lunes, 26 de febrero de 2018

Por algo se empieza

Había que sumar, no quedaba otra. Luego de perder los cuatro partidos disputados en el 2018 (tres de ellos por el torneo local), Rampla Juniors jugaba por primera vez en su Estadio Olímpico y la necesidad de cortar esta seguidilla de derrotas era imperiosa. Y solo no hablamos de que había que ganar o ganar por el rival que teníamos enfrente.

Entonces, a sabiendas de que a Defensor no le ganamos por campeonatos uruguayos desde 1986, y que siempre por alguna razón u otra se nos escapa la victoria ante ellos, al menos había que quedarse con un empate.

Sin embargo, más allá de la cosecha final de puntos, era muy importante que Rampla mostrara una mejoría en su rendimiento y eso en cierto modo ocurrió, más por la actitud que puso el equipo que por lo mostrado en cuanto a volumen de juego. Lo cierto es que dejó otra imagen, más esperanzadora.

El cuerpo técnico metió mano en el equipo y ahora parece estar más cerca de la formación ideal. Rodrigo Odriozola estuvo en el arco; Gabriel De León, Willy Techera, Mauro Brasil y Matías Soto en defensa; Ignacio Panzariello, Nicolás Rocha, Jhony Galli y Cristian Olivera en el mediocampo; Julián Lalinde y Matías Cóccaro en ofensiva.

Fundamental el regreso de Soto, más que nada para que vaya agarrando rodaje. Se notó que le falta fútbol y que está lejos de su mejor rendimiento físico (a tal punto que comenzó como lateral y promediando la primera mitad ya se ubicó como central) pero es una pieza clave para comenzar a solucionar los problemas defensivos que ha mostrado el equipo.

En ofensiva, Lalinde y Cóccaro fueron un dolor de cabeza para la última línea rival. Luchando en el cuerpo a cuerpo, ganando en el juego áereo, cubriendo la pelota, etc. Cóccaro además mostró gran velocidad en espacios reducidos, fundamental para generarse chances de peligro dentro del área. Falta que sean más y mejor asistidos, pero demostraron que por sí solos pueden complicarle la tarde a cualquier defensa.

El partido empezó mal para Rampla. En el primer ataque de Defensor casi nos convierten. De León salió lejos a marcar y se le escapó Facundo Castro en velocidad. Insólitamente, nadie pudo cortar su avance, y terminó mandando un pase al corazón del área que increíblemente el argentino Rivero mandó por arriba del travesaño. Pocos minutos después, el propio Castro (ahora llegando por derecha), tuvo vía libre para sacar un buen disparo en las puertas del área, bien contenido por Odriozola. Nos volvimos a salvar.

Cuando iban 13 minutos cayó el 1-0 visitante. Pelota quieta desde la derecha y otra vez perdemos la marca de un rival (en este caso el “Coto” Correa), que tiene todo el tiempo del mundo para bajarla y rematar. Nico Rocha no la puede sacar sobre la raya y termina siendo autogol. Idéntico al 2-0 que nos hizo UTC en Lima. Evidentemente seguimos teniendo distracciones graves en la pelota quieta defensiva.

A esa altura parecía que la historia de los primeros partidos se volvía a repetir. Sin embargo, esta vez Rampla reaccionó con otra actitud. Redobló esfuerzos, cerró espacios y comenzó a copar la mitad de la cancha, con un gran despliegue de Rocha y Galli en la recuperación.

A los 24´ casi llega el empate. Soto sacó un lateral al corazón del área chica, el arquero Reyes la perdió y Panzariello anticipó a la defensa para desviar la guinda, que por milímetros se fue afuera. 

Al ratito otra vez Lalinde y Cóccaro presionaron a la retaguardia violeta y obligaron al arquero a salir fuera del área. Reyes se llevó la pelota (aparentemente en forma lícita) y cuando la perdió el juez Riveiro cobró una insólita e inexistente falta de Lalinde. Quedaba el arco libre con el arquero lejos. Una jugada muy polémica que no está en el resumen televisivo.

Sobre los 31´ Cóccaro intentó con un disparo de media distancia (cuando todos esperaban el centro) que se fue apenas por encima del horizontal. Rampla tenía viento a favor y el joven delantero fue el único que intentó aprovecharlo.

A los 36´ llegaría la jugada del penal. Pelotazo largo de Odriozola, Lalinde va a buscarla y si bien no llega evita que Correa tampoco lo haga, la pelota pica y cae sobre el área, donde Cóccaro va a buscarla contra dos zagueros y Maulela se lo lleva puesto, con brazo extendido y todo. A nuestro juicio, penal claro. Si la falta era en el medio de la cancha nadie la hubiera protestado.

Pisando el minuto 38 (la protesta de los jugadores de Defensor fue airosa y eso le costó la amarilla a un par de ellos) el “mago” Cristian Olivera definió con jerarquía para marcar el 1-1 que era justo para el ímpetu que había mostrado el picapiedra por llegar a la igualdad. De ahí al final del primer tiempo pasó poca cosa.

Para el complemento ingresó Alejandro Furia (debutando con la rojiverde) en lugar de Mauro Brasil, que si bien tuvo un correcto desempeño estaba amonestado y ya había hecho un par de faltas que podrían haberle costado la segunda amarilla. Furia anduvo muy bien. Controló su sector y fue muy prolijo al momento de salir jugando.

En el complemento ambos equipos se dedicaron a meter más que a jugar. El arbitraje de Riveiro en cierto modo provocó eso, porque caldeó los ánimos de ambos bandos. A los 14´ expulsó correctamente a Rabuñal por segunda amarilla (tras un gran corte de Rocha y buena subida de Soto) y luego, al reanudarse el juego, le muestra la roja directa a Jhony Galli por una falta que quizás no era ni para amarilla. Nunca la “ley de la compensación” se aplicó tan rápido y de forma tan grosera.

La única chance real de riesgo en el complemento fue un remate cruzado abajo de Mathías Suárez que Odriozola tapó en forma notable. La otra fue a los 30´ cuando Soto intentó cubrir una guinda para que se fuera afuera y el cuerpo no le dio más. La tocaron al medio y Odriozola salvó el tanto. Soto enseguida salió (acalambrado, pero sin ninguna consecuencia física), ingresando Claudio Servetti en la zaga.

A los 35´ se realizó el último cambio: Matías Rigoleto sustituyó a Julián Lalinde. A esa altura Rampla jugaba con un 4-4-1, con Olivera de doble cinco junto a Rocha y Cóccaro dando una mano por el andarivel izquierdo. A los 41´ llegó la correcta expulsión de Cougo, por puñetazo a De León, que el juez de línea advirtió y comunicó al juez. No hubo tiempo para mucho más. Los minutos no alcanzaron para que los picapiedras pudieran hacer valer la superioridad numérica.

Luego pasó lo que ya vieron en todos lados: el gesto de Eduardo Acevedo a la parcialidad ramplense, notablemente captado por el lente de Adrián Barreto (¡no nos faltes nunca Adrián!), lo cual sumado a lo que hizo su sobrino Cabrera antes de levantar un córner (sacar, pisar y patear el banderín de Rampla) son claros ejemplos de provocación e incitación a la violencia que deben ser denunciados. Nosotros, como hinchas, no debemos entrar en esa. Ya nos ha pasado contra Danubio y lo pagamos caro. Los protagonistas del espectáculo deben dar el ejemplo. Es su trabajo.

Ahora el fixture marca que visitemos a Racing en el Parque Roberto. Un rival que tampoco ha ganado y que este fin de semana pasado sumó su primera unidad (2-2 ante Torque). Es un equipo necesitado y que además, como viene dándose la cosa, es un rival directo en la lucha por la permanencia porque, aunque no nos guste reconocerlo, la buena campaña que están realizando Progreso y Atenas hace que el picapiedra quede entreverado entre los que van a dirimir los dos descensos que faltan.

Hay que jugarlo con todo. Por más que pocos días después nos jugamos mucho más que un partido contra UTC. Tendremos días para descansar y aparte esta vez no hay un viaje por medio. No podemos regalar nada. Al Parque Roberto hay que ir con lo mejor y hay que ir a ganar. Es la oportunidad de consolidar una remontada. ¡Arriba Rampla!

Comentario: Marcelo Baruffaldi (@crearoreventar)

Nuestro Julio Alonso que nos contará la otra cara de Perú en próximas columnas:
Emilio Fernández (@DurosConceptos)

La estrella de los medios que captó la foto que ganaría un Pulitzer (o un Iris, algo):
Adrián Barreto (@adribarreto90)

RESUMEN TELEVISIVO DEL PARTIDO

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