Con sabor a revancha

Rampla Juniors se impuso 2-0 a Tacuarembó en el siempre difícil Estadio Goyenola y sacó una importante ventaja en la Serie B de la Primera Fase del Campeonato Uruguayo de la Segunda División Profesional.

En la próxima fecha los picapiedras recibirán a Miramar Misiones en el Estadio Olímpico el sábado por la mañana (el partido irá televisado). En caso de ganar, una derrota de Huracán por la tarde en su visita a Deportivo Maldonado permitirá a los dirigidos por Gabriel Añón asegurarse el primer lugar de su serie, clasificando a las finales contra el ganador de la otra llave. Así de importante fue esta victoria obtenida en el Norte del país.

El bravo Rampla contó con un cronista invitado que quiso reservar su identidad, acompañado por nuestro fotógrado estrella Adrián Barreto. Aquí les compartimos la crónica de nuestros enviados a Tacuarembó.

Ya conocíamos ese tremendo viaje, muchas  veces fuimos en auto hasta la tierra de Gardel, pero esta vez no quisimos ir manejando y aprovechamos que salía un ómnibus. Coordinamos con el gran fotógrafo de esta prestigiosa web y mate mediante salimos a recorrer la segunda distancia más larga que un simple hincha del futbol podría recorrer.

Llegando a Tacuarembó, algo nos llamó la atención: ¡Gardel no estaba! Nos costó darnos cuenta pero enseguida le encontramos la explicación: evidentemente Carlitos se fue a ver al picapiedra como nosotros.

Ya llegados, y luego de haber frenado en los cientos semáforos que tiene la ciudad de Tacuarembó, fuimos a la plaza principal a esperar la hora del partido.

Una vez en la cancha confirmamos que el picapiedra se presentaba con el mismo equipo que venía de ganarle 4-1 a Central Español en el Olímpico.

El encuentro no  arrancó bien para nuestro equipo, a los dos minutos un desborde por izquierda del equipo norteño encontró al interminable Aldo Díaz y su cabezazo pasó muy cerca del travesaño.
Eso fue solo el comienzo, el equipo rojiverde en todas las líneas parecía muy impreciso. En el medio campo los pases no llegaban a buen destino. La claridad para pasarla a los compañeros no se veía como en partidos pasados que siempre había uno o dos receptores disponibles.

En la línea final, constantemente aparecía Aldo Díaz ganando por arriba. Asi, en el minuto 10, un centro desde la derecha dejó de cara al gol al cuarentón frente a Rafael García y afortunadamente la pelota se volvió a perder por encima del horizontal.

Si a todo estos le sumamos la constante intención de ellos de jugar abriendo la cancha (el Goyenola parece la cancha más ancha del mundo), no agarrábamos una guinda ni con un calderín, salvo Rafa García, de buena primera parte.

Tuvimos solo una chance de gol en el primer tiempo, y fue un mano a mano de Rigoleto que el arquero Dos Santos aún sin transpirar pudo controlar sobre el palo derecho.

Paralelamente al partido, sintonizamos una radio local que transmitía el partido. Escuchamos cualquier tipo de barbaridad en la voz del muchacho de la cabina 8, como que Rampla no merecía estar en la punta de la tabla, y sí lo merecía Tacuarembó por la manera que estaba jugando. También escuchamos la frase: “TA CALOR, TA DIFICIL PARA JUGAR”. Luego de ese concepto, evidentemente toda seriedad que le prestamos al relato se fue por el caño.

Varias chances claras más de Tacuarembó seguían evidenciando una mala tarde del conjunto picapiedra, pero aun así nuestro equipo podía sostener el resultado. Así nos fuimos al descanso con empate 0 a 0.

Ya en el segundo tiempo, Añón mandó a la cancha a Cristian Olivera en lugar de Rigoleto. Un cambio que muchos no entendimos, ya que Matías había sido el único argumento para llegar al área rival en la primera parte.

Rampla arrancó más adelante en el campo, presionando e intentando cambiar el trámite, pero eso poco duró. Tacuarembó jugaba mejor, abría la cancha, tocaba en corto y no la veíamos por ningún lado. Tanto así que una dura falta de Maximiliano Montero sobre el córner derecho le provocó la amarilla, que sumada a la que ya había visto Camilo Cándido en el primer tiempo nos dejaba toda la zona izquierda de la defensa en capilla.

En tiempo real a algunos de nosotros nos pareció ver un penal en una jugada de Pablo Pereira, que recibió una bola larga en el área por parte de Marcel Román. Cuando Pablo controla en velocidad el zaguero norteño parece empujarlo, pero el juez Héctor Martínez no cobró nada, dejando al goleador ramplense con cara de pocos amigos.

En líneas generales el arbitraje fue correcto, a pesar de esta jugada puntual y a nuestro entender de una segunda amarilla que debió mostrar a un jugador rival que cometió dos duras faltas en pocos minutos, a tal punto que el DT de Tacuarembó lo sacó enseguida.

Faltando 20 minutos Añón nuevamente mete mano en el equipo y realiza un gran movimiento de fichas. Pone a Adrián Leites en lugar de Dutra, el lateral derecho. Cuando vimos este cambio no entendimos si realmente iba a armar una línea de 3. En realidad mandó a Cándido a la línea media y retrasó a los dos volantes por fuera (Sena y Felipe) a jugar de laterales, quedando Cristian Olivera como mediocampista por derecha.

Estos movimientos funcionaron de buena manera. Le dieron a Rampla una salida rápida por fuera, buen trato de pelota por parte de Cándido y Olivera, sumada a la entrega de Pablo Pereira y Adrián Leites para lucharlas todas arriba.

Tras cada ataque de Tacuarembó el picapiedra contestaba con una linda contra, siempre quedando mano a mano todas las pelotas. Si bien ellos seguían llegando con peligro al arco defendido por García, se notaba que el partido se abría para los dos.

En lo que fue la chance más peligrosa del partido, una falta al borde del área les regaló a los locales un gran tiro libre que se estrelló contra el palo luego de que Rafa García rozara la pelota. Una vez más nos salvamos.

Faltando 10 minutos Añón realizó el último cambio: entró Christian Serrón por Gonzalo Sena, que salió sentido tras un tranque. Agotando las variantes y Pablo Pereira tuvo que terminar jugando los 90 minutos, extenuado del “trabajo sucio” que debió realizar durante todo el partido.

Ya en el minuto 83, el público norteño veía lo bien que jugaba su equipo y que era cuestión de tiempo el gol. Festejaban cada pase, casi que se escuchaba el “ole” en las pisaditas. Pero el gol que llegó fue el de Rampla.

Pase largo a Leites por derecha, se le parece ir larga la guinda pero la logra controlar, pisa el área y de frente se la pasa a Serrón que entra solo y la manda a guardar.

DELIRIO Y JÚBILO en los casi cien parciales picapiedras que veíamos una vez más a nuestros hermosos colores ganar en el norte.

Lo insólito es que justo segundos antes del gol de Rampla le estaba mandando un audio por Whatsapp a los amigos de El Bravo Rampla y quedaron los gritos y festejos registrados.
Aquí el audio de ese momento:



En los minutos finales el equipo local evidentemente sintió el impacto y Rampla se haría total dominador de las acciones. Por eso no extrañó que ya en los descuentos llegara el segundo gol, convertido por Mauricio Felipe, entrando por derecha y tomando un balón suelto para definir con el arco libre.

Así como hace unos meses nos tocó volver de Tacuarembó con la tristeza de un descenso, esta vez nos volvimos sumamente felices por el triunfo, y de algún modo, con esa sensación de que el fútbol da revancha y nosotros tuvimos la nuestra. ¡Arriba Rampla!

Comentario: Columnista invitado.
Fotos: Adrián Barreto (@adribarreto90)
Estudios centrales: Marcelo Baruffaldi (@crearoreventar) y Emilio Fernández (@DurosConceptos)