viernes, 11 de marzo de 2016

Levantarse y seguir

Después de unos días duros para la familia picapiedra, el conjunto que dirige Gabriel Añón consiguió un importantísimo triunfo como local ante el siempre complicado Tacuarembó por 2 a 1, para despertar la alegría de los hinchas que acudieron en buen número al Olímpico, dadas las circunstancias climáticas y horarias en las que se jugó el partido.

Antes del desarrollo de la crónica, mandar nuevamente un gran y apretado abrazo a la familia de Nicolás Martín Sánchez, y también a las familias de Juan Martín Mugica y Washington “Pata” Beltrán, cuyo homenaje conjunto en el Olímpico fue de verdad emocionante. Esta crónica va dedicada a todos ellos.



Rampla salió a la cancha con Rafael García; Guillermo Dutra, Willington Techera, Sebastián Flores y Camilo Cándido; Adrián Leites, Ángelo Paleso, Nicolás Rocha y Gonzalo Sena; Maximiliano Freitas y Sergio Souza. Un 4-4-2 clásico y bien definido.

El primer tiempo encontró a Rampla tratando de jugar por abajo, con buenos toques de balón en el medio e intentos de llegar no solo por esa vía sino por las bandas, sobre todo la banda izquierda del ataque, donde Freitas iba con mucha velocidad y vehemencia física a disputar las pelotas con los defensores rivales. Un remate cruzado del propio Freitas pasaditos los 20’ fue lo más claro hasta cercanos los 25 minutos, cuando el árbitro sancionó penal para Rampla en una jugada donde los hinchas nos quedamos preguntando cómo había sido dicha jugada, ya que no se divisó infracción desde donde estábamos.

El penal sería ejecutado por Adrián Leites, que ya había convertido ante Atenas el domingo pasado, pero esta vez su penal (también tirado al medio) fue detenido por el arquero rival con las piernas, dejándolas estiradas mientras se había lanzado a su izquierda.




Rampla desaprovechaba una inmejorable oportunidad para ponerse arriba siendo algo más que Tacuarembó, pero en breve llegaría el primer gol del partido.

Dos minutos más tarde es cuando Sergio Souza prueba desde media distancia y, con el arquero adelantado y un rebote en un jugador rival, se mete de emboquillada en el arco dejando a Rampla arriba en el marcador. En ese momento el 1 a 0 era justo y justo lo que necesitaba el equipo para consolidar su superioridad en el campo.



La alegría del gol rojiverde duró pocos minutos, ya que a los 33’ Tacuarembó puso el empate tras una gran jugada que iniciaron en el mediocampo, desbordaron por derecha y definieron frente al arco tras un centro bajo. Del tipo de jugadas que te agarran mal parado y si son bien ejecutadas, son letales.

Cuatro minutos más tarde, Franco Sosa ve la doble amarilla por una falta sobre Freitas y el visitante se quedaba con 10 jugadores. Con el 1 a 1 se iba el primer tiempo, Rampla siendo un poco más, pero con un marcador que no era tan ilógico.



Quizás el segundo tiempo fue lo más parecido a una inversión de roles (el viento a favor pudo haber sido el gran protagonista en ese sentido), porque Tacuarembó fue quien mejor jugó esa segunda parte. Los futbolistas de Rampla se mostraron imprecisos en los pases y en el dominio de la pelota, aunque el rival tuvo el mismo problema que nuestro equipo en el primer tiempo: mucho control de pelota, buen toque, pero poca profundidad de ataque.

En esa segunda parte Añón apostó por Cor, Serrón y Cuello, saliendo Freitas, Leites y Souza respectivamente, aunque la visita siguió dominando la pelota y las acciones que, remarcamos, no representaron gran peligro. El viento en contra y las imprecisiones en los pases fueron quizás más enemigos de Rampla que el buen toque de pelota de Tacuarembó.

De todos modos, pareciera que el “Pata”, Juan Martín y Nicolás empujaron al equipo porque a los 41 Rampla logra el gol que sellaría los tres puntos y la cima en soledad de la tabla anual. Una jugada de esas que terminan con muchos hombres en el área chica, que tras una buena tapada del golero rival (que quedó metido en su propia valla), Gonzalo Sena encuentra el rebote que salió hacia el medio del área y pudo meter entre todas las piernas que tenía enfrente el 2 a 1 con el que se cerraría el partido.











En un partido donde básicamente fue un tiempo para cada uno, Rampla sacó el plus que te da aprovechar la jugada que te queda cuando el rival te supera. Tacuarembó nunca profundizó de lleno su buen juego del segundo tiempo, lo que dejó al picapiedra con alguna chance de llevarse los tres puntos, cosa que para alegría nuestra sucedió.

Otra vez, como tantas en su historia, Rampla se levantó y siguió. Sin brillar pero sin ser aplastado, ganó un partido difícil, de esos que a veces se daban al revés, de los que pesan al final del torneo.



Ahora se viene Miramar de visitante, con más días para preparar ese partido ante uno de los rivales directos en la lucha por los ascensos.

Una sonrisa entre tanto dolor es lo que nos hace levantarse y seguir. ¡Arriba Rampla!

Crónica: Mauricio García.
Fotos: Adrián Barreto.

1 comentario:

  1. Rampla sos el sentir que emociona. Otro escalón superado para llegar a primera.

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