De todos modos logró presentar un equipo
que realizó un partido correcto, con mucha entrega y orden táctico, ante un
rival que, si bien viene en caída, nadie puede dudar de sus buenos
jugadores y del trabajo sostenido en el tiempo con el mismo
entrenador.
Rampla salió a la cancha con Federico
Silvera en el arco; Alejandro Furia, Gonzalo Rizzo, Matías Soto y
Camilo Cándido en defensa; Hugo Dorrego, Nicolás Rocha y Gastón
Díaz en el mediocampo; Cristian Olivera suelto como enganche y
Matías Rigoleto junto a Diego Martiñones en ofensiva.
Hay que destacar el muy buen nivel de Matías Soto, que parecía nunca haber salido del equipo titular, y de Nicolás Rocha, que volvió a ser un león en la mitad de la cancha. También la sobria y correcta labor de Silvera en el arco.
Hay que destacar el muy buen nivel de Matías Soto, que parecía nunca haber salido del equipo titular, y de Nicolás Rocha, que volvió a ser un león en la mitad de la cancha. También la sobria y correcta labor de Silvera en el arco.
El primer tiempo fue muy parejo y
trabado. Al picapiedra le faltó juego por las bandas para sorprender
y sus ataques se hicieron muy anunciados. Solo tuvimos una buena
chance alrededor de la media hora de juego con un remate de Olivera
desde la medialuna que el arquero sacó en forma notable yendo abajo
contra el palo.
En defensa casi ni pasamos zozobra en
esa primera mitad, salvo por algún cabezazo de Coelho que terminó
afuera y cayendo mansamente en las manos de Silvera. El propio botija
cedido por Nacional ingresó peligrosamente al área en otra
incidencia pero nuestro guardameta le cerró bien el ángulo,
evitando que pateara.
(foto: Tenfield)
En la segunda mitad Boston River poco a poco fue adueñándose de las acciones. Rampla tuvo un remate lejano de Díaz que pasó muy cerca y poca cosa más, mientras que los locatarios nos complicaron con sus ataques por las bandas, generando varios córners.
(foto: Tenfield)
En la segunda mitad Boston River poco a poco fue adueñándose de las acciones. Rampla tuvo un remate lejano de Díaz que pasó muy cerca y poca cosa más, mientras que los locatarios nos complicaron con sus ataques por las bandas, generando varios córners.
En dos de ellos estuvieron muy cerca de
convertir. Fueron a los 23 y 24 minutos. En el primero Rizzo fue
arriba con un rival, la pelota quedó muerta en el medio de ellos, el
futbolista contrario reaccionó más rápido y pateó al arco, donde
Diego Martiñones estaba justo sobre la línea de gol para salvar el
tanto.
En el segundo también la guinda quedó
boyando en nuestra área, un rival logró hacerse el espacio para
patear pero por suerte su disparo se fue por arriba del travesaño.
Luego vinieron los cambios, que enfriaron un poco el aluvión
locatario.
Primero entró el colombiano Burbano
por Martiñones (que salió acalambrado) faltando 15 minutos. Las
otras dos variantes ya se realizaron en el minuto 39. Entraron Julián
Lalinde por Rigoleto y Adrián Leites por Olivera.
Julián pudo bajar alguna pelota por
arriba, algo que habíamos perdido con la salida del “Rata”.
Adrián manejó la guinda con su pasta característica y sacó de la
galera una falta cerca del área ya en el minuto 48. Se puso la
pelota bajo el brazo y se decidió a ejecutar el tiro libre. Era LA
chance. Lamentablemente se fue por arriba del palo y acto seguido
Claudia Umpiérrez pitó el final.
Todos nos quedamos con las ganas de que el equipo intentara arriesgar un poco más por el triunfo, pero hay que tener paciencia y confianza en el cuerpo técnico, que recién ha comenzado a trabajar con el plantel. Los futbolistas sabemos que van a dejar todo en la cancha.
Todos nos quedamos con las ganas de que el equipo intentara arriesgar un poco más por el triunfo, pero hay que tener paciencia y confianza en el cuerpo técnico, que recién ha comenzado a trabajar con el plantel. Los futbolistas sabemos que van a dejar todo en la cancha.
La próxima fecha enfrentamos a Peñarol
en el Estadio Centenario. Es difícil pero no imposible. Y podremos
contar con Odriozola y Edgar Martínez, y quizás alguno de los
muchachos que están en sanidad. Ni que hablar que cualquier punto
sirve, pero a no enloquecerse, que la fecha siguiente tendremos una
verdadera final contra Atenas en San Carlos y ahí si, ganar es fundamental. ¡ARRIBA RAMPLA!
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