A lo Rampla

Si hay una forma de definir cuál es la forma de ganar típica de los ramplenses, seguramente se aproxime mucho al triunfo 1-0 que los picapiedras obtuvieron ante Fénix en el Estadio Olímpico por la 10ma. fecha del Torneo Apertura 100 años de Rampla Juniors. Sufriendo, errando goles que pudieron sentenciar el trámite mucho antes, y padeciendo un tendencioso arbitraje en contra.

Los dirigidos por Marcelo Saralegui salieron al campo con Bernardo Long en el arco; Fabián Vargas, Emiliano García, Pablo Pereira y Maximiliano Montero en defensa; Gonzalo Vega, Marcel Román, Diego Galo y Gustavo Aprile en el mediocampo; Gonzalo Malán y Paul Dzeruvs en ofensiva. Los mismos once que habían empezado jugando en la victoria ante Rentistas de la fecha anterior.

En la primer media hora de partido no pasó prácticamente nada. El partido se hizo muy trabado en la mitad de la cancha, y las infracciones fueron moneda corriente, con ambos equipos tratando de aprovechar una jugada de pelota parada para destrabar el juego.

La diferencia eran las formas. Mientras Fénix apostaba a tener la pelota y administrarla a partir del buen manejo de Martín Ligüera, Rampla era más vertical y trataba de saltearse el mediocampo, buscando en largo a Malán y Dzeruvs.

Cuando ninguna de estas estrategias daba resultado, llegó la apertura para Rampla. Fue a los 29 minutos. Todo nace en un centro a favor de la visita. El balón vino al área, la sacamos, y cuando ellos parecían recuperarlo, Aprile anticipó a un rival, robó la guinda y salió disparado al ataque.

Le cedió la pelota a Vega, quien esperó el momento justo para habilitar a Dzeruvs. Paul se metió al área, y ante la salida del arquero la metió cruzada al medio, por donde entraba Aprile, quien se estiró al máximo para empujar el esférico al fondo del arco vacío. Golazo. Un contragolpe perfecto.

Con Rampla en ventaja, comenzó a gravitar la figura de Fénix: el juez Cristian Ferreyra. Quienes son habituales lectores de este espacio y han tenido la oportunidad de comparar lo que comentamos con los partidos que han visto, sabrán que siempre tratamos de tener una visión objetiva de los acontecimientos. Desde la óptica de hinchas de Rampla, pero no le "damos color" a las cosas.

Hace mucho tiempo no presenciábamos un arbitraje tan tendencioso en contra de nuestro equipo. En los 15' finales del Primer Tiempo lo del juez Ferreyra fue alevoso. Ya venía teniendo dualidad de criterios, cobrando cualquier mínimo contacto de futbolistas de Rampla y obviando varias infracciones de jugadores de Fénix, pero sus cobros fueron cada vez más groseros.

Varias veces contradijo a sus asistentes, que cobraron a favor de los picapiedras y él decidió sancionar lateral para de los de Capurro. Sancionó córners para los visitantes que no eran. No cobró una clarísima falta en la salida a García, que terminó con varios jugadores de Fénix entrando solos al área, quienes por suerte no terminaron bien la jugada.

Y la más grosera fue a los 41': un empujón sobre Vargas en el segundo palo, gracias al cual el delantero albivioleta Blanco pudo cabecear, impactando la guinda en el horizontal. En la otra área, a Malán le había cobrado hasta cuando le respiró en la nuca a un defensa. En fin, esa bola en el travesaño fue la chance más clara que tuvo Fénix para empatar antes del descanso. Afortunadamente, pudimos retirarnos al vestuario con la ventaja 1-0.

En la segunda parte pintaba brava la cosa. Con un juez así, haciendo todo lo posible por meternos contra nuestro arco, era esencial hacer otro gol que nos permitiera esperar más tranquilos el final. Y tendríamos varias chances muy propicias. No nos equivocamos si decimos que en el complemento Rampla estuvo más cerca de ampliar la ventaja que Fénix de empatar, pese a que los albivioletas tuvieron más el balón y jugaron en campo nuestro.

Al minuto tuvimos un cabezazo de Malán tras un córner que se fue apenas desviado. A los 10 minutos Paul apuró a un zaguero visitante, le quitó la pelota y se fue solo mano a mano con el arquero, remató pero el guardameta panameño Mejía tapó el tiro.

Volvió a estar cerca Paul a los 17', pero el portero salió rápido a cortar su avance. Ahí la guinda le quedó a Gonzalo Vega, que con el arco libre, intentó ponerla por arriba, pegándole de pierna zurda. Todos nos paramos para gritarlo, pero la pelota se fue abriendo y terminó yéndose apenas afuera.

El cansancio comenzaba a hacerse sentir y para peor Fénix ya había realizado los 3 cambios, por lo que tenía 3 futbolistas frescos en cancha. Saralegui no tuvo otra que empezar a mover el banco. A los 24' puso a Maximiliano Arias por Vega, pasando Galo a la derecha. Maxi esta vez no entró bien y no se lo vio preciso con la pelota, por más que ganó varios balones por arriba.

A los 31' Marcel Román, de gran partido pero cuya actuación se agigantó en los minutos finales, aprovechó un robo de Paul en la salida de los visitantes y condujo la ofensiva. Llegó hasta las inmediaciones del área y le cedió la pelota a Malán, que esperaba abierto por la derecha. El remate fuerte del goleador ramplense fue atajado por el arquero.

Entró Bruno Barreto por Galo a los 35' para seguir refrescando el mediocampo, y Román pasó a la banda derecha. Desde ahí metió un centro pasado a los 37' que el "Tito" Ferro despejó por error hacia atrás, quedándole la guinda servida a Dzeruvs. Otra vez el arquero Mejía salió rápido y pudo ahogar el remate de Paul.

Como notarán, Rampla tuvo al menos 4 chances claras de gol para liquidar el pleito, mientras Fénix solo fue peligroso por su proximidad al área, ya que salvo algún cabezazo bien controlado por Long, no habían tenido ninguna ocasión para convertir.

Y esa incapacidad de los rojiverdes para ampliar la diferencia fue lo que nos hizo sufrir hasta el final. Con los visitantes volcados con todo al ataque y hasta uno de sus zagueros jugando de centrodelantero, la cosa pintaba complicada.

Para peor, a los 42' se fue expulsado Pablo Pereira por un codazo sobre un futbolista rival. La jugada se dio contra el muro y desde nuestra posición es imposible señalar si el golpe fue intencional o no. Da la sensación que existir, existió. Pablo se fue al vestuario y no podrá jugar ante Peñarol.

Un minuto después se paralizaron los corazones de todos. La guinda cayó una y otra vez sobre nuestra área, hasta que Ferro, luego de cometer un clarísimo empujón que el juez no sancionó, hizo un par de moñas y metió un buscapié al medio que nadie pudo desviar, hasta que en el segundo palo Ignacio Pallas le pegó como pudo.

La pelota se elevó, pegó en el travesaño y cayó en la línea de gol. Afortunadamente Bernardo estaba ahí para abrazarse a ella, y permitir a los picapiedras abrazarse a la victoria. Después de los 5 minutos de adición que agregó Ferreyra, previsibles ya que solo le faltó saltar a cabecear hacia el arco nuestro, llegó el pitazo final y se consumó una sufrida y valiosa victoria para Rampla.

Los rojiverdes sumaron su cuarto triunfo en las últimas seis presentaciones, y siguen demostrando que pueden hacerle partido a cualquiera e incluso ganar ante el rival que sea. Podremos jugar mejor o peor, pero es indudable el compromiso y la entrega de estos futbolistas.

Lo más importante es que saben a lo que juegan. Conocen sus virtudes y sus limitaciones. Da la sensación que Saralegui y sus colaboradores encontraron la forma de jugar que mejor le sienta a este plantel. Estos resultados sirven para seguir creciendo en confianza. La meta de mantenerse en Primera parece cada vez más alcanzable. Sigamos apoyando. Arriba Rampla!

Comentario: Mr.Baru (@crearoreventar)

Sacó fotos y se fue aplaudido de la cancha: Adrián Barreto (@adribarreto90)
Aportó su cuota habitual de gritos: Emilio Fernández (@durosconceptos)