viernes, 17 de noviembre de 2017

Más corajudos que nunca

La letra de nuestro tango está llena de conceptos maravillosos que nos definen como club. Sin dudas se trata de una composición musical que define la identidad ramplense a la perfección. Y aunque en el pasado reciente algunas de esas características parecían perdidas, en los últimos tiempos nos hemos reencontrado con ese Rampla al que Donato Racciatti homenajeó, ese bravo Rampla que nos llena de orgullo.

Y si uno de esos conceptos cuadra perfecto para definir la victoria picapiedra sobre Boston River es el de “CORAJUDO”. Luego de un primer tiempo parejo en el que ambos equipos contaron con chances propicias para convertir (la más clara de ellos parte de un offside no cobrado, justo es decirlo), la parte complementaria la verdad que venía muy complicada y Rampla, lejos de reforzar la retaguardia y apostar a sumar algún punto que para el futuro podía ser importante, se tiró a ganarlo a partir de los cambios que hizo el “Ronco” López.

De ahí en adelante Rampla fue la definición de la palabra CORAJE. Animarse a ir al frente a pesar de la adversidad. Asumir riesgos para torcer el rumbo de los acontecimientos. Las ganas de ir a más, de no conformarse. ¿Por qué pensar en sumar un punto para acercarse a la Copa Sudamericana si ganando quedás a tiro de entrar en la Libertadores? Y para perseguir ese sueño, el de estar en el máximo torneo continental de clubes, la chance era esta. No había otra.

(foto: AUF OFICIAL)

Y así fue que salió el “Corto” Prieto y entró el “Mago” Olivera. Y entró Mati Rigoleto por Leo Bahía. Y Adrián Leites sustituyó a Gabriel De León. El “Ronco” puso toda la carne en el asador, al tiempo que siguió administrando con inteligencia el rendimiento físico de los futbolistas, rotando parte del equipo titular para que jugar cada tres días no sea algo insoportable.

De inmediato los cambios le cambiaron la cara al equipo y las chances de gol comenzaron a llegar, porque también los jugadores encargados de la faz defensiva redoblaron su esfuerzo, conscientes de los riesgos que el grupo estaba encarando. Se hicieron enormes Rizzo y Techera atrás, creció aún más el tremendo despliegue de Felipe y Cándido, fue todavía mayor el desdoble del siempre metedor Rocha, y todo sostenido con la seguridad de Odriozola que como ya es constumbre metió un par de atajadas tremendas.

A los 24´ avisó Rampla con un fantástico pase de Olivera para Rigoleto, que definió “de puntín”, obligando a Berbia a ir abajo contra su palo y evitar el tanto. Y a los 31´ llegó el gran premio. Camilo se mandó una subida fabulosa, con velocidad, calidad y técnica. Lo vio a Alex en el área y se la puso en la cabeza. El grandote bajó la guinda, fiel a su costumbre de buscar siempre habilitar a un compañero mejor ubicado, y Panzariello sacó un tremendo remate cruzado imposible para el arquero.

¡Que golazo! Y muy perecido para el “Panza” que más temprano en el partido había metido un cabezazo que dio en el palo y picó en la línea, tras un centro notable de Prieto. Luego del gol Rampla mostró su mejor cara. Moviendo la pelota, buscando los espacios, lejos de refugiarse en su área ya que, aunque lo quisiera, no tenía los jugadores idóneos para hacerlo.

Hubo varias oportunidades para convertir otro tanto y liquidar el pleito, pero fallamos en la definición y tuvimos que sufrir los instantes finales, para no perder la costumbre. Hasta que llegó el último pitazo de Javier Bentancor y ahí si, la algarabía completa de hinchas, dirigentes, cuerpo técnico y jugadores. Rampla acababa de dar un paso ENORME hacia la clasificación a una copa internacional. Y los muchachos lo lograron jugando, metiendo, y por ser más corajudos que nunca.

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2 comentarios:

  1. Cada partido que pasa,se me hace un nudo en la garganta por la emoción. La emoción de poder vivir esto que es hermoso. El recordarme con mi poster del diario de la noche en la calle Grecia ante la caravana más hermosa en el ascenso del 80, con 5 años. O en otros ascensos o en la sede festejando a morir el cumpleaños del club. La entrega de nuestros jugadores, emociona. Ganemos o perdamos, uno ya es feliz viendo como meten y uno se acuerda lo q me decian los veteranos de los viejos Rampla de antaño. Salú muchachada, por lo que viene... El Sentir que Emociona.

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  2. Rampla es el sentir que emociona....son las lágrimas de emoción de mis hijos... Las mismas que las mias. Rampla son los amigos y toda esa gente humilde y de barrio.... El sueño de jugar la Copa.... Qué lindo es ser picapiedra

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