lunes, 12 de febrero de 2018

Hora de despegar

A la dificultad habitual que presenta un partido contra Nacional, esta vez se le sumaba la ansiedad ante el inminente viaje a Lima, para disputar nada menos que el partido más importante en la historia reciente de nuestro club y seguramente el más relevante para todos los futbolistas que integran nuestra plantilla.

El propio Rodrigo Odriozola, referente del plantel, lo decía en declaraciones a medios radiales: "Si te digo que tenemos la mente puesta solo en el partido contra Nacional, te estaría mintiendo". Ante ese panorama, el rendimiento de nuestros jugadores frente a los albos era toda una incógnita. Nunca Rampla había estado en una situación así.

Por todo esto creemos que no se puede hacer un análisis de la derrota 0-3 ante los tricolores sin considerar el contexto en que se desarrolló el cotejo.

Nacional puso un equipo alternativo pero sumamente competitivo, con futbolistas deseosos por ganarse un puesto en la oncena titular, que no serían suplentes en ningún equipo "menor" del medio uruguayo. Se sabía que iba a ser un rival durísimo.

Rampla por su parte presentó su equipo titular base, con la inclusión del lateral Fabián Píriz y el delantero Julián Lalinde desde el vamos. Rodrigo Odriozola en el arco; Mauricio Felipe, Gonzalo Rizzo, Willy Techera y Píriz en defensa; Gabriel De León, Nicolás Rocha, Hugo Dorrego e Ignacio Panzariello en el mediocampo; Matías Rigoleto y Lalinde en ataque.

Los primeros minutos del picapiedra fueron interesantes, buscando darle buen destino al balón y avanzando por las bandas, presionando el medio del campo para no dejar generar juego al rival.



(foto: L.Carreño - referi.uy)

A los 19´ tuvimos la primera llegada clara de la tarde. Una buena combinación entre Rigoleto y Panzariello, que termina con Lalinde entrando al área y sacando un buen remate cruzado que tapó muy bien el arquero Mejía.

Sin embargo, a medida que pasaron los minutos, el dominio tricolor fue cada vez más preponderante. Nuestros volantes externos intentaban tapar la subida de los laterales rivales, pero en el centro del campo quedábamos 2 contra 3: Dorrego y Rocha contra los tres volantes centrales de Nacional.

Esto obligó a nuestros marcadores a correr siempre detrás de la pelota, dejando espacios que los albos aprovechaban con triangulaciones. El propio DT Luis López lo reconoció después del partido: "marcamos la pelota en vez de marcar al jugador".

El trámite se transformó en un asedio constante de Nacional sobre el arco de Rampla, y solo algunas salvadas providenciales de Odriozola y Rizzo lograban evitar un gol tricolor que parecía inminente.

A los picapiedras les costaba mucho hilvanar contragolpes, pese a tener espacios y en varias ocasiones superioridad numérica. No encontraban el pase final: o lo daban defectuoso o tarde, cayendo en posiciones adelantadas.

Cuando todos sabíamos que terminar 0-0 el primer tiempo era flor de negocio, llegó el 1-0 para los tricolores. Un pelotazo largo para Gonzalo Bueno, y doble error de nuestra defensa. Felipe que lo marcó muy de lejos, dándole espacio para recibir y meter el pase al medio, y nuestros zagueros que perdieron en velocidad con Bergessio, quien entrando por el centro del área definió notable, dejando sin asunto a Odriozola. Nos agarraron insólitamente mal parados.

Para el complemento, salió Mauricio Felipe e ingresó Diego Benítez, quien hizo su debut con la camiseta de Rampla y se colocó como volante por izquierda. De León pasó al lateral derecho y Panzariello a la banda diestra, el lugar donde siempre ha rendido mejor.



(foto: L.Carreño - referi.uy)

Benítez mostró algunos pincelazos interesantes, entre ellos un tremendo caño de taco y contra la raya, al mejor estilo Juan Román Riquelme. El problema con ese movimiento de piezas es que a De León le tocó bailar con la más fea: perseguir a Gonzalo Bueno.

Así fue que ya a los 2 minutos del complemento, Bueno se le escapó en velocidad y puso un centro perfecto para que Bergessio le ganara la espalda a Techera y pusiera de cabeza el 2-0 para los tricolores.

Ya no habría chance de agarrar mal parada a la defensa de Nacional como en el primer tiempo. A los 15´ entraron Cristian Olivera y Santiago González por Dorrego y Rigoleto, de flojo partido ambos. El "mago" le dio salida clara al balón y el equipo mejoró.

Santiago tuvo la gran chance de lograr el descuento pero no pudo convertir. Fue a los 19´, cuando Panzariello recibió de Olivera y la mandó al área. El zaguero argentino Erramuspe pifió y González quedó sorpresivamente solo con Mejía. Quiso tocar por abajo pero el panameño se tiró con los pies y le cerró el ángulo.

Sobre el minuto 23´ se terminó de complicar el panorama para Rampla. De León le cometió una falta a Bueno, siendo último hombre, y Fedorczuk le sacó la segunda tarjeta amarilla y luego la roja. La primera amonestación había sido discutible (incluso pudo ni siquiera ser falta) pero la segunda fue inobjetable.

De ahí al final solo restaba por ver cuántos goles más hacía Nacional y qué cosas nos faltaban poner en la valija. Por suerte fue solo un tanto más, que llegó a los 35´ luego de que Willy Techera perdiera una pelota en la salida y los tricolores, con amplia superioridad numérica, definieran la jugada con un remate cruzado de Labandeira que rozó en Píriz y se metió.

El balance de estos dos primeros partidos claramente no es bueno. Lo sabe el cuerpo técnico, lo sabe el plantel y lo sabemos los hinchas. Se necesita mejorar mucho defensivamente, y también en el volumen de juego ofensivo. Además, el equipo necesita un sacudón desde el punto de vista de la actitud, porque se lo vio un poco falto de respuesta anímica en ambos partidos.

Ojalá el duelo con UTC sea el despegue de este Rampla 2018. Que podamos traer un buen resultado y encontrar el nivel que sabemos este equipo puede dar. Será fundamental si pretendemos el 8 de marzo poder celebrar una clasificación a la siguiente fase. ¡Arriba Rampla!

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