domingo, 6 de abril de 2014

Así no podemos seguir

Rampla Juniors sufrió su segunda derrota consecutiva tras caer 0-1 ante Plaza Colonia y así cerró la semana con 3 puntos sobre 9 posibles, una cosecha demasiado pobre para un equipo que aspira a mantener la punta del campeonato. Afortunadamente, los más cercanos perseguidores no han podido aprovechar nuestras caídas y la cima de la tabla sigue siendo picapiedra.

De todos modos, más allá de los resultados, lo más preocupante es el rendimiento. El partido ante los coloninenses fue malo, de parte de ambos contendientes, la única diferencia fue el gol, pero no podemos quedarnos con el consuelo de que “los demás también son malos” y menos cuando, por más “malos” que sean, nos ganan.

Tenemos que mirar puertas adentro, hacer autocrítica y ver en qué cosas estamos fallando. Ante Plaza, Rampla prácticamente regaló el primer tiempo. Fue un equipo impreciso, que perdió varias pelotas de esas “tontas”, que rara vez encontró una salida clara del balón  y nunca pisó el área rival, salvo por un cabezazo de Gularte que se fue por arriba del palo y un tiro cruzado de Richard Núñez que rebotó en un defensa rival y se fue al córner. Demasiado poco.

En el costado nuestro de la cancha, aunque sin claridad, el rival nos llevó contra el área, provocando varios tiros de esquina. Quizás, más que Plaza meternos contra nuestro arco, nos metimos nosotros mismos. Como ha pasado en varios partidos, el mediocampo se repliega demasiado contra la defensa, y los volantes terminan dentro del área, dejando total libertad a los mediocampistas rivales para generar juego.

Esto provoca también que el equipo quede como “partido al medio” y los delanteros tengan que retroceder muchos metros para entrar en juego. Esta vez, jugó Richard Núñez como enganche para tratar de suplir esa falencia, pero estaba demasiado solo y en cada oportunidad que tocaba la pelota tenia dos o tres rivales encima. Además, cabe decir, le pegaron toda la tarde al rubio volante. No lo dejaron respirar.



En ese panorama, no sorprende que la única chance clara del primer tiempo fuera para Plaza. A los 40’  un pase llovido a espaldas de nuestra línea defensiva para el grandote Colombo, quien pareció estar adelantado, y ante la protesta de Long desvió la pelota en el aire, pegando la bola en el palo. Bernardo, que seguía con el brazo levantado pidiendo off-side, reaccionó a tiempo y se tiró sobre la pelota tras el rebote en el poste. Nos salvamos de milagro.

El segundo tiempo fue otra cosa y Rampla salió con una actitud diferente, dispuesto a pelear el partido en la mitad de la cancha y con Núñez más adelante, casi como un puntero derecho. A los 5’, tras una falta a Richard, el mismo numero 10 metió una pelota envenenada que Gularte agarró de bolea aunque algo mordida, obligando a una buena intervención del arquero para sacarla al córner. En ese tiro de esquina, el centro vino pasado, el golero no llegó y el “Turbo” Vargas, entrando por el segundo palo, no pudo tocarla hacia el arco. 




















Por lo menos había una intención de jugar por afuera interesante, más que nada por la banda izquierda, donde estaba Ignacio Deleón, que fue de lo mejor en Rampla. Por ese lado llegó la chance más clara para el picapiedra. Pase largo de Cuello, Gularte que presiona al zaguero rival y se lleva la pelota, quedando 2 contra 1 con Núñez entrando por el otro lado. Seba se la cedió a Richard, el 10 le pegó fuerte y a contrapié del arquero, que increíblemente pudo evitar el tanto con sus piernas. La jugada siguió, ya con mucha gente en el área, y la guinda le quedó al “Turbo” cuyo tiro fue bloqueado por el golero.


El partido era parejo hasta que Plaza “se encontró” con el gol de la victoria cuando iban 22 minutos. Un remate desde el borde del área rebotó en Ale Rodríguez y le quedó a un delantero coloniense, que tuvo todo el tiempo del mundo para ajusticiar a Long.

Si bien la incidencia fue fortuita (el tiro de hecho se iba para afuera), nuestros mediocampistas no debieron darle tanta libertad al volante rival para sacar el tiro que luego del rebote deriva en el gol. Y nuestros defensas no debieron quedarse estáticos, como pasó ante Central pidiendo off-side.

De ahí al final Codevila intentó variantes ofensivas pero no dieron resultado. Ingresaron Matías Rigoletto por Gonzalo Vargas, Paul Dzeruvs por Cessio y Nicolás Núñez por Richard. El equipo fue al frente y seamos claros, la entrega fue total, pero futbolísticamente no tuvimos argumentos para alcanzar el empate. Ni siquiera creamos una chance de gol hasta el pitazo final de Esteban Ostojich.

Pese a los últimos resultados, confiamos plenamente en este plantel y cuerpo técnico, pero también somos realistas: así no podemos seguir. No podemos especular, tenemos que salir a imponer nuestro juego. En esta divisional es muy difícil dar vuelta un resultado. De hecho, Rampla perdió 4 de los 5 partidos en los que empezó abajo en el marcador. Nos cuesta mucho abrir una defensa. Esto es claro.


¿Por qué jugamos tan bien contra Torque? Porque empezamos ganando y eso nos dio espacios para desplegar el buen juego que somos capaces de mostrar. Entonces, salgamos a ser protagonistas, a matar al rival de entrada. Eso en cuanto a la actitud. En cuanto a lo futbolístico, creemos que hay jugadores para corregir las falencias que estamos mostrando. Será cuestión de que el cuerpo técnico le encuentre la vuelta en la semana. Nosotros seguiremos apoyando desde la tribuna. Arriba Rampla!

Comentario: Mr.Baru (@crearoreventar)
Fotos: Adrián Barreto (@adribarreto90)
Apoyo anímico: Emilio Fernández (@durosconceptos)

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