta a Richard, el mismo numero 10 metió una pelota envenenada que Gularte agarró de bolea aunque algo mordida, obligando a una buena intervención del arquero para sacarla al córner. En ese tiro de esquina, el centro vino pasado, el golero no llegó y el “Turbo” Vargas, entrando por el segundo palo, no pudo tocarla hacia el arco. 




















Por lo menos había una intención de jugar por afuera interesante, más que nada por la banda izquierda, donde estaba Ignacio Deleón, que fue de lo mejor en Rampla. Por ese lado llegó la chance más clara para el picapiedra. Pase largo de Cuello, Gularte que presiona al zaguero rival y se lleva la pelota, quedando 2 contra 1 con Núñez entrando por el otro lado. Seba se la cedió a Richard, el 10 le pegó fuerte y a contrapié del arquero, que increíblemente pudo evitar el tanto con sus piernas. La jugada siguió, ya con mucha gente en el área, y la guinda le quedó al “Turbo” cuyo tiro fue bloqueado por el golero.


El partido era parejo hasta que Plaza “se encontró” con el gol de la victoria cuando iban 22 minutos. Un remate desde el borde del área rebotó en Ale Rodríguez y le quedó a un delantero coloniense, que tuvo todo el tiempo del mundo para ajusticiar a Long.

Si bien la incidencia fue fortuita (el tiro de hecho se iba para afuera), nuestros mediocampistas no debieron darle tanta libertad al volante rival para sacar el tiro que luego del rebote deriva en el gol. Y nuestros defensas no debieron quedarse estáticos, como pasó ante Central pidiendo off-side.

De ahí al final Codevila intentó variantes ofensivas pero no dieron resultado. Ingresaron Matías Rigoletto por Gonzalo Vargas, Paul Dzeruvs por Cessio y Nicolás Núñez por Richard. El equipo fue al frente y seamos claros, la entrega fue total, pero futbolísticamente no tuvimos argumentos para alcanzar el empate. Ni siquiera creamos una chance de gol hasta el pitazo final de Esteban Ostojich.

Pese a los últimos resultados, confiamos plenamente en este plantel y cuerpo técnico, pero también somos realistas: así no podemos seguir. No podemos especular, tenemos que salir a imponer nuestro juego. En esta divisional es muy difícil dar vuelta un resultado. De hecho, Rampla perdió 4 de los 5 partidos en los que empezó abajo en el marcador. Nos cuesta mucho abrir una defensa. Esto es claro.


¿Por qué jugamos tan bien contra Torque? Porque empezamos ganando y eso nos dio espacios para desplegar el buen juego que somos capaces de mostrar. Entonces, salgamos a ser protagonistas, a matar al rival de entrada. Eso en cuanto a la actitud. En cuanto a lo futbolístico, creemos que hay jugadores para corregir las falencias que estamos mostrando. Será cuestión de que el cuerpo técnico le encuentre la vuelta en la semana. Nosotros seguiremos apoyando desde la tribuna. Arriba Rampla!

Comentario: Mr.Baru (@crearoreventar)
Fotos: Adrián Barreto (@adribarreto90)
Apoyo anímico: Emilio Fernández (@durosconceptos)