lunes, 21 de octubre de 2013

Nunca se entregó

Si bien en lo previo no hubiera sido un buen resultado, las adversidades que Rampla tuvo que enfrentar durante el partido hacen que el empate logrado ante Torque haya resultado un punto valioso. Los rojiverdes tuvieron que sobreponerse a una injusta desventaja en el primer tiempo, y a una expulsión con inmediato gol en contra en el segundo. Con mucha garra y algunos pasajes de buen fútbol, los 10 hombres picapiedras metieron contra su arco a los visitantes y tras desperdiciar varias chances muy claras, pudieron empatar a poco del final.

El entrenador Héctor Codevila puso a los mismos 11 titulares que comenzaron jugando en el debut ante Central Español: Bernardo Long en el arco; Fabián Vargas, Pablo Pereira, Rodrigo Canosa y Salvador Sassón en defensa; Julio Gutiérrez, Sebastián Cessio, Ignacio De León y Nicolás Núñez en el mediocampo; Luis Martínez y Andrés Márquez en ofensiva.


Rampla empezó mejor que contra los palermitanos, hilvanando buenas combinaciones en el mediocampo y con los volantes presionando la salida del rival. A punto tal que Núñez y De León recuperaron varios balones que le permitieron a nuestro equipo iniciar sus ataques más cerca del arco contrario.
A los 3 minutos ya tuvimos una chance clarísima para abrir el marcador. Canosa metió un pase largo, Márquez picó solito, habilitado, y el arquero rival salió a cortar lejos de su arco pero no pudo darle bien a la pelota. Ahí la tomó Martínez y quedó de cara al gol, con un defensa parado en la raya, pero el delantero ex Danubio no le pegó bien y la pelota fue directo a la cabeza del adversario.

Torque, cuyo único argumento ofensivo era el pelotazo para uno de sus 2 centrodelanteros con la esperanza de que alguno pudiera bajar la guinda y dejar a un compañero de cara al arco, respondió de esa forma a los 11 minutos, obligando a una notable atajada de Long, quien voló sobre su poste izquierdo y la sacó al córner. Después fue todo de Rampla, que llegaba al área con juego asociado por ambas bandas, pero fallaba en el toque final.

Sobre el minuto 34, cuando parecía que el gol picapiedra no tardaría en llegar, un ataque rojiverde terminó en un contragolpe celeste donde llegó la apertura en el marcador pero para los visitantes. Nuestros volantes no volvieron rápido, la defensa no llegó a cortar a tiempo, y tras un centro desde la izquierda nos metieron un cabezazo abajo, contra el primer palo, en el que nada pudo hacer Long. Un marcador parcial totalmente injusto para lo visto hasta el momento.

Rampla sintió el impacto anímico, pero dentro de todo nuestros futbolistas debían sentirse tranquilos de que tenían que seguir igual, porque estaban haciendo bien las cosas. El empate pudo llegar a los 40’ en una pelota quieta. Centro de De León, mala salida del arquero de Torque y un cabezazo del “pájaro” Márquez que se perdió apenas por encima del palo. Y pudo ser a los 45’ con un remate de media distancia de Gutiérrez que también se fue elevado. Así llegamos al final del Primer Tiempo, y pese a estar en desventaja los dirigidos por Codevila se fueron aplaudidos al vestuario.

En el complemento a los picapiedras les costó un poco más arrimarse sobre el arco de Torque. Los visitantes evidentemente se sentían cómodos con el resultado y replegaron aún más líneas. Ante este panorama, el entrenador rojiverde apeló a las variantes. A los 7’ ingresó Nicolás Mezquida por Martínez y cuando iban 14 minutos Paul Dzeruvs por De León. Así Rampla pasó a jugar con un 4-3-3 bastante más ofensivo.

Y llegamos al momento crucial de la tarde, 3 minutos donde pasó de todo. Primero, el empate picapiedra. Saque lateral largo de Gutiérrez al corazón del área y tras una serie de rebotes, el “Coto” Vargas encontró la guinda y le pegó de zurda, algo mordido, pero metiéndola contra el palo. Al fin comenzaba a hacerse justicia en el marcador! Lo que nadie sabía es que la alegría no iba a durar nada.

En el festejo, Vargas levantó su camiseta y se tapó la cara con ella. El árbitro Martínez le mostró la segunda amarilla y lo expulsó del campo. Entendemos el desahogo del “Coto”, que aparte es hincha del club y siempre deja todo en la cancha, pero la realidad es que se regaló ante esta norma que es injusta pero que existe en el reglamento de FIFA y los jueces están obligados a aplicarla.

Y por si algo faltaba para confirmar nuestra mala liga en la tarde, un minuto después Julio Gutiérrez, que debió bajar a cubrir el puesto de Vargas, tuvo la mala fortuna de cabecear hacia atrás, descolocando a Long y decretando el 1-2. En cuestión de 3 minutos, Rampla pasó a estar peor que antes, porque ahora no solo perdía sino que debía enfrentar el resto del partido con un hombre menos.

Sin embargo, contra toda esa adversidad, el equipo no se achicó. Al contrario, doblegó esfuerzos e inclinó la cancha hacia el arco de Torque. Es cierto, en un par de contragolpes quedamos mal parados, y ahí apareció como siempre Bernardo, tapando 2 mano a mano, pero Rampla tuvo varias chances y mucho más claras. En esa recta final fueron fundamentales Niki Núñez, el bajito que llegó desde Plaza Colonia, metiendo precisos pases largos y llegando varias veces a rematar peligrosamente sobre el arco rival, y el “pájaro” Márquez, bajando pelotas en el área y al final provocando el penal que él mismo transformaría en el empate.

A los 23’ Núñez tuvo una notable volea desde el borde del área que el arquero sacó al córner. A los 31’  un pase de 50 metros al pie de Dzeruvs, que desbordó, tiró el centro y Márquez, entrando completamente solo por el medio y con todo el arco a su disposición, cabeceó justo para el lado donde estaba el arquero. Un par de minutos después sería Niki el que tendría todo para el gol. Gutiérrez, que vale decir jugó un muy buen partido pese al gol en contra, metió la pelota en el área, el “pájaro” la aguantó, se fue de su marcador y cuando enfrentaba al arquero le cedió la guinda a Núñez, que solo tenía que empujarla hacia la red. Lamentablemente el chiquito le pegó mal y esto permitió que un defensa celeste la sacara en la línea.

Llegando a los 38’ otra vez Márquez apareció cubriendo la pelota en el área y cediéndola para Núñez, cuyo remate se fue cruzado apenas afuera. Era todo de Rampla ante un Torque que no daba 2 pases seguidos y solo se dedicaba a defender y a hacer tiempo, pero los rojiverdes eran incapaces de concretar su dominio en la red.
Hasta el minuto 41, cuando apareció la experiencia de Márquez para provocar el penal. El delantero surgido en Nacional recibió un pase dentro del área y viendo que el arquero salía a cortarlo, lo esperó y le movió justo la pelota, provocando el contacto. El juez Martínez no dudó y tampoco el “pájaro”, que puso la pelota en el punto penal y remató con fuerza, cruzado, venciendo al arquero que se adivinó el palo pero no pudo llegar al balón.

A Rampla le quedaba un cambio y Codevila enseguida rearmó el equipo, poniendo a Galo por Márquez, para asegurar ese punto que tanto costó alcanzar. Los minutos finales transcurrieron sin mucho que agregar y llegamos al pitazo final. Quien no haya ido al partido puede pensar que es una desilusión haber empatado de locales con Torque, pero los que fuimos al Olímpico sabemos que Rampla mereció ganar y al menos pudo empatar un partido que en otros tiempos hubiera sido derrota por todas las adversidades sufridas.


Además, este empate, de la forma en que se dio, sirve mucho anímicamente, aparte de que nos mantiene en las primeras posiciones de la tabla (hoy Rampla es junto a Villa Teresa los escoltas del único líder Rocha). Es justo volver a destacar la entrega y el compromiso del grupo. Dejan todo desde el primer minuto hasta el último y ante Torque quedó más que claro. Y para eso, es fundamental la excelente preparación física que ya se nota tiene nuestro plantel. Mientras los 11 de Torque no podían más, los 10 nuestros se comían la cancha. Esto nos va a permitir luchar hasta el final todos los partidos. Ganando, empatando o perdiendo, la gente se puede quedar tranquila que nuestros jugadores nunca se van a entregar, como debe ser cuando se luce la camiseta de Rampla.

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