lunes, 22 de septiembre de 2014

A fuego lento

Con un gol de penal de Gonzalo Malán sobre el final del partido Rampla Juniors le ganó 1-0 a Wanderers y se llevó un triunfo importantísimo para sumar 6 puntos en la lucha por la permanencia y seguir ganando confianza de cara al resto del campeonato. Doblegar nada menos que al actual vicecampeón uruguayo no era cosa fácil, y los picapiedras lo lograron con un fútbol práctico y aplicado tácticamente, y con mucha paciencia, como se dice popularmente "a fuego lento".

Rampla fue consciente de las virtudes de su rival, y sabía que debía esperarlo para anular sus circuitos de juego, para luego lanzarse rápido al ataque tratando de tomar mal parada a su defensa. Los bohemios tuvieron la iniciativa durante casi todo el juego, y cuando comenzaron a sentir el desgaste, los picapiedras comenzaron a crearles cada vez más problemas.

La incidencia que define el partido a favor de Rampla es una clara muestra de eso. Paul Dzeruvs fue bien controlado por la retaguardia de Wanderers en el primer tiempo, pero en el complemento, cuando los zagueros bohemios comenzaron a cansarse, cada vez tuvieron más problemas para detenerlo y terminaron cometiéndole un penal propio de la falta de distancia y lucidez que origina el desgaste físico. Pero antes, vamos a repasar las incidencias que derivaron en ese desenlace.

Rampla salió al campo con una única variante respecto a los 11 que comenzaron jugando ante Atenas la fecha pasada. Ingresó el argentino Ángel Piz en lugar de Bruno Barreto, que está lesionado. Bernardo Long estuvo en el arco; Fabián Vargas, Emiliano García, Jonathan Píriz y Emanuel Cuello en defensa; Jorge Anchén, Marcel Román, Ángel Piz y Gustavo Aprile en el mediocampo; Paul Dzeruvs y Francis D’Albenas en ofensiva.



En el primer tiempo los dirigidos por Marcelo Saralegui hicieron bien la mitad del libreto: contener al rival. Wanderers es un equipo que juega muy bien al fútbol, por abajo y en velocidad, pero la doble línea de 4 que presentó Rampla les hacía muy difícil el camino hacia Long a los rivales, que terminaron recurriendo muchas veces al pelotazo largo.

Solo crearon una chance de gol a los 18 minutos, cuando Emiliano García quiso salir jugando, perdió la pelota, y esta derivó en Kevin Ramírez, que remató cruzado y afuera. De todos modos, cabe señalar que lo del “gallego” García fue soberbio, quitando un montón de balones en las puertas del área. Pero salvo por esa incidencia, la valla custodiada por Long nunca estuvo en riesgo.

El gran debe del rojiverde fue cuando tuvimos la pelota en los pies. No pudimos darle salida clara al balón, y terminamos generalmente buscando pelotazos largos para ver qué podían generar Francis y Paul. Salvo alguna falta o un rebote que provocara un tiro de esquina, lo de los picapiedras en ofensiva fue casi nulo. Así fue que nos fuimos al descanso con un inamovible y justificado 0 a 0.



En el segundo tiempo la cosa cambió: Rampla ya no fue ese equipo inofensivo de la parte inicial. Ingresó Maximiliano Arias por Ángel Piz y el popular “Godzilla” cumplió una buena labor distribuyendo el balón, lo cual hizo que su compañero de doble cinco Marcel Román también levantara su juego, y se transformara poco a poco en una de las figuras del equipo.

A los 11’ fue justamente Román quien probó de media distancia, tras una buena jugada por izquierda entre Aprile y Paul, que fue quien terminó cediendo la guinda para el disparo de media distancia de Marcel. Fue el primer tiro franco al arco de Rampla en el partido, pero era una señal de que el equipo se estaba animando a más.

Antes había salido lesionado Jonathan Píriz, quien chocó con un futbolista bohemio en un quite sobre las puertas del área. En su lugar ingresó Pablo Pereira, de muy buena labor, al igual que Jona que en los minutos que estuvo en cancha cumplió de forma muy satisfactoria su función.

Promediando el período complementario se produjeron los mejores momentos de los rojiverdes, siempre recuperando la pelota y jugándola rápidamente en largo para los delanteros, que poco a poco comenzaban a aprovechar el cansancio de la última línea rival. A los 22’ lo tuvo D’Albenas, quien tras pase de Cuello cuerpeó a un zaguero y quedó de frente al arco. Su bolea desde las puertas del área se fue apenas desviada.



Enseguida fue el “Coto” Vargas, quien recuperó la guinda y la jugó en largo para Paul. Dzeruvs ganó la posición, enganchó al medio, y cedió el balón para Francis que entraba de frente. El rubio cedido por River Plate le entró muy de abajo a la pelota y ésta se fue por arriba del travesaño. Si bien Wanderers dominaba campo y posesión, ahora Rampla también le llegaba con peligro.

Sobre los 28 minutos ingresó Gonzalo Malán por Francis D’Albenas, y así se produjo el regreso del goleador picapiedra que no estuvo contra Danubio y Atenas por lesión. Malán tenía menos velocidad que D’Albenas, pero más potencia para aguantar la pelota y forzar el error rival.

En filas bohemias ya estaba un viejo conocido nuestro: Sebastián Gularte, y en sus pies estuvieron las jugadas más riesgosas de los locales. A los 30’ recibió en el área y remató de media vuelta, perdiéndose la guinda apenas afuera. Y un minuto después se perdió un gol increíble, entrando solo por el medio y rematando desviado. A esa altura la frustración en nuestros rivales era visible, y el cansancio también. Mientras Rampla ganaba confianza y se soltaba en ataque cada vez más.



Y cuando iban 42 minutos llegó la jugada clave del partido. Aunque parezca mentira, partió desde un saque lateral. La guinda fue para Paul Dzeruvs, que enseguida se la llevó hacia delante. Parecía que se le iba larga, pero rebotó en la mano de un defensor (para el árbitro Leodán González sin intención) y se frenó. Ahí Paul fue nuevamente sobre ella, el defensa bohemio llegó tarde y lo derribo. Penal clarísimo.

Lo quería patear el propio Dzeruvs, pero Malán se lo pidió. Gonzalo ya había pateado y convertido en la segunda fecha frente a El Tanque. Aquella vez le pegó fuerte y al medio, y quizás por eso el arquero bohemio Cristóforo se quedó parado en el centro del arco, pero nada pudo hacer porque el goleador picapiedra lo fusiló, y la guinda se metió arriba contra el travesaño.




En los minutos finales Wanderers contó con alguna falta donde mandó a todos sus hombres hasta nuestra área pero nada más. Las vueltas de reloj finales se esfumaron con Rampla haciendo correr el balón, con tranquilidad, y llevándolo contra el banderín del córner. Llegó el pitazo final del árbitro y la parcialidad ramplense explotó de júbilo. Habíamos ganado un partido durísimo.


Este triunfo demuestra que lo logrado ante Atenas no fue casualidad, ni producto de la debilidad del rival. Esta vez Rampla le ganó a un equipo que en los papeles seguramente era superior al nuestro. Sin embargo, los rojiverdes fueron conscientes de eso, pero no se achicaron. Con mucho esfuerzo, concentración e inteligencia, demostraron que pueden hacerle partido cualquier equipo de esta categoría y, por qué no, derrotarlo. Ahora se viene Racing, nada menos que el puntero del campeonato, ¿qué mejor oportunidad para seguir demostrando que somos de Primera?

Comentario: Mr.Baru (@crearoreventar)
Fotos del partido, la maratón, cumpleaños y casamientos: Adrián Barreto (@adribarreto90)
Corrió la maratón y dice que está pronto para una 10k: Emilio Fernández (@durosconceptos)

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