lunes, 15 de octubre de 2018

Con el corazón *


Así se juegan estos partidos y así lo jugaron los futbolistas de Rampla: dejando todo en cada pelota, con aciertos y errores pero siempre con total y absoluta entrega. Eso es lo primero que hay que decir de este 2-2 del picapiedra en San Carlos.

Después, el análisis de la importancia del resultado es hasta obvio: decir que se empató después de estar 0-2 abajo y con un hombre menos durante medio partido alcanza. Pasando raya por los resultados de la fecha (algunos sirvieron y otros no), Rampla sigue bien posicionado para poder mantener la categoría.

No tuvo muchas alternativas el “Tola” Antúnez a la hora de conformar el equipo. Fueron bajas Mauro Brasil, Mauricio Felipe, Jhony Galli, Cristian Olivera, Matías Cóccaro y Diego Martiñones, todos por cuestiones sanitarias.

La opción lógica era mantener la base que derrotó 1-0 a Peñarol (sin Galli y Cóccaro). Se metió Gastón Díaz en la oncena titular (que más allá de la ausencia de Galli ya merecía tener un lugar por méritos propios) y Julián Lalinde ocupó la vacante dejada por el autor del gol ante los aurinegros.


(El merecido homenaje a Nicolás Sánchez, que se nos fue trágicamente en la anterior visita de Rampla Juniors a San Carlos)

Lalinde fue muy importante bajando balones y generando faltas. A los 4 minutos recibió un centro de Cándido y la descargó perfecta para Rigoleto, cuyo remate fue bien controlado por el arquero. Pocos minutos después Atenas pisó nuestra área con peligro, tras un fallido despeje de Soto y un resbalón de Rizzo. El remate del delantero carolino fue débil y a las manos de Odriozola.

El resto del primer tiempo se caracterizó por la cantidad de faltas y la pierna fuerte. Al picapiedra le costó mucho llegar porque Matías tuvo una buena tarde (no supo aprovechar muchos de los balones que le descargó Lalinde) y Dorrego tampoco se encontró con la precisión que lo caracteriza. Camilo por su lado tampoco pudo pasar mucho al ataque.

El primer tiempo se iba con un 0-0 inamovible, pero sobre el final se produce la expulsión de Rizzo, que terminaría inclinando las acciones a favor del local en el segundo tiempo. La jugada se inicia con un pase fallido de Servetti, y en dos toques los carolinos logran poner a Barboza en carrera hacia el arco. Rizzo se tira para quitarle la bola pero llega tarde y comete la falta, siendo correctamente expulsado por Ostojich.

Pocos minutos después se produce otra incidencia polémica. Carlos Keosseian, el buen volante central de Atenas, intenta convertir con la mano tras un centro al área picapiedra. Como tenía amarilla debería haber recibido la segunda e irse a las duchas pero Ostojich no se la mostró, provocando la protesta de todos nuestros jugadores. Como era previsible, el que terminó amonestado fue Odriozola, por los gestos que hizo en el reclamo.

Para la segunda parte Antúnez mantiene a Soto en la zaga y Cándido en el lateral zurdo. Rocha, Díaz y Dorrego se reparten el mediocampo, y Rigoleto baja a dar una mano. Ya a los 4 minutos nos convierten el 1-0 y parece que se viene la noche.

Algo que ya nos pasó un par de veces contra Peñarol es que nos saquen corto un córner y nos hagan el 2-1. Bueno, esta vez fue un 2-0: nadie nuestro se avivó en ir a marcar. Tiraron el centro, Lalinde despejó a medias y la bola le quedó a un volante carolino que remató de frente y venció a Odriozola. Un error que nos costó caro.

En la tribuna picapiedra ya había gente pidiéndole a Antúnez que hiciera un cambio. El técnico decidió hacer los tres de una. Aparte de asegurarse que no le comieran la oreja todo el resto del partido, era importante provocar un cimbronazo en el equipo, además de poner toda gente fresca para intentar disimular la inferioridad numérica. Así se renovó todo el frente de ataque. Entraron Delis Vargas, Fabio Burbano y Adrián Leites por Rigoleto, Lalinde y Dorrego. Iban 11 minutos.

A los 14’ cae el segundo gol de Atenas, y si con el primero se venía la noche con el segundo ya parecía que había que bajar la persiana. Córner al primer palo, nadie la saca y entra el colombiano Mosquera para convertir con toque corto.

Rampla queda 0-2 abajo y con un jugador menos, y ahí es cuando nuevamente (como tantas veces este año) nuestros jugadores, que parece que ya están dejando todo, sacan un plus. En el esfuerzo general, merece un capítulo aparte Gastón Díaz. Quitó, distribuyó, corrió por toda la cancha y ganó incesantemente por arriba (cuando salió Lalinde, los saques de arco nuestros iban todos hacia él).

Es Díaz quien a los 32’ inicia la jugada que termina con el primer penal. La abre para Cándido y se manda al área como centrodelantero. Camilo tira una pared con Burbano, mete el centro y por detrás de Delis Vargas un defensa de Atenas mete la mano. Penal evidente y ¿quien se pone la guinda bajo el brazo? Sí, Gastón Díaz. Nadie se lo podía sacar.

Díaz le pegó abajo, cruzado, el arquero la tocó pero seguro que la convicción de Gastón hizo que la guinda terminara entrando. Rampla se ponía 1-2 y quedaban 10 minutos más descuentos. En esa decena de minutios se jugó poco. Atenas hizo tiempo a morir y claro, al tener un hombre más se le facilitaba el mover la pelota de un lado a otro, pero cuando la guinda la tenían los nuestros renacía la esperanza.

Al minuto 43’ se empieza a concretar la remontada. Un gran pase largo de Servetti (decirle “pelotazo” sería una injusticia), Vargas gana la posición entre los zagueros y cuando toca la pelota de cabeza el arquero se lo lleva puesto. Penalazo y segunda amarilla para el guardameta carolino, cuya primera amonestación había sido por hacer tiempo.

Luego de un par de minutos entre que el golero local se levantó y entró su suplente, Adrián Leites con su clase característica se hizo cargo del penal y ya a los 45’ marcó el 2-2. En los descuentos no llegó a pasar nada. Los picapiedras se aferraron a una igualdad casi milagrosa.

Tras el pitazo final, la parcialidad (que se acercó en buen número pese a la distancia y los 350 PESOS DE ENTRADA) reconoció con aplausos el enorme esfuerzo de nuestros futbolistas.



Ahora nos enfrentaremos a Danubio el próximo domingo en el Estadio Olímpico. Un rival difícil pero al que siempre le ha costado sacar puntos en nuestro reducto. Un triunfo nos dejaría casi con la permanencia asegurada, aunque no hay combinación de resultados que nos permita estar salvados matemáticamente ya en la próxima fecha.

Esperemos que se recuperen varios de los futbolistas que están en sanidad (el que parece más lejano en su retorno es Cristian Olivera) y que con el trabajo de la semana se puedan seguir corrigiendo algunas cuestiones. La actitud está y eso ya es una tranquilidad. ¡Arriba Rampla!

Comentario: Marcelo Baruffaldi
Fotos: AUF OFICIAL

* Las referencias al tango de Rampla ya las usamos muchas veces, pero seguramente cualquier estrofa que usted elija servirá para ilustrar esta crónica. 

Resumen televisivo del partido


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