martes, 24 de diciembre de 2013

Balance positivo

En otra de esas “curiosidades” que nos regala frecuentemente nuestro querido fútbol uruguayo, Rampla Juniors perdió su partido y sin embargo amplió la diferencia en la punta de la tabla de posiciones.

Primero el viernes el Tribunal de Contiendas decidió por unanimidad declarar a los picapiedras ganadores del partido de la 4ta. fecha ante Plaza Colonia, con lo cual los rojiverdes sumaron 2 puntos más en la tabla.

Luego, el sábado con la derrota de Huracán y el empate de Rocha, pese a haber perdido con Deportivo Maldonado, Rampla gracias a esos 2 puntos sumados en la AUF logró ampliar la diferencia con sus más inmediatos perseguidores y hoy goza de una considerable ventaja de 5 puntos sobre Central Español y Rocha, que vienen en la segunda posición.

De más está decir que el saldo es muy positivo. Había que ser muy optimista para creer que una vez terminada la primera rueda, Rampla sería el único puntero del campeonato y contara con semejante diferencia a su favor. De hecho, era bastante impensado luego de perder con Canadian y malograr la chance de pasar al frente en la tabla.

Esta auspiciosa realidad seguramente fue lo que provocó que muchísimo público picapiedra se hiciera presente el otro día en el Méndez Piana. Por supuesto que a todos nos enorgullece la gran convocatoria que tuvo y debería tener siempre nuestro equipo, pero lo que no queremos es que esto termine siendo una piedra en el zapato para nuestros intereses.

Puntualmente, desde el primer minuto se notó como un nerviosismo excesivo en la tribuna. A juzgar por el clima reinante, parecía que si Rampla no ganaba se perdía el ascenso a Primera esa misma tarde. Se ve que hay gente que no siguió al equipo durante el campeonato y, condicionado por los números, se pensó que somos el Bayern Munich. No sé que pretendían, ¿una goleada desde el primer minuto?.

Quizás no están al tanto del enorme sacrificio que jugadores, cuerpo técnico y directivos hicieron para que hoy Rampla mire la tabla desde arriba. Quizás no saben que la divisional es muy pareja y que todos los rivales son difíciles. Que en un torneo tan cambiante, la clave del éxito es la regularidad. Que no gana el que juega más vistoso, sino el más práctico, el que mete los goles cuando los tiene que meter y los defiende cuando los tiene que defender.



Y el partido contra Deportivo Maldonado fue una muestra de lo que será la segunda parte del torneo para Rampla: todos los rivales nos van a jugar a muerte. No podemos esperar a que nos hagan un gol para despertarnos. Los fernandinos nos madrugaron y después se metieron todos atrás, es lo lógico. Nosotros hubiéramos hecho lo mismo. Hay que aprender la lección. Tenemos que salir a buscar el resultado e imponer nuestro juego.

La primera media hora, parecía Deportivo Maldonado el puntero. Nos metieron contra nuestra área, un poco también por esa mala costumbre que tenemos de defender muy atrás. Y fue por eso que Ale Rodríguez llegó a destiempo a un cierre y cometió penal. Esa falta debió ser afuera del área, no adentro. En esa nos salvamos porque la ejecución pegó en el travesaño y el mismo ejecutante convirtió el gol en el rebote, violando la vieja regla de “palo no habilita”.



Pero no nos salvaríamos a los 27´, cuando despejamos la pelota, rebotó en un propio futbolista nuestro y quedó boyando para que el mismo que había errado el penal fusilara a Long. Y todo eso pasó porque estábamos casi todos metidos dentro de nuestra área. El cuerpo técnico tendrá que buscarle la vuelta a este asunto porque ya nos ha costado varios goles.

Y ahí recién apareció el Rampla puntero. Recién ahí adelantamos las líneas. Y sin ser una gran cosa tuvimos un par de chances claras para empatar. A los 36´ una buena jugada por derecha de Barboza, Galo y Mezquida, terminó con un pase al medio de este último que el “Pájaro” Márquez empujó hacia el arco, con la mala suerte de que la guinda derivó justo para donde estaba el arquero. Sobre los 43´ otra vez el goleador del torneo tuvo el empate, desmarcándose tras un centro de Núñez y cabeceando la guinda hacia atrás, perdiéndose apenas afuera.



En el segundo tiempo ya fue todo más difícil porque Deportivo Maldonado se metió todo atrás y nos cerró los espacios por las bandas, obligándonos a centralizar el juego. Como se dice en la jerga futbolera "nos hizo entrar en el embudo".

Codevila intentó cambios ofensivos, colocando a Matías Rigoletto por Deleón, pasando a jugar con tres puntas. Y esa cuota de suerte que a veces es necesaria para destrabar este tipo de partidos nos fue esquiva, cuando un soberbio zurdazo de Mezquida entrando al área pegó en el palo, casi contra el ángulo, cuando iban 27 minutos y había tiempo para darlo vuelta.



En el último cuarto de hora fue más empuje que otra cosa. Entraron Jorge Anchén y Román Cuello por Galo y Mezquida pero poco pudieron hacer. Llegó el pitazo final de Martín Vázquez y nos perdimos la chance de sacar 8 puntos de ventaja en la tabla. Una parte de la parcialidad aplaudió al equipo, la otra se fue masticando bronca. No hace falta ser muy perspicaz para darse cuenta quienes eran los que fueron todo el campeonato.

Ahora es tiempo de pasar raya y hacer un balance, el cual, como decíamos al principio es claramente positivo. Sin embargo, estos últimos partidos han encendido algunas luces de alerta y sin duda habrá que trabajar mucho antes de encarar la segunda parte del torneo. La empezaremos en una posición inmejorable, ojalá la terminemos como todos queremos, festejando la vuelta de Rampla Juniors a Primera División. Salud!

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