lunes, 29 de septiembre de 2014

Como agua entre los dedos

Rampla Juniors estuvo muy cerca de quitarle la punta a Racing y sumar 2 puntos valiosos para la tabla de la permanencia, pero el empate se nos escapó en los descuentos, cuando los de Sayago encontraron ese gol del triunfo que justo es decir buscaron más que nosotros. Esta vez tuvimos que irnos con las manos vacías, y mojadas.

Los picapiedras habían comenzado ganando con un soberbio gol de Bruno Barreto, pero la ventaja duró poco. Racing creó varias chances para empatar y si no lo hizo antes fue porque Bernardo Long tuvo una tarde inspiradísima. Después el trámite se hizo parejo, aunque los rivales fueron más incisivos en ofensiva. Y en los últimos minutos nos arrinconaron, pegando dos balones en los palos, antes de conseguir el 2-1 definitivo.

Rampla salió al campo con Bernardo Long en el arco; Fabián Vargas, Emiliano García, Pablo Pereira y Emanuel Cuello en defensa; Jorge Anchén, Maximiliano Arias, Marcel Román y Gustavo Aprile en el mediocampo; Paul Dzeruvs y Gonzalo Malán en ofensiva. Respecto al partido anterior ante Wanderers, entraron Pereira por Píriz (lesionado), Arias por el argentino Piz y Malán por D’Albenas.



El partido comenzó bajo una intensa lluvia y con un campo de juego bastante resbaladizo. A los 2 minutos Maxi Arias tuvo que salir lesionado (sería un desgarro lo suyo), ingresando Bruno Barreto, que también venía de una lesión y solo estaba en el banco porque no había entrenado con normalidad en las últimas semanas.

Rampla fue al frente y jugaba en campo de Racing, pero de contragolpe los visitantes tuvieron la primera clara. Nos agarraron mal parados y entrando por la derecha de su ataque metieron un tremendo remate cruzado que Long sacó milagrosamente al córner. Y cuando iban 7 minutos el juez Jonathan Fuentes tuvo que suspender el partido por la tormenta eléctrica. Los rayos se veían muy cerca del campo de juego y la lluvia era torrencial.



Mucha gente se fue del estadio, asumiendo que el encuentro estaba suspendido definitivamente, pero claro, por la presencia de la televisión y todo lo que eso implica, se sabía que los jueces iban a tener que esperar unos minutos para ver si la tormenta pasaba y se podía seguir jugando.

Tras 20 minutos y aún con un poco de lluvia pero ya sin rayos en el cielo, los árbitros volvieron al campo de juego y entendieron que el partido se podía reanudar. Había sectores con agua estancada, especialmente en la zona cercana al arco de la tribuna, pero las líneas de la cancha se divisaban perfectamente y no había razones para suspender el match, tal cual lo declaró el juez Fuentes a la transmisión televisiva.

Se retomó el juego y Rampla siguió igual, adelantando sus líneas. A los 11’, apenas 4 minutos después de la reanudación, llegó la apertura. Centro de Aprile, despeje corto de la defensa de Racing y Bruno Barreto que toma la pelota y la pone en el ángulo superior derecho de Contreras. Golazo.



Aunque parezca mentira, el gol a favor nos jugó en contra. El equipo retrasó sus líneas y le dejó campo y pelota a Racing. Ya no presionamos como en los primeros minutos. Y ellos con más espacio comenzaron a jugar rápido y por abajo, y a llegarnos por todos lados.

Tuvo que aparecer Bernardo Long para salvar varias veces la caída inminente de nuestro arco. Entre los 18’ y los 22’ tapó dos mano a mano con delanteros visitantes. Nosotros apenas tuvimos un centro bajo de Anchén a los 19’, que fue desviado por un defensa, descolocando a Dzeruvs que entraba por el medio para definir y por el cambio en la trayectoria del balón terminó pasándose de largo.

Sobre los 27 minutos llegó el lógico empate. Aparecieron dos jugadores de Racing solos en la punta derecha de su ataque, Cuello se arrimó después a marcar pero el hábil Cristian Tabó tuvo todo el tiempo del mundo para ponerle la guinda en la cabeza a Juan Pablo Rodríguez, que batió a Long con un frentazo de pique al suelo.

A partir de ese momento el partido volvió a emparejarse. Racing ya no arriesgó tanto y Rampla tuvo que volver a adelantarse en el campo. Con mucho roce en el medio sector y lejos de los arcos, llegamos al final del Primer Tiempo. El empate parecía lo más justo.



El complemento comenzó con la misma tónica. La diferencia era que ellos eran más punzantes en ofensiva y a nosotros nos costaba una enormidad llegar al arco rival. Para peor, el juez cobraba todas las divididas en contra nuestro. Ya desde el primer tiempo a Malán le cometieron varias infracciones no sancionadas, y todavía le cobraron mano un par de veces por tomar la pelota luego de ser fauleado.

Tuvimos un lapso interesante entre los 15 y los 30 minutos. Primero un buen centro de Anchén terminó con una tijera de Gonzalo Malán que se fue a milímetros del palo. Después un tiro de Paul desde el borde del área que rebotó y se perdió apenas afuera. Y tras ese córner, un cabezazo completamente solo de Malán que también se fue levemente desviado.



Tras esa jugada ingresó D’Albenas por Dzeruvs. Varios entienden que Paul no debió salir. Otros creemos que Malán estaba visiblemente muy cansado y quizás si alguien debía dejar el campo para darle ingreso a Francis debió ser él, pero lo cierto es que si repasamos las jugadas de riesgo de Rampla, todos lo tuvieron involucrado. Decisión difícil para el entrenador.

En los minutos finales comenzó a pesar el aspecto físico. La cancha implicó un desgaste mayor de lo normal, y más si le sumamos los 20 minutos de cuando el juego estuvo parado, porque los futbolistas debieron seguir moviéndose para no estar fríos cuando se reanudara el juego. Estos factores pesan y mucho cuando enfrentamos a un equipo bien preparado, con casi dos meses más de trabajo que nosotros. Puede sonar a excusa, pero es una realidad. Sabíamos que nos iba a pasar factura el poco tiempo de trabajo, y lo estamos pagando.

Los rojiverdes intentaron suplirlo con una gran entrega, pero la diferencia física y la ambición de Racing por ir a buscar el triunfo, también es justo destacarla, hicieron que en los últimos minutos nos metieran contra nuestro arco. Para peor sufrimos la lesión de Bruno Barreto a los 36’ y Saralegui puso a Gonzalo Vega, pasando Anchén al doble cinco. No entendemos por qué no entró Diego Galo, ya que en ese momento necesitábamos alguien con más marca y juego aéreo.

El palo nos salvó dos veces en un minuto. Primero a los 42’ cuando ganaron en nuestra área luego de una pelota quieta y el vertical evitó el gol de Malrechaufe. La jugada siguió, Vargas y Vega se durmieron en la salida, perdimos la guinda y cometimos otra falta. De ahí partió un tiro libre de Nicolini que besó el horizontal y salió. Parecía que la suerte estaba de nuestro lado, pero esto tampoco alcanzó.

Se jugaba el primer minuto adicional y Cuello tuvo que cerrar de apuro un avance de Racing. La tiró para afuera, tal cual se lo indicó Long, que prefirió no recibir un pase atrás porque su área estaba muy embarrada. Emanuel no pudo tirarla a la bahía, lo cual nos hubiera dado unos segundos extra para acomodarnos, y Racing sacó rápidamente el lateral. Emanuel quedó 2 contra 1, Román llegó tarde a la ayuda y no pudo evitar el centro al área que Affonso cabeceó notable para poner el 2-1.

No quedaba tiempo para nada. El juez Jonathan Fuentes marcó el final del partido y se nos escaparon 2 puntos importantes para la tabla de la permanencia. La gente lógicamente se fue bastante molesta, por más que algunos aplaudieron al equipo entendiendo que dejó todo.



Hay que reconocer los méritos del rival. Perdimos contra el primero, que por algo ostenta esa posición, y por algo ganó todos los partidos menos uno. Por supuesto que tenemos cosas para corregir. Por ejemplo en la defensa, a veces le damos mucho tiempo para pensar a los rivales, como pasó en ambos goles de Racing. Claro, es muy fácil decirlo desde la tribuna, porque el jugador tampoco puede salir como loco a marcar asumiendo el riesgo de que el rival lo eluda y se vaya solo para el arco.

Más allá de eso, enfrentamos al líder y se la hicimos bastante difícil. Si hubiera entrado la tijera de Malán capaz que hoy estábamos hablando de otra cosa. Así como contra Wanderers, lo importante es poder pelearle el partido a cualquiera. A veces ganaremos, otras veces nos tocará perder, pero para este equipo picapiedra nadie es invencible. Ni siquiera nuestro próximo rival. Confiemos y apoyemos al equipo. Arriba Rampla!

Comentario: Mr.Baru (@crearoreventar)
Sacó fotos y de alguna manera salvó su cámara en la tormenta: Adrián Barreto (@adribarreto90)
Intimidó a los rivales con sus gritos: Emilio Fernández (@durosconceptos)

1 comentario:

  1. bien rampla eh!! nos fuimos sin puntos pero con la tranquilidad que ponen todo y jugando contra el primero nos ganan en la ultima jugada, creo que somos muy blando atras, un agarron si se te va o una patada si es necesario, lo hace hasta pique en el barca, vi jugadores haciendo jugaditas para la tele pero fue algo puntual,no hay que darle bola vamos con todo la proxima en el centenario! RAMPLA RAMPLA!

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