miércoles, 14 de junio de 2017

Despertar al gigante (III)

Ganar para cimentar un proyecto

Como hincha no dejo de sentirme orgulloso de este plantel y su cuerpo técnico. En fútbol todos somos directores técnicos y opinamos, pero la actitud, el compromiso están claros. Y como creo que en el fútbol y en la vida hay que estar en las buenas y en las malas mucho más, solo eso sobre estos dos partidos que pudimos haber ganado y perdimos.

En los dos arrancamos de atrás, en los dos tuvimos para dar el nocaut luego de empatar y no se dio.
Queda ahora sumar todo lo posible. Esta temporada se puede pelear un lugar en la sudamericana y se puede sumar como para encarar con aire el año próximo. Ojo también podemos llegar al final sufriendo si nos dejamos estar.

Quisiera apuntar dos detalles que me parecen no menores.

Uno, jugamos buena parte del partido con Defensor con una delantera completa oriunda del club: Matías Rigoletto, Pablo Servetti y Damián Cabrera. ¿Cuántos años haría que no presentábamos una delantera completa oriunda del club en primera A? Una señal interesante de por donde hay que seguir, aún con los traspiés que estén en el camino.

Dos y tanto o más importante que la anterior. El semillero viajó a La Plata, jugó, empató, pero con cualquier resultado seguro ganó. Ganaron los pibes una experiencia distinta, ganó el club relacionándose con un equipo grande y querible de América.

Como hincha quisiera saber más de la relación que se está forjando con Estudiantes de la Plata. El viaje de los pibes a jugar allá me parece algo de enorme importancia. Informar para ver como se puede apoyar, consolidar, potenciar algo que nos debe ilusionar. Para eso es que se realizará este viernes una asamblea de socios, y es menester asistir.

Importa ganar el domingo para no dejar crecer la racha. Importa tanto como eso tomar el vínculo con Estudiantes como un llamado a ayudar a los que están aguantado el mostrador en juveniles. Porque ganar un clásico siempre es inolvidable, pero ganarlo con un zapatazo espectacular de un jugador que lo viste crecer desde que debutó en primera siendo un pibe, no tiene precio.

Ganar porque siempre es obligación, pero además para consolidar un proyecto que genere más Rigoletos, Cándidos, Servettis y Cabreras.  Por ahí veo la jugada más importante.

Por Cincoacuatro
Columnista invitado

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