De acuerdo a las primeras informaciones, el viernes a la noche jugarían Cerro Largo y Boston River en Melo. Si Cerro Largo no le gana a Boston River, Rampla ya asciende a Primera División (también lo hace Boston River). Si gana Cerro Largo, el picapiedra estará obligado a por lo menos empatar contra Huracán para ascender. Recordemos que en la última fecha Rampla recibe a los arachanes en el Olímpico, y definir el ascenso ese día sería infartante.
También cabe recordar que en el peor de los casos, si Rampla cae al cuarto lugar igual tendrá la chance de disputar el ascenso ante el tercero de la tabla, derecho ganado por haber sido campeón de la primera fase. OJALÁ NO SEA NECESARIO LLEGAR A ESO.
Volviendo al partido contra Central Español, el cuerpo técnico de Rampla no pudo contar con sus dos volantes centrales titulares: Ángelo Paleso y Nicolás Rocha, ambos suspendidos. Esos puestos fueron ocupados por Mathías Choca y Christian Pérez, dos futbolistas con menos marca pero mejor manejo de balón.
El conjunto picapiedra asumió el protagonismo del partido desde el inicio, y contó con varias aproximaciones peligrosas sobre el arco palermitano, aunque ninguna haya sido una manifiesta opción de gol (por ejemplo, un mano a mano con el arquero).
La primera la tuvo Mathías Choca, que recibió la guinda a pedir de boca en la medialuna, le pegó fuerte y la pelota se fue apenitas al lado del ángulo cuando el arquero solo podía mirar.
Los rojiverdes (vestidos de blanco para la ocasión) tuvieron muchos remates desde dentro del área o cerca de la misma, todos desviados. En algunas ocasiones por tener el perfil cambiado (Freitas tuvo una chance con zurda y Sena con derecha), otras por patear en forma apresurada o al contrario, demorar mucho en hacerlo, y otras por simple falta de puntería.
Hubo también varios remates cruzados que por poco no pudieron ser desviados hacia el arco (los llamados popularmente “busca-pies”).
A medida que pasaban los minutos el nerviosismo crecía tanto en la tribuna como en la cancha, y el equipo local comenzaba a aprovecharlo. Sobre la hora del Primer Tiempo tuvieron una chance clarísima de convertir, pero apareció Rafa García para ahogar el remate del delantero palermitano.
Y la última de la mitad inicial la tuvo Maxi Freitas, con un fuertísimo remate desde el borde del área que salió muy al medio y el arquero sacó al córner casi sin saber cómo lo hizo.
Finalmente dejar este documento fotográfico obtenido por Adrián Barreto, que muestra un claro penal a favor de Rampla en esa primera mitad, no sancionado por el juez Gustavo Tejera. Como dice un conocido comentarista “no hay penalazos y penalitos”. Esto era penal y la terna arbitral no lo vio.
El comienzo del segundo tiempo mostró a Central Español más adelantado en la cancha, como animándose a tocar el balón y llegar sobre el arco picapiedra. Eso también le daba espacios a los nuestros para el contragolpe.
Así fue que a los 2 minutos casi llega el primero, tras un pase profundo de Freitas para Rigoleto, pero la definición de Matías se fue apenas desviada.
Todos teníamos la sensación de que tarde o temprano el ansiado gol de Rampla iba a llegar. Sin embargo, el que llegó fue el gol de Central Español. Cándido salió a anticipar una guinda y tuvo mala suerte: la pisó y siguió de largo. El balón le quedó al veloz puntero palermitano, que desbordó, metió el pase atrás y entre Techera y García no pudieron sacar la pelota, que le quedó a Lombardi, quien solo tuvo que empujarla.
Ese tanto fue un mazazo para los nuestros, que si bien es cierto mostraron la garra y la entrega habitual, perdieron la claridad al momento de construir los ataques. Tuvieron una clara en un pase profundo de Freitas para Rigoleto que Matías bajó de pecho y luego transformó en gol, pero el juez Gustavo Tejera lo anuló, cobrando mano del juvenil ramplense. La TV mostró que la incidencia es muy dudosa, pero que el gol parece ser lícito.
Ir perdiendo injustamente y todavía que te anulen un gol mal anulado ciertamente no ayudaba al nerviosismo que bajaba desde la tribuna y se contagiaba a nuestros futbolistas. Añón intentó cambiar algo dando ingreso a Sergio Souza, Mauricio Felipe y Christian Serrón, pero el panorama siguió siendo el mismo: el picapiedra yendo al frente con mucho pundonor pero pocas ideas.
Incluso en los últimos minutos estuvo más cerca Central del 2-0 que Rampla del empate. Quedan por señalar otras dos incidencias muy dudosas en el área palermitana: una mano tras un centro de Sena y otra mano en una pelota llovida que Souza buscaba bajar de pecho. Dio la sensación que en ambos casos había penal, pero el juez no lo consideró así.
Ya estamos hablando de 3 penales no cobrados a favor de Rampla y un gol mal anulado. Todo esto en un partido donde el picapiedra se jugaba el ascenso. No es por intentar justificar la derrota, pero las cosas hay que decirlas como son: en este partido el arbitraje nos perjudicó.
Llegó el pitazo final y la desazón de todos los que fuimos al Palermo con la ilusión de volver en caravana y con el ascenso bajo el brazo. No hay nada que reprocharle a nuestros futbolistas. Simplemente esta vez las cosas no se dieron.
La próxima fecha habrá otra oportunidad, y si por algún motivo no se concreta habrá otra y luego otra más. Y esto no es un regalo del cielo, estas chances Rampla las tiene por haber ganado heroicamente aquella final de la primera fase ante Cerro Largo.
Hay que redoblar el esfuerzo, seguir trabajando y mantener la humildad, y no tenemos dudas que el grupo así lo entiende. Confiamos plenamente en el trabajo del cuerpo técnico y de los futbolistas, que han hecho enormes sacrificios durante toda la temporada para llegar a esta instancia. Quizás ellos, más que nadie, se merezcan el ascenso. Y todos confiamos que lo van a lograr. La ilusión se mantiene intacta. ¡Arriba Rampla!
Fotos y videos de futuros rivales (consulte aquí): Adrián Barreto (@adribarreto90)
Depto. de cábalas, anti-mufa y afines: Emilio Fernández (@DurosConceptos)
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