lunes, 27 de noviembre de 2017

¡VOLVEMOS A AMÉRICA!

Cuando se sorteo el fixture del Campeonato Uruguayo 2017, el destino quiso que la última fecha marcara el encuentro con el tradicional adversario. En aquel momento, Rampla se encontraba apenas 2 puntos por encima de los puestos de descenso, siendo uno de los que estaba debajo nada menos que Peñarol.

Muchos pensamos que llegar luchando por la permanencia al último partido de la temporada, justo contra los vecinos, sería de un sufrimiento inconmensurable y el objetivo claramente era evitarlo. La realidad hoy parece mentira: no solo Rampla ya tiene asegurada su permanencia, sino que también llega a esta instancia clasificado a una copa internacional de Conmebol, por segunda vez en su historia.

En el medio pasaron un montón de cosas que nos guiaron a este maravilloso presente, e incluso antes también, porque todo nace aquel viernes 23 de octubre de 2015. Esa noche, y luego de esfuerzos incesantes de dirigentes, hinchas y allegados, Rampla lograba cubrir en la AUF una abultadísima deuda que amenazaba con dejarlo un año sin competir (y en el mejor de los casos, volver para jugar en la ex divisional C).

Primero poner el equipo en cancha y después ver. Claro que pocos en ese momento eran conscientes del grupo de leones que iban a defender nuestros colores en la cancha, bajo la conducción de Gabriel Añón y Hugo Pilo. Con un montón de dificultades, resignando gran parte del sueldo que les habían prometido, pero con una entrega y un compromiso con los colores pocas veces visto, lograron devolver con creces ese esfuerzo de los hinchas.

Nos regalaron el ascenso, el campeonato, y varias tardes maravillosas de fútbol, con aquel inolvidable 5-4 sobre Cerro Largo que nos hizo reventar el pecho de emoción, pero por encima de todo nos devolvieron la alegría de ver la esencia ramplense reflejada en el campo de juego. Todo esto ya lo hemos repasado en muchas ocasiones en este espacio, y el agradecimiento con aquel equipo será eterno, como también lo será con los que este año hicieron posible este increíble presente.

Con el cuerpo técnico de Fernando Araújo, Augusto Camejo y Alex Farto, con los jugadores que estuvieron al principio y luego salieron del club (capítulo aparte para el gran capitán Emiliano García, factor fundamental en la campaña picapiedra durante la primera mitad del año) y ni que hablar el agradecimiento para con el cuerpo técnico y plantel actual.

(foto: Florencia Franco - Prensa Rampla Juniors)

Agradecimiento también a directivos y colaboradores del club, que han logrado cosas que en su momento parecían utópicas, como llevar a un equipo grande al Estadio Olímpico.

Y también un reconocimiento a la hinchada. Esa que siempre está. Que se bancó las peores canchas, de mañana, de día y de noche, con lluvia o con sol, entradas caras o baratas. Esta maravillosa familia que es Rampla y que, afortunadamente, también comienza a reencontrarse con iniciativas de índole social como la muestra itinerante que hace poco se inauguró en nuestra sede.

Todavía no nos termina de caer la ficha. El 20 de diciembre se realizará el sorteo de las copas internacionales y alguien sacará un papelito que dirá RAMPLA JUNIORS (URUGUAY). Nuestro escudo volverá a brillar en todo el continente. Ya se nos eriza la piel de solo imaginarlo.

Ahora solo queda la frutilla de la torta: el clásico de la Villa, y nuestros leones intentarán darle otro cachetazo a la historia, ya que desde 1982 que Rampla no gana los dos clásicos de un campeonato uruguayo. Más no se les puede pedir. Sería sin dudas el corolario a una temporada de ensueño, pero bueno, si alguien puede son ellos, sin duda son ellos.

¡ARRIBA RAMPLA!

Antes de terminar, no dijimos nada del empate 1-1 con Fénix. En el resumen pueden ver las principales incidencias de un partido en el que Rampla no jugó bien (¿acaso importa ahora?).

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