viernes, 20 de marzo de 2015

Lo que somos los hinchas de Rampla

En los últimos días se ha dicho mucho en el ambiente futbolístico y en la sociedad en general sobre “los hinchas de Rampla”, y quienes hacemos este espacio partidario entendimos que era momento de aclarar esta situación, porque una hinchada de miles de personas, a lo largo de todo el país y el mundo, no puede definirse por el accionar de un grupo minúsculo de individuos.

¿Quieren saber quiénes somos los hinchas de Rampla? Trataremos de explicarlo a través de algunos ejemplos que sí, en este caso sí, nos definen claramente.

Los hinchas de Rampla somos los que vamos a todas las canchas y en todas las circunstancias, con frío y con calor, con sol y con lluvia, de mañana y de noche. Los que fuimos cuando aquel inolvidable equipo del “Ronco” iba primero y nos ilusionaba a todos con salir campeones, y los que fuimos cuando el mismo “Ronco” nos agarró yendo últimos en la B.



Los hinchas de Rampla somos los que juntamos 3000 personas un martes a la medianoche para celebrar nuestro centenario, y subimos la fortaleza todos juntos, caminando.

Los hinchas de Rampla somos los que abrimos una cuenta en ABITAB para recaudar fondos que permitieran ayudar económicamente a la familia de un hincha nuestro que fuera cobardemente apuñalado por dos parciales del tradicional rival aquella noche en que festejábamos nuestros 100 años, hecho que, como tantos en este país, sigue impune.

Los hinchas de Rampla somos los que limpiamos y refaccionamos en tiempo récord nuestro Estadio Olímpico para que el clásico de la Villa pudiera llevarse a cabo en el barrio, como corresponde.

Los hinchas de Rampla somos los que juntamos peso por peso, sin apoyo de ninguna empresa, para comprar la tela y coser, con nuestras propias manos, durante toda la noche, una bandera para mostrar orgullosos en el máximo escenario deportivo de nuestro país, poniéndole color y clima festivo al fútbol uruguayo.



Y ejemplos como los anteriores hay montones. No se confundan. Los hinchas de Rampla no somos unos inadaptados que tiran piedras y se cuentan con los dedos de la mano. Ese minúsculo puñado de personas no nos define, ni nos representa.

Mucho se habla de los pobres árbitros, que el sábado pasado tuvieron que salir escoltados por la policía. Y de los pobres jugadores de Danubio, que corrieron la misma suerte. Pero nuestros intereses, los de la casi totalidad de los hinchas de Rampla, nadie los defendió.

La policía, esa que no nos deja entrar banderas que sean más grandes que un pañuelo, no hizo nada por evitar lo que pasó. Simplemente fue un espectador de lujo, mirando desde detrás de un alambrado. Nadie está pidiendo represión, por favor no malinterpretar, pero bastaba con pararse ahí, donde estaba ese minúsculo grupo de gente exacerbada, para que no pasara nada.

Por ejemplo, en el último clásico de la Villa, jugado en ese mismo Estadio Olímpico, un sector de la parcialidad del tradicional rival tiró fuegos de artificio (los popularmente conocidos como “12 tiros”) hacia la hinchada de Rampla durante varios minutos. Cualquiera de esas bombas podría haber lastimado seriamente a varias personas, cosa que de milagro no pasó. La policía fue, se ubicó en la tribuna visitante, y la situación se controló. No hubo heridos, ni escándalo, ni sanciones.

¿Por qué esta vez no se actuó de la misma manera? ¿Para qué sirve tanto despliegue policial, tantas medidas de seguridad, tanto “quedarse media hora más para permitir la evacuación de la parcialidad visitante”, si cuando realmente pasa algo y la actuación policial es requerida, no van a hacer nada?

Desde este espacio repudiamos el accionar de ese puñado de personas que el partido pasado tiraron algunas piedras (hablar de “lluvia de piedras” es una exageración) y de ninguna manera lo vamos a justificar, ni por el pésimo arbitraje que nos perjudicó, ni por la provocación del futbolista Matías Castro en el festejo del segundo gol de su equipo. Lo que pasó al final del partido no debe ocurrir en ningún campo de juego. QUE QUEDE CLARO.

Dicho todo esto, agradeceríamos que cuando hablen de “los hinchas de Rampla”, si van a generalizar, háganlo al revés. Refiéranse a lo que somos la casi la totalidad de los que entramos en esa categoría “hinchas de Rampla”, en vez de definirnos por el accionar de un minúsculo grupo. Consideramos que es lo más justo.

Por último, vale decir que los hinchas de Rampla somos, seguramente, los más perjudicados por esta situación. Entendemos que existe un reglamento aprobado por las instituciones que implica sanciones y hay organismos competentes facultados para aplicarlo, pero nos han quitado lo más preciado que tenemos: el derecho de ir a ver Rampla. Una tristeza solo comparable a aquel año en que nuestro querido picapiedra no pudo competir por deudas. Al año siguiente, ascendimos a Primera. Quizás este difícil momento marque el inicio del resurgimiento del bravo Rampla.

¡ARRIBA RAMPLA! ¡SIEMPRE ADELANTE!

Equipo de El Bravo Rampla:
Mr. Baru (@crearoreventar)
Emilio Fernández (@durosconceptos)
Adrián Barreto (@adribarreto90)