sábado, 22 de marzo de 2014

Ver el vaso medio lleno

Rampla Juniors estuvo a pocos de minutos de lograr una importantísima victoria como visitante frente a su escolta Central Español, pero al final se llevó un punto que termina siendo valioso una vez consumados los resultados en el resto de la etapa. Los picapiedras mantuvieron la ventaja sobre el segundo (ahora es solo el palermitano a 5 unidades) y los terceros (Rocha, Huracán y Canadian a 6 puntos).

Cuando terminó el partido ante Central, todos nos quedamos con la amargura de no haber podido asegurar un triunfo que estaba muy cerca, pero lo cierto es que analizando fríamente el trámite, el empate parece ser lo más justo. Los dirigidos por Codevila pasaron momentos de mucha zozobra, y de no ser por las excelentes intervenciones de Bernardo Long o la mala puntería de los rivales, la cosa pudo ser peor. En este panorama, pese a que nos igualaron a poco del final, el resultado no es malo para Rampla. Hay que ver la mitad llena del vaso.



Los rojiverdes, vestidos de negro para la ocasión, tuvieron a Long en el arco; el “Coto” Vargas, Pablo Pereira, Alejandro Rodríguez y Salvador Sassón en defensa; Paul Dzeruvs, Diego Galo, Sebastián Cessio e Ignacio Deleón en el mediocampo; Richard Núñez de enganche y Gonzalo “Turbo” Vargas como delantero neto.

El partido lo comenzó mejor Rampla. Teniendo la pelota y buscando llegar por las bandas. La primera aproximación fue a los 2 minutos, tras centro de Sassón y cabezazo del “Turbo” apenas por encima del palo. Otra linda chance fue a los 10’, cuando Nacho agarró un rebote al borde del área y le pegó con derecha, en caída sobre el segundo poste, perdiéndose apenas desviada la pelota.



Después de los primeros 15’ el local emparejó, y comenzó a complicar a la última línea picapiedra, fundamentalmente llegando por la zona izquierda. A los 18’ metieron un “buscapié” al medio que besó la cara externa del primer palo de Long. Después tuvieron varios córners y faltas que provocaron peligro, pero siempre fallaron en la definición, o encontraron a Bernardo brindando la seguridad que lo caracteriza.

Lo más preocupante es que llegaban muy fácilmente hasta dentro de nuestra área, aunque después resolvieran mal o Long apagara el incendio. El mediocampo nuestro no hacía pie, los de arriba no podían aguantar la pelota, y todo terminaba en un asedio de Central sobre nuestro arco. “Que termine el primer tiempo!” era trending topic en la tribuna picapiedra y por suerte nos pudimos ir a las duchas a tomar un respiro sin caer abajo en el marcador.



En el segundo tiempo, los picapiedras salieron con otra actitud. Impusieron su toque de balón en el medio y llevaron el juego hacia campo rival. Richard Núñez empezó a tener más protagonismo, y todos sabemos que si Richard tiene la guinda, el buen fútbol está garantizado.
Así fue que a los 6 minutos se escapó por la izquierda y le sirvió un centro/pase notable al “Turbo”, que no perdonó y metió la pelota abajo contra el palo, pegándole de primera. La jugada fue una muestra clara de la calidad de jugadores que tiene este Rampla.





A partir de ahí se vieron los mejores momentos del picapiedra, con el rubio número 10 derrochando calidad. A los 9’ corrió toda la cancha, se la abrió a Deleón que venía por afuera, Nacho se la devolvió al medio y Richard llegó para tocarla a la red, dentro del área chica. La pelota rebotó en el guardameta, que ni debe saber como hizo para evitar ese gol.



A los 15’ Núñez tuvo al fin un lindo tiro libre cerca del área. Le pegó por arriba de la barrera y la guinda se fue lamiendo el poste. Todos la vimos adentro.



Y un minuto después, Richard se mandó un jugadón, enganchando para aquí y para allá, y sacando un tremendo tiro de derecha que el arquero sacó casi del ángulo.
Ahí ya estaba el otro Núñez en cancha, Nicolás, que recién había entrado en lugar de Paul Dzeruvs. La sociedad que podían armar entre ambos podía ser buena para aguantar la pelota, porque lo que estaba claro es que si la guinda la tenía el rival, se nos iba a complicar. El tema es que el cansancio se empezó a notar, debido a que el ritmo que imponía el equipo locatario era muy alto.



Cada vez nos costaba más recuperar el balón y el mediocampo nuestro no hacía pie, por lo que recién en las puertas del área o incluso dentro de la misma recién podíamos frenar los avances del rival. En una hasta Bernardo tuvo que salir a cortar, su rechazo le quedó a un futbolista palermitano, que le pegó desde lejos y la pelota se fue por arriba. Si iba al arco era gol, porque Long aún no había regresado. La otra que nos quedaba era esperar que le pegaran para afuera o que Bernardo atajara, pero en el mediocampo nuestro había cero recuperación.

El entrenador tampoco tenía muchas alternativas en el banco de suplentes, ya que con las ausencias de Bruno Barreto, Jorge Anchén y Gastón de los Santos, no había volantes defensivos a la orden. Ante esta situación, Codevila buscó poner alguien fresco en ataque para tratar de liquidarlo. A los 34’ hizo su debut con la rojiverde Sebastián Gularte, ingresando en lugar de Richard, que antes de salir se mandó otra de sus formidables apiladas, sacándose 2 o 3 rivales de encima, pero llegando a definir con poco ángulo.



Llegamos a la recta final del partido bajo el mismo asedio que sufrimos en los últimos minutos del primer tiempo, solo que esta vez no saldríamos airosos. El entrenador puso a Danny Tejera por Sassón, seguramente porque el lateral estaba siendo vulnerado y ya tenía tarjeta amarilla. No quedaba otra que aguantar y pedir la hora. Lamentablemente, faltando 4 minutos, un delantero palermitano picó solito, la defensa de Rampla se quedó parada pidiendo off-side (desde nuestra ubicación no pareció) y con todo el tiempo del mundo el rival fusiló a Long.

Rampla pagó el precio de no haber liquidado el partido cuando lo tuvo a su merced y Central por lo menos tuvo su premio ante tanta insistencia sobre nuestro arco. El pitazo final nos dejó una sensación de amargura porque tuvimos el triunfo muy cerca, pero la realidad es que por lo visto en la cancha, y teniendo en cuenta el resto de los resultados, el empate no fue un mal resultado para los picapiedras.
De todos modos, no es la primera vez que nos pasa que nos igualen sobre el final (lo sufrimos contra Huracán, Villa Teresa y Atenas, aunque a este último le ganamos en los descuentos) y tenemos que aprender a cerrar los partidos para no dejar valiosas unidades por el camino.



Falta mucho camino por recorrer y hay varios aspectos para corregir, pero queda la tranquilidad de ver que Bernardo Long sigue siendo una garantía en el arco, que la entrega y el compromiso del equipo es el mismo, que la magia de Richard sigue vigente, y que al “Turbo” Vargas ya se le abrió el arco, algo fundamental para todo goleador, por lo que el lugar que dejó el “Pájaro” Márquez está en buenas manos. Y cuando vuelvan De los Santos, Barreto y Anchén, y Gularte esté al 100%, las perspectivas serán mejores. Hay razones para seguir ilusionándose con este Rampla.

Comentario: Mr.Baru (@crearoreventar)
Fotos: Adrián Barreto (@adribarreto90)
Gritos: Emilio Fernández (@durosconceptos)

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