viernes, 12 de octubre de 2012

El ansia de luchar


Al fin llegó la hora. Ya no se aguantaba más. Lo peor del momento fatídico en que se pierde la categoría, es la ausencia. Ver que los otros juegan y Rampla no. Sentir a otros gritando un gol y vos ahí, con la garganta al borde de la implosión.

Los fines de semana grises, sin nada que hacer más que mirar a ver si algún uruguayo por el mundo moja en su club o cuántas patadas le pegan a Suárez y cuáles en realidad son zambullidas teatrales del delantero. Al fin eso se terminó.

Este sábado juega el bravo Rampla, con su ardor  tradicional. Luego de varias idas y venidas, será el Estadio Olímpico quien será testigo de una nueva misión cuyo objetivo es devolver a nuestra gloriosa institución al lugar que le corresponde: la Primera División.



Llegó Edgardo Arias, aquel recio zaguero que terminó siendo pieza clave en el ascenso de 1992, cuando con la calculadora en la mano y la oreja en el Basañez – Sud América del Estadio Centenario, Rampla goléo 3-0 a Huracán Buceo y dio la vuelta en el Parque Central. Esta vez, Edgardo estará detrás de la línea de cal, rompiéndose el lomo por lograr el ascenso con un club que, damos fe, hace mucho tiempo tenía ganas de dirigir. Credenciales para dirigir en la divisional le sobran, ya que Arias lo logró subir a Primera con 3 instituciones: Villa Española, Cerrito y Juventud de Las Piedras.

Otro que volvió es Diego Ventoso, el habilidoso rubio volante por izquierda que fuera determinante en el ascenso del 2004, a punto tal que una corrida suya terminó en el gol de Martín Durán que devolvió a Rampla a Primera en el Estadio Artigas de Paysandú. Otro retorno de alguien muy ligado afectivamente a la institución.

También llegaron varios futbolistas que ya supieron vestir la casaca rojiverde, como Federico Velázquez, recio zaguero que alternaba en el equipo titular en la fenomenal campaña del 2007 bajo las órdenes de Luis “Ronco” López. También volvió Martín Barlocco, uno de los últimos buenos arqueros que tuvo Rampla, quien en el 2007 emigró al fútbol de Irán y allí se mantuvo hasta este regreso al país. Barlocco es también otro que siempre ha demostrado su cariño por nuestra institución.

De las caras nuevas, quizás la más notoria sea la de Darío Flores (el hermano de Robert, recordado por su paso por Nacional y River argentino), volante central de mucha marca y buena distribución de pelota, quien supo jugar en Peñarol y en Europa, y llega desde el fútbol de Chile. También se destacan Maureen Franco y Leonardo Medina, delanteros que han sabido dejar su huella goleadora en todas las instituciones en las que han jugado. Estos 3 futbolistas que mencionamos, también saben lo que es jugar en la divisional de ascenso.

Indudablemente, las condiciones están dadas para que Rampla retorne a Primera División y celebre sus 100 años de vida en el lugar que merece. No será fácil, porque nada es fácil en el fútbol y menos para el bravo Rampla, pero confiamos en que las cosas se han hecho de la mejor manera. Ahora solo resta que pite el árbitro, la pelota comience a girar, y el operativo retorno se ponga en marcha.

Sea donde sea, nosotros, la hinchada, vamos a estar apoyando a nuestro querido Rampla, demostrando por qué somos el Tercer Grande.

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