lunes, 5 de marzo de 2018

Paños fríos

Resulta entendible que el calor sofocante en la tribuna (con un vaso de agua a $50 o $70 según la voluntad de las vendedoras), la impotencia de una nueva derrota y en el caso de los jugadores también el cansancio por el esfuerzo realizado (que nuevamente no alcanzó para obtener un buen resultado), sean factores que se hayan acumulado para que al final del partido los ánimos estuvieran caldeados tanto dentro como fuera de la cancha.

A nadie le gusta la situación que estamos viviendo. Ni a los hinchas, ni a los dirigentes, ni mucho menos a cuerpo técnico y jugadores. Estos últimos son los que más quieren revertir la situación, por ellos, por su familia, y por la gente de Rampla. Y contra Racing si algo no se les puede reprochar es la garra, la entrega, el dejar hasta la última gota de sudor en la cancha.

Por eso entendemos que es fundamental poner paños fríos a la situación y que todo el mundo se tranquilice. Se nos viene el partido más importante de la historia reciente del club y no nos puede encontrar malhumorados o nerviosos. Hay que apoyar más que nunca, alentar y CONFIAR. No transmitir nerviosismo. La tribuna debe jugar a favor.

Tampoco hay que olvidarse que vamos a disfrutar una fiesta, un momento histórico, y que si estamos ahí es gracias a este grupo de jugadores, a este cuerpo técnico. Ellos lo hicieron posible, y pase lo que pase en estos 90 minutos se merecen nuestro reconocimiento.



Antes de cambiar el chip y pensar únicamente en remontar la serie contra UTC de Perú, haremos un breve repaso de las incidencias del partido ante Racing, más que nada por la gente que no pudo ver el partido.

Rampla salió con Rodrigo Odriozola en el arco; Gabriel De León, Willy Techera, Matías Soto y Mauro Brasil en defensa; Ignacio Panzariello, Nicolás Rocha, Diego Benítez y Cristian Olivera en el mediocampo; Julián Lalinde y Diego Martiñones en ofensiva. Matías Cóccaro, quien fuera buena figura ante Defensor, fue reservado ya que se recupera de un golpe en el hombro.

En el primer tiempo nos tocó la bajada en contra y como era de esperar, Racing nos metió contra nuestro arco, atacando mucho en velocidad por las puntas. De todos modos la defensa aguantó bastante bien, y no hubo casi situaciones de peligro a favor del local.

En el otro extremo de la cancha, a Rampla le costaba mucho avanzar con pelota dominada, aunque contó con una buena situación a los 23 minutos, tras un córner corto y centro pasado de Panzariello que encontró a Lalinde completamente desmarcado, pero la volea con pierna zurda del delantero se fue por arriba del palo.



Ya sobre el minuto 42’ los picapiedras pudieron avanzar en bloque y llegar a las puertas del área con mucha gente. Tras un par de toques por derecha, Nico Rocha cortó por el medio y le metió un pase profundo a De León, que cuando quedaba mano a mano con el arquero chocó con un defensa que se había barrido y cayó.

Era un claro penal, porque si bien el jugador de Racing se tira antes al piso logra interponerse en la trayectoria que el lateral picapiedra estaba haciendo para llegar al balón. Insólitamente el juez Tejera no lo cobró.



Y cuando el primer tiempo se iba con un 0-0 que nos venía bárbaro para tirarnos a ganarlo en el segundo tiempo, con bajada a favor, llegó el notable tiro libre de Nicolini que se clavó en el ángulo. Así los de Sayago se iban al descanso 1-0 arriba y con un ánimo totalmente distinto al vestuario.

Pero cuando la cosa viene torcida siempre se puede poner peor. Apenas arranca el segundo tiempo recibimos otro gol. El veloz puntero izquierdo de Racing avanza por la punta, Rocha no lo puede tocar porque estaba amonestado, nadie llega a la cobertura, viene el pase al medio y Techera en su intento por cerrar se hace el gol en contra.

De golpe pasamos a estar 0-2 abajo, pero Rampla no se quedó. Ya estaba en cancha el brasileño Igor Paim (debutando con la casaca rojiverde), que había sustituido a Lalinde. Se ubicó como segundo punta junto a Martiñones. El cuerpo técnico optó por sacrificar un delantero con juego aéreo para poner uno ágil y con dribbling para atacar por abajo.

A los 5’ el brasileño se perdió un gol increíble. Brasil la “pinchó” para Olivera, quien de espaldas al arco la cabeceó al medio y Paim, pegándole desde el borde del área chica, la tiró por arriba del palo. Todos nos agarramos la cabeza, pero enseguida tendríamos nuestro desahogo.

El “Mago” le dio un notable pase a Martiñones, quien parecía que se abría mucho pero sacó un notable remate al primer palo, fuerte y bien dirigido, que venció la resistencia del arquero. Rampla se ponía a tiro del empate y todavía faltaban 38 minutos más los descuentos.



Los rojiverdes fueron con todo por el empate y en los primeros minutos siguientes estuvieron cerca. Benítez (de buen partido, más que nada en el segundo tiempo) desbordó, se hizo el espacio y metió un buen centro que Brasil cabeceó de palomita, perdiéndose la guinda a centímetros del palo. Como notarán, Mauro Brasil estuvo siempre involucrado en la ofensiva, haciendo un enorme desgaste físico para ir y volver.

El tema es que poco a poco fuimos perdiendo el impulso. Racing pudo aumentar las cifras en varias ocasiones, especialmente en una donde Odriozola estaba vencido y De León logró sacarla en la raya. Los picapiedras fueron sintiendo el desgaste y perdieron claridad en los últimos metros. A los 17’ entró Santiago González por Rocha, ubicándose como puntero izquierdo. Quedó Martiñones por el centro y el brasileño Paim por derecha. Santiago no pudo hacer mucho, salvo ganar algún tiro de esquina.

Faltando 10 minutos para el final ingresó Hugo Dorrego, reemplazando a un extenuado Panzariello. Creemos que seguramente las salidas de Lalinde, Rocha y Panzariello tuvieron un poco que ver con reservarlos para el partido del jueves.

Dorrego contó con un remate de media distancia que se fue cerca, por arriba del palo, ya sobre el minuto 43. En los descuentos, Soto (que ya estaba como centrodelantero), rescató una guinda en el borbollón del área y le pegó como pudo, perdiéndose la pelota afuera.

A pesar de que la entrega fue total, otra vez faltó claridad y precisión para poder concretar la remontada (al igual que contra Progreso cuando nos pusimos 1-2). En determinado momento los muchachos se nublan, se frustran, y no pueden aplicar el juego que sabemos pueden plasmar.

Eso por eso que el jueves desde las 19:15 horas en el Estadio Luis Franzini hay que pregonar la calma, la paciencia. Con garra, por supuesto, dejando todo en cada pelota, pero sabiendo que quedan 90 minutos para hacer dos goles y que tenemos recursos técnicos y futbolísticos para vulnerar a la defensa rival.

Es cierto, hasta ahora no se ha visto ese juego, pero sabemos que los muchachos están capacitados para hacerlo. Y quizás este partido sea la gran oportunidad que necesitan para revertir este mal momento, porque pasar de fase en la copa es el mejor envión anímico que se puede tener.

A la parcialidad, lo mismo que siempre decimos: apoyar, alentar y alentar más. Vamos a llenar el Franzini y vamos a demostrar por qué somos el tercer grande. Vayamos a disfrutar y no a sufrir. Seamos conscientes de que tenemos una cita con la historia. Para alcanzar el objetivo tan deseado de clasificar y que el sueño siga latente están los leones que vamos a tener dentro de la cancha. Confiemos en ellos. ¡ARRIBA RAMPLA!

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