lunes, 10 de abril de 2017

Traigan a la bruja

Esta semana salió a la luz un supuesto acuerdo entre Rampla Juniors y Estudiantes de la Plata para trabajar en las formativas picapiedras, en el desarrollo de los futuros talentos. Esto es una versión periodística que circuló, no hay nada oficial. Lo curioso es que justo cuando se acercaría al club una institución liderada por alguien a quien apodan “la bruja” (Verón) nosotros precisamos más una hechicera de las otras, luego del increíble desenlace del partido ante Liverpool.

Luego de dar vuelta el resultado a poco del final, jugando injustamente con un hombre menos durante 25 minutos, que te hagan un gol producto de una seguidilla de casualidades es una infamia. JUSTO Jhony Galli se había barrido para evitar el tiro de un rival, JUSTO Claudio Servetti despejó rasante y al medio, JUSTO el rebote provocó un efecto extraño en la pelota que complicó a García, y JUSTO le quedó servida a Royón, el mejor definidor del equipo contrario. Todos esos hechos fortuitos juntos nos privaron de un triunfo que necesitamos como agua en el desierto.

Alguno dirá “a la suerte hay que ayudarla”, y si, pero bastante hacen los muchachos, jugando casi siempre frente a equipos que tienen mejores condiciones para trabajar en el día a día. Si bien en esta crónica señalaremos algunos aspectos que consideramos podrían corregirse, lo primero es reconocer el enorme esfuerzo realizado por nuestros futbolistas. La crítica, como siempre en este espacio, apunta a ser constructiva.

Luego de tres derrotas consecutivas, el cuerpo técnico elegido por Fernando Araújo entendió que debía hacer cambios tácticos y de futbolistas en el equipo titular. Apareció Camilo Cándido en el lateral izquierdo, variante lógica teniendo en cuenta que Maximiliano Montero está suspendido luego de haber visto la tarjeta roja el partido pasado ante El Tanque.

En el mediocampo ingresó Jhony Galli como titular, desplazándose Nicolás Prieto a la banda derecha. Rocha se mantuvo como volante central, ahora acompañado por Galli. Adrián Leites se ubicó en la banda izquierda, y esta vez en lugar de jugar con un mediapunta y un punta, Rampla apareció con dos delanteros netos: Alex Silva y Juan Manuel Gomez.

Lo cierto es que todas estas variantes no se transformaron en una mejoría en el juego del equipo. Pocas pelotas le llegaron a Silva y Gomez, quienes debían retroceder varios metros para recibir balones. Lo hicieron bien, cubriendo la guinda, pivoteando y descargando, pero claro, sin la imprevisibilidad (o magia) que le puede aportar Cristian Olivera a esa función. En pocas palabras: teníamos dos delanteros que hacían la misma función (y la hacían bien) pero nos faltaba alguien que aportara algo distinto.

Y esto también se vio influido por la poca llegada por las bandas que tuvo el equipo. Otra hubiera sido la historia si el equipo tenía desborde y mandaba buenos centros, ya que tanto Silva como Gomez han hecho goles de cabeza, demostrando que ese es uno de sus fuertes. No tuvieron una así, ni una, en todo el tiempo que estuvieron en cancha.

Prieto y Leites hicieron lo que pudieron jugando como volantes externos, pero salvo alguna “patriada” de Cándido, a Rampla le costó muchísimo atacar por afuera y llegar a la línea final. El rival también juega, y seguramente sabía que debía reforzar esos sectores. Mientras que en el doble cinco, Galli y Rocha metieron como locos pero ninguno pudo darle a los picapiedras la salida clara con el balón que le aporta Prieto cuando juega ahí.



(foto: AUF Oficial)

Todo esto redundó en un flojo primer tiempo de Rampla, que no pudo generar una sola incidencia de peligro, y apenas contó con un tiro libre de Emiliano García que sacó el arquero De Amores y un cabezazo de Emiliano tras un córner que se perdió apenas desviado.

A todo esto ya estábamos 0-1 abajo, luego de que Freitas ganara de cabeza en una jugada de pelota quieta y los negriazules (vestidos de blanco) se pusieran en ventaja sin haber hecho mucho más que nosotros. Era un 0-0 clavado que se quebró con esa incidencia.

Lo otro que no debemos obviar de esa primera mitad es una jugada que sería clave en el desarrollo posterior del cotejo. Atacaba Liverpool, la pelota anda por los aires, y Soto saltó por ella junto a un contrario. El zaguero picapiedra puso la pierna en alta, pero ante un eventual choque con el rival retiró el pie antes. No lo tocó, sin embargo, Yimmi Álvarez cobró falta. Podría haber interpretado “jugada peligrosa” y en ese sentido el reglamento lo ampara, pero el hecho de que Soto sacara la pierna por lo menos debería haberlo eximido de recibir la tarjeta amarilla.

Para el segundo tiempo Rampla salió sin cambios, cuando todos esperábamos alguna novedad en la integración del equipo. Seguramente el cuerpo técnico decidió darle una nueva oportunidad a los mismos hombres. La cosa no mejoró y a los 8 minutos se produjo la primera variante: Santiago González por Nicolás Rocha. Doble beneficio para el equipo: Santiago aportando desborde y velocidad por derecha, y el “corto” volviendo al sector central, donde entendemos rinde más.

Ya enseguida se vio una mejoría en el equipo, llevando el juego a campo rival, con criterio y paciencia. A los 13´ llegaría el empate. “Manolo” Gomez generó una falta cerca del área, que no sabemos como el juez vio, ya que la incidencia se dio a sus espaldas. El tiro libre lo ejecutó Emiliano García y qué decir, véanlo en el video que publicamos al final de la crónica: un GOLAZO.

Luego del 1-1, los rojiverdes encontraron el envión anímico ideal para seguir de largo, pero (y últimamente siempre hay un PERO, siempre pasa algo) justo llega la expulsión de Soto. Iban 20 minutos, y con Rampla en ataque, sale una contra visitante y Matías apenas le pone el brazo en la cintura a Royón para no dejarlo pasar. Fue en la mitad de la cancha y Soto no era último hombre, ni mucho menos. Simplemente fue para cortar el juego, con lo mínimo de violencia que se puede hacer. El llamado “faul táctico”.

Yimmi Álvarez le muestra tarjeta amarilla, seguramente sin saber que era la segunda y que implicaba expulsarlo (de hecho, tardó varios segundos en leer la tarjeta y ver que ese nº3 ya figuraba en la lista de amonestados). Por dos leves infracciones, una sin siquiera tocar al rival y la otra por apenas atravesar un brazo, Matías Soto tenía que irse a las duchas.

Y a esta altura del campeonato no hace falta decir que el juez no tuvo el mismo criterio cuando pasó algo similar con un rival. Freitas, autor del primer gol de Liverpool, tenía amarilla y tocó la pelota con la mano en la mitad de la cancha para cortar el pase nuestro. Nada dijo el señor Álvarez. Con el severo criterio que aplicó para con Soto, debió expulsar a nuestro rival.

Rápidamente Araújo mandó a Claudio Servetti a la cancha, quien así debutaba oficialmente en Primera Divisón. Salió Alex Silva, quedando Gomez como único punta, delante de una línea de 4 defensas y 4 mediocampistas. Si bien el rival se nos vino y los nuestros debieron replegarse, nunca crearon real peligro salvo un cabezazo en un córner que se perdió apenas afuera.



(foto: AUF Oficial)

Por otra parte, los picapiedras redoblaban esfuerzos, se multiplicaban en la cancha, y pese a la inferioridad numérica no se cerraban a la posibilidad de ganar el partido. Así fue que a los 42 minutos Leites lideró el contragolpe, trasladó la guinda por el medio y la abrió a la derecha para Santiago González, quien tiró el único centro bien tirado que tuvimos en todo el partido. Ya no estaba Alex Silva, ni tampoco Gomez, pero estaba Pablo Servetti, que había ingresado por “Manolo” algunos minutos antes.

Medio de cabeza y medio con el hombro Servetti mandó la guinda al ángulo superior derecho del arco defendido por De Amores, pegando la pelota en el palo y saliendo el rebote hacia el otro lado, quedando lejos el guardameta negriazul (de lenta reacción, dicho sea de paso). Por ahí entraba Leites, el que había iniciado la jugada, y llegaba justo antes del defensa negriazul para empujar el balón a la red.

Locura total en la parcialidad picapiedra, que ya escuchaba como algunos le reprochaban cosas a Araújo. Faltaban apenas 3 minutos, más los descuentos. Y ahí, más allá de la mala suerte de la jugada que mencionamos al principio de esta crónica, nuevamente nos ganaron los nervios.

Como en los minutos finales contra Peñarol, nos faltó algo de tranquilidad. Los nuestros corrieron como locos, no hay nada que reprochar desde lo anímico, pero no lograron imponer una pausa, provocar una falta que permitiera ganar minutos, o pegarle a la guinda de punta y para el agua, aprovechando que durante todo el partido los balones demoraron pila en volver.

Es fácil pedirlo desde detrás de un teclado, pero el análisis nos obliga a ir un poco más allá de las casualidades, o de la mala suerte, para tratar de entender qué se hizo mal o se pudo haber hecho mejor. Pese a que se escapó el triunfo, los futbolistas nuestros se fueron aplaudidos y no es para menos: hicieron un esfuerzo enorme.

Y sabemos que lo seguirán haciendo, pero igual, si alguien conoce una bruja y COBRA BARATO, que la mande al Estadio Olímpico, en Turquía esq. Inglaterra. ¡Arriba Rampla!

Comentario: Marcelo Baruffaldi (@crearoreventar)
Depto. de Bidonismo y afines: Emilio Fernández (@DurosConceptos)
División Turismo y contrabando: Adrián Barreto (@adribarreto90)

RESUMEN DEL PARTIDO

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