De local, ante un rival de mitad de
tabla, es inadminisble dejar puntos. Y este Rampla volvió a mostrar
muchas falencias a la hora de asumir el protagonismo de los partidos.
Falencias que se vienen arrastrando desde comienzos de año.
Un equipo que no se sabe qué pretende,
cuál es su idea futbolística, que rara vez crea opciones claras de
gol, que no tiene juego asociado, y que cuando se adelanta en la
cancha da muchas ventajas en defensa. Todo esto también influenciado
por la decisión de los entrenadores de turno de poner jugadores en
puestos que no son los naturales.
Foto: Adrián Barreto.
Foto: Adrián Barreto.
En este partido con Progreso, Mauricio
Felipe jugó como lateral derecho y Claudio Servetti en la izquierda.
En el primer partido de la Sudamericana se ubicaron al revés.
Siempre recordando que el puesto natural de Servetti es de zaguero
central.
Matías Rigoleto como volante por
derecha en todos los partidos, donde más allá de la velocidad y las
ganas que pone no gravita, porque no tiene desborde y no logra
habilitar bien a los delanteros. Esta vez en la otra banda se ubicó
Alejandro Furia, y otra vez volvemos a lo mismo: un lateral derecho
como volante zurdo. Como intentó, hasta el hartazgo, el entrenador
anterior con Gabriel De León.
Mientras tanto, Adrián Leites en el
banco, Cristian Olivera también (aunque en su caso por el desgaste
físico que hizo en los dos partidos anteriores, sumado al viaje),
Matías Cóccaro otra vez inexplicablemente sin minutos (siempre que
entró fue peligroso y generó varios penales por acciones
individuales), y el colombiano Jonathan Herrera, lateral/volante
zurdo, mirando desde el banco como juegan en sus posiciones un
central y un lateral derecho. Matías Soto, otro de origen lateral
zurdo, también como suplente.
Entonces con ese panorama, ya era
difícil esperar un rendimiento auspicioso del equipo. Para que
ustedes puedan armar el puzzle, el equipo ante Progreso formó con
Odriozola; Felipe, Brasil, Rizzo y Servetti; Rigoleto, Rocha, Dorrego
y Furia; Lalinde y Martiñones. Recordemos las ausencias de Edgar
Martínez, Camilo Cándido y Jhony Galli por suspensión, más la de
Gastón Díaz por lesión.
El primer tiempo fue malo, pero dentro
de todo Rampla fue el más peligroso, obligando a una serie de buenas
intervenciones del arquero visitante. Primero intentó Martiñones
con un remate de zurda a los 7', luego de controlar un pase
complicado de Furia en la entrada del área. El arquero fue abajo
contra el palo y la sacó al córner.
A los 29' Rigoleto aprovechó un mal
despeje del guardameta de Progreso e intentó sorprenderlo desde la
mitad de la cancha, obligando al golero a extremarse para sacar la
guinda al córner. También debió exigirse a los 33' tras un centro
de Dorrego que picó y casi se le mete por arriba.
Los picapiedras contaron con una buena
cantidad de tiros de esquina, que siempre fueron peligrosos gracias a
la buena pegada de Dorrego. Incluso en un par de ocasiones nuestros
jugadores reclamaron penal, sea por mano o por falta (una de ellas
pareció ser infracción sobre Mauro Brasil), pero el juez Jonathan
Fuentes nada vio.
A los 44' Dorrego metió un buen centro
casi desde la mitad de la cancha y Rizzo sorprendió entrando por el
segundo palo con un cabezazo “de emboquillada” que el arquero
pudo sacar al tiro de esquina. En resumen, Rampla sin ser claro en su
juego estuvo varias veces cerca de la apertura, casi siempre mediante jugadas a balón parado.
Foto: Adrián Barreto.
Foto: Adrián Barreto.
Pero en el segundo tiempo todo cambió.
Mauro Brasil cometió una dura falta contra el banderín y fue
amonestado, y al minuto 4' del complemento vería la segunda tarjeta
amarilla, por cortar el avance de un futbolista gaucho que se iba
solo para quedar mano a mano con Odriozola. Esa incidencia se generó
producto al adelanto de las líneas picapiedras, bien explotado por
los lanzadores de Progreso y la velocidad de sus atacantes.
Con 10 hombres Rampla se terminó de
desdibujar. Servetti pasó a la zaga y Furia al lateral izquierdo,
pero en el mediocampo quedó un vacío importante. El visitante se
sintió mucho más suelto y comenzó a llegar con peligro sobre el
arco de Odriozola, algo que en el primer tiempo prácticamente no
ocurrió.
Avisó Gastón Colman con un notable
zurdazo que pegó en el palo a los 17' pero a los 22' no falló. La
jugada la hicieron por derecha, aprovechando las espaldas de Furia y
que Dorrego no pudo seguirle la carrera a su marca. La metieron al
medio y Colman convirtió el 1-0.
Poco antes había ingresado Cristian
Olivera por Julián Lalinde, un cambio que nosotros no compartimos.
Primero porque Lalinde fue el más peligroso del ataque ramplense,
bajando pelotas, generando faltas, incluso con algún desmarque
interesante dentro del área. Y segundo porque 10 contra 11 no era el
mejor escenario para poner al “mago”.
Perdido por perdido, el cuerpo técnico
picapiedra realizó dos variantes ofensivas más: primero entró
Delis Vargas por Dorrego y luego Adrián Leites por Furia. La salida
de Dorrego tampoco la entendimos, ya que pese a haber llegado tarde
en la jugada del gol (hay que entender también que hizo un gran
desgaste en los tres partidos de la semana) era el que convertía
cada pelota quieta en una chance de peligro.
La acumulación de hombres en ataque
tampoco le dio resultado a Rampla. Esas variantes solo lograron que
estuviéramos aún más descuidados atrás. Así fue que a los 40' un
atacante de Progreso quedó completamente solo para definir con
tranquilidad ante la salida de Odriozola y poner el 2-0 que a esa
altura parecía lapidario.
De todos modos, los rojiverdes sacaron
de la galera el tanto del descuento. Se juntaron Olivera y Leites al
borde del área, el “mago” intentó una chilena algo fallida y
finalmente la guinda le quedó a Martiñones que definió en forma
notable, dejando sin asunto al arquero. Rampla se ponía 1-2 a los 42
minutos del complemento.
Foto: Adrián Barreto.
Foto: Adrián Barreto.
Solo quedó tiempo para algún
“ollazo”, puntualmente uno en que Leites bajó la guinda notable
por la izquierda pero en vez de tirarla al medio remató al arco en
forma desviada. Después los visitantes hicieron tiempo de lo lindo y
hasta el juez Fuentes demoró la cosa lo más que pudo.
Rampla vuelve a dejar puntos en su casa
y ante rivales de media tabla. Otra vez se pierde un partido que era
perfectamente ganable. Sigue sin convencer el funcionamiento del
equipo. Nuevamente se apuesta por futbolistas en puestos que no son
donde mejor rinden.
Otra vez son dejados de lado jugadores
que merecen más chances: el colombiano Herrera por ejemplo, que tuvo
una buena actuación en el amistoso contra River argentino en
Maldonado, y ni que hablar de Matías Cóccaro que ha sido junto a
Martiñones el jugador más gravitante en ofensiva a lo largo de toda
la temporada.
Sinceramente esperábamos otra cosa
para este Clausura, luego de un Apertura nefasto y un Intermedio
bastante malo. Nos ilusionamos con un triunfo ante Fénix que fueron
3 puntos y nada más, porque en lo futbolístico dejó mucho que
desear. Y ahora otra vez las dudas y una permanencia que peligra este
año y que, en caso de salvarnos, nos compromete seriamente para la
temporada que viene.
Hay plantel y hay jugadores para revertir esta situación, pero el cuerpo técnico debe dejar los caprichos de lado, probar con variantes de esquema o de futbolistas, sacarle el mayor provecho a los jugadores en vez de mandarlos a la guerra en posiciones donde juegan incómodos, darle la chance a aquellos que han demostrado ganas y condiciones para rendir, etc.
De lo contrario Rampla seguirá estancado, sin progresar, sin subir en la tabla, y dependiendo de los resultados de sus rivales directos para permanecer en primera, al menos un año más.
Comentario: Marcelo Baruffaldi.
De lo contrario Rampla seguirá estancado, sin progresar, sin subir en la tabla, y dependiendo de los resultados de sus rivales directos para permanecer en primera, al menos un año más.
Comentario: Marcelo Baruffaldi.
La verdad no entiendo nada... Coccaro con el ronco jugaba andaba volando vino Fuentes lo colgó nunca más jugo... No entiendo nada.. Nada contra nadie no tenemos un delantero como Matías Coccaro
ResponderEliminarSi no nos unimos para alentar en las buenas o en las malas, pese a que muchas veces nos cueste mucho esfuerzo hacerlo, va a ser todo más difícil. Vamos a empujar juntos ..... si No, no tenemos chante de salvarnos.
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