domingo, 4 de noviembre de 2012

Cada vez peor

Un decente número de parciales picapiedras hicimos el viaje hasta Colonia con vibrante fe, para alentar al bravo Rampla, con la expectativa de cambiar la pisada y poder volvernos a Montevideo con la primera victoria del campeonato. Intentando buscar motivos racionales para justificar el traslado (ya que el amor por el rojiverde siempre es una razón suficiente, pero subjetiva), uno podía pensar que la derrota ante Rocha haría aparecer a un Rampla rebelde, como un león herido, dispuesto a llevarse por delante a un rival que tampoco había podido ganar en lo que va del certamen. Pero ya desde la integración del equipo, se veía que no iba a ser así, que iba a ser más de lo mismo, o peor.


Qué se puede esperar de un equipo que juega con 8 jugadores defensivos? OCHO. Se puede esperar que se defienda, que no sepa cómo atacar, que no pueda tener la pelota, que retroceda, se repliegue y deje completamente a la deriva a sus únicos 2 hombres de ataque. Por más que el entrenador grite “salgan” veinte mil veces, los intérpretes que él mismo eligió no eran los apropiados para hacerlo. Rampla salió con Barlocco en el arco, una defensa donde los 4 eran zagueros de posición natural (Alvaro Márquez, Souza Motta, Velásquez y Tejera), un doble cinco (Flores y Russo), 2 volantes externos que más que eso son laterales (Vargas por derecha y Sasson por izquierda) y allá, solos contra el mundo, Guevara y Franco. Parecía que Rampla era un equipito del interior, y Plaza el Real Madrid de Mourinho. Realmente inentendible el planteo de Arias.
Así y todo, parecía ser la tarde ideal para romper el maleficio. Al minuto de juego, pelotazo largo, corrida de Maureen Franco por izquierda y centro perfecto para la entrada de Nico Guevara, que con notable volea de zurda le pega de primera y la mete contra un palo. Golazo de Rampla y al fin comenzamos ganando.



Era el momento ideal para jugar con soltura, hacer correr el balón y matar de contragolpe, lo que no habíamos podido hacer hasta ahora. No fue asi. Instintivamente, nuestros jugadores le cedieron la pelota al rival y se refugiaron contra su área. Eran todos defensivos, hicieron lo que saben hacer. Lamentablemente se lesionó Danny Tejera y Arias puso a Fermando Rimolli (otro zaguero) como lateral izquierdo. Tuvo lo chance de bajar a Sassón a su puesto natural y meter a Enzo Ventoso, que nadie sabe cómo no es titular en este equipo. Optó por poner OTRO zaguero.

Plaza se vino, con muy poca cosa, pero a fuerza de desbordes iba ganando algún que otro tiro de esquina, que incluso lograban cabecear pese a la comunidad de zagueros que presentaba Rampla. Así fue que a los 30 minutos, un infantil empujón provocó el penal que le dio el empate a los locales. Un error imperdonable. Bien cobrado por De Seja y bien pateado por el futbolista coloniense, fue abajo contra el palo y pese a que no iba fuerte, atravesó la red, generando suspenso en la tribuna. De ahí al final pasó poca cosa más. Franco metió un centro que cabeceó Souza Motta completamente solo, pero directo a las manos del arquero. Fue la única. Rampla siguió siendo el mismo equipo partido al medio, que siempre termina a pelotazo limpio.


En el entretiempo, se sentían los gritos de Arias en el vestuario, tratando de motivar a sus jugadores, diciéndoles que para el complemento “había que meter a Plaza contra su arco”. Fenómeno, pero una cosa es decirlo y otra hacerlo. Yo le puedo decir a Sassón que eluda 5 rivales, llegue mano a mano con el arquero, lo eluda y haga el gol de rabona. Ahora, si pienso que por decírselo, lo va a poder hacer, soy un iluso. Lo cierto es que Vargas y Sassón se adelantaron, Russo salió como un perro de caza a presionar la salida rival, y por lo menos Rampla comenzó a jugar más cerca del arco rival. Fue eso nomás, porque de generar peligro ni hablamos.

Antes del minuto 10 Arias puso a Enzo Ventoso y sacó a Sassón, y ya con sus desbordes y su buena pegada, el botija hizo más que su predecesor. De todos modos, en ese intento por llegar con más gente al ataque, Rampla se transformó en un equipo estirado, que ya no volvía sobre sus pasos (esta ha sido una característica durante todo el torneo, somos un equipo lento para volver) y Plaza encontraba espacios, bien aprovechados por hombres de refresco que puso su entrenador Luis Matosas. Así llegó el segundo gol de los locales, con una jugada por izquierda donde un recién ingresado tuvo todo el tiempo del mundo para rematar cruzado y vencer a Barlocco.

Enseguida Arias hizo debutar a Diego Ventoso, para ponerlo como enganche. La idea era buena, el problema fue que sacó a Russo, que era el que más estaba corriendo en el mediocampo. Ya sin cambios por hacer, el rojiverde tenía que salir a buscar el empate con un tímido 4-3-1-2 y recién ahí presentando 4 jugadores de prioridad ofensiva. Mientras caía la noche en Colonia, llamaban por los altoparlantes al funcionario municipal encargado de encender la red lumínica del estadio y el susodicho no aparecía. El juez De Seja tuvo que parar el partido y recién ahí se hizo la luz.

Faltando no sé cuantos minutos (porque con la interrupción mencionada anteriormente perdí la cuenta), el picapiedra tuvo una chance inmejorable para empatar y buscar el triunfo sobre el final. Maureen Franco hizo una gran jugada individual y fue derribado dentro del área. El propio Franco se encargó de la ejecución, le pegó cruzado y el arquero adivinó la intención, atajando el remate. Una lástima porque Maureen se lo merecía, ya que fue de los que más quiso. Ese sería un minuto fatal, porque enseguida después del penal marrado, Souza Motta se le tiró con todo a un futbolista rival y fue bien expulsado por el árbitro. De estar 2-2 en igualdad de condiciones, a estar 1-2 abajo y con un hombre menos.

En los instantes finales, cabe destacar que nuestros jugadores mostraron rebeldía. No se entregaron hasta el último instante, pero fue todo voluntad y muy poco fútbol. En los descuentos pudo llegar el empate, tras una buena habilitación de Flores para Franco, que el delantero remató pero fue tapado por la rápida salida del arquero rival. También hubo un cabezazo de Vargas, entrando por el segundo palo, que se fue cerca. Y creo que esa última jugada resume lo que fue Rampla: Vargas, uno de los de más baja estatura, cabeceando en el área rival. Así es muy difícil. Ahí tenía que estar un delantero, no un lateral derecho. Por más que peguemos mucho grito, si no armamos un equipo para ganar, difícilmente podamos hacerlo.

2 comentarios:

  1. Muy buena cronica, la verdad que fue tal cual lo escribis. Es cierto, aun falta mucho pero 2 puntos de doce es inaceptable para el plantel que se formo. Complicado pero vamo arriba, aun no pateo la lata, solo pido que no se duerman en realizar los cambios necesarios para que esto no se hunda mas.
    Gonzalo da Rosa

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  2. Gracias Gonza por tu comentario! Arriba Rampla!

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