lunes, 11 de marzo de 2019

Con la receta de Rosario

En los primeros 15 minutos del partido entre Rampla y Cerro Largo el comentario general era “que bien que juegan ellos”. El ataque generado desde un doble 5 muy dinámico y con buen pie, paredes y desmarques por las bandas, maniobras individuales y hasta algún que otro lujo le permitieron a los arachanes llegar varias veces hasta el área picapiedra. Claro, hasta ahí.

A su frente un Rampla muy solidario y combativo, donde todos corrían y metían, intentando frenar ese “aluvión” visitante. El partido ya estaba 1 a 1. Los picapiedras comenzaron ganando a los 5’ con un gol de penal de Pablo Pereira.

La jugada la inició Juan Albín, escapando entre varios hombres rivales. Le hicieron falta y aunque el juez la iba a cobrar, decidió seguir. La pasó a la izquierda para Diego Rosa, que parecía que la perdía (se le fue larga la guinda) pero con pie firme ganó el tranque y siguió. Remató fuerte y la pelota dio en la mano de un defensa. Lo iba a patear Albín, pero el “huevo” se lo pidió y facturó.

Luego vino el primer penal para ellos, por un supuesto de agarrón de Rizzo en un córner. El goleador del campeonato Sosa le pegó para afuera. Y al poco tiempo (casi enseguida) otro penal, este muy claro de Camilo Cándido derribando a un rival en el área. Cambiaron de ejecutante y esta vez fue gol. Así llegamos al minuto 15 con el partido 1-1.

La tónica del inicio se mantuvo: Cerro Largo jugando en campo nuestro, manejando la pelota, y Rampla corriendo y luchando cada balón, esperando el momento de pegar el zarpazo. Y así, en esa dicotomía que siempre plantea Rosario Martínez respecto a que tocar la pelota un millón de veces no significa jugar bien, los picapiedras llevaron el partido a su juego.



(foto: Adrián Barreto)

Nos agarraron mal parados una vez y Odriozola le tapó el mano a mano a Sosa, pero después salvo alguna jugada a balón parado no nos llegaron más. La mencionada jugada que generó un entredicho entre Edgar y Camilo, producto del fragor con el que ambos defienden nuestra camiseta (obviamente aclarado ya en el entretiempo y luego del partido).

Los rojiverdes tuvieron una buena maniobra de Albín, que no importa donde reciba el balón siempre enfila para el arco, la cedió a Pereira que enganchó al medio para quedar solo con el arquero pero se la pellizcaron justo. Por el centro entraba Álvaro Fernández (quien había iniciado la jugada) solito, pero Albín no lo vio.

Los minutos pasaban y Rampla se sentía cada vez más cómodo con el trámite. Rosa era un avión por la izquierda y Servetti empujaba desde el lateral derecho. Los dos pibes de la casa tuvieron una gran actuación.

A los 39’ estuvimos a punto de lograr el 2-1. Rosa generó una falta y Albín sirvió notable el centro al primer palo, Fernández cabeceó solo y el arquero la sacó de forma increíble por encima del palo. Sin embargo, la revancha estaba a la vuelta de la esquina. Vino el córner (otra vez bien tirado por Juan Ángel), Servetti ganó notable por arriba y el “Flaco” la empujó desde dentro del área chica. Con ese 2 a 1 nos fuimos al descanso.



(foto: Adrián Barreto)

En el complemento se vio una férrea defensa picapiedra, pero no solo desde la línea final sino en todos los sectores del campo. Albín (por poner el ejemplo de nuestro futbolista más talentoso) los corrió a todos, se tiró a los pies, realizó un despliegue tremendo. Todos estaban contagiados con dejar la vida en cada pelota. Realmente emocionaba ver como estos muchachos le hacían honor a la identidad de la camiseta que tienen puesta.

Así fue que Panzariello robó una guinda que parecía perdida contra el banderín, se metió en el área y no pudo definir ante la salida del arquero, quien le cerró bien el ángulo. Fue la chance más clara del complemento, y no la tuvo el equipo que dominó la posesión del esférico. Ellos, es cierto, convirtieron un gol en una jugada de pelota quieta que fue anulado por posición adelantada (dudosa, la verán en el resumen), pero no encontraron los caminos para vulnerar nuestra retaguardia.

La cosa se complicó un poco más cuando a los 23’ del complemento Jhony Galli vio la tarjeta roja. Fue una dura entrada, es verdad, pero de esas en que los dos van fuerte y un segundo hace la diferencia entre provocar una falta y terminar en las duchas. Para nosotros fue exagerada la decisión del árbitro Daniel Rodríguez.

Rosario no dudó y enseguida recompuso el mediocampo. Mandó a Gastón Gorrostorazo y sacó a Diego Rosa, pasando Albín a jugar como volante por izquierda. Menos de 10 minutos después otro problema: sale sentido Álvaro Fernández (quizás la figura de la tarde, por lo que corrió, quitó y jugó) y entra Matías Saavedra. Si, un centrodelantero entrando a jugar de volante central, y sin embargo no se notó.

Los minutos pasaron y si bien sufrimos como sabemos hacerlo, daba la sensación de que este triunfo no se nos iba a escapar. Ya en los descuentos entró Walter Ibañez para formar una línea de 5, teniendo en cuenta que hasta los zagueros de ellos se habían ido a buscar la heroica. El pitazo final desató la algarabía en la tribuna ramplense, y también el júbilo de nuestros jugadores, que se abrazaron como quien acaba de ganar una verdadera final.



(foto: Sofía Torres)

Volviendo al inicio de esta crónica, este triunfo se logra con la combinación perfecta entre lo que pretende y siempre ha pregonado Rosario Martínez, y lo que es la identidad de los equipos de Rampla. Es, de alguna forma, un regreso a nuestras raíces. Este es el tipo de equipo que queremos ver fecha tras fecha, y estamos convencidos que es la única forma para salir en la posición en la que estamos. Se podrá ganar o se podrá perder, pero siendo fieles a la historia del viejo Rampla.

2 comentarios:

  1. Este es el RAMPLA q queremos ver. Perdiendo o ganando pero dejando todo!!! Perdimos tiempo con el dt anterior pero x suerte se cambio a tiempo. No va ser fácil pero se puede!!!

    ResponderEliminar
  2. El domingo otra final aunque esta vez algo más tranquilos y confiados. Sólo pedirles a los hinchas que sólo empuje positivamente descontando que los jugadores, por encima de errores y aciertos van a dejar el alma en la cancha. Abrazo Picapiedr a y hasta el domingo esperemos triunfal.

    ResponderEliminar

Expresate!