Rampla cayó 1-2 en su visita a San Carlos y perdió
definitivamente las chances de obtener alguno de los dos ascensos directos que
otorga la categoría, que quedaron en manos de Tacuarembó y Atenas. Un final impensado cuando comenzó el año 2014 y los picapiedras lideraban el torneo con
5 puntos de ventaja, pero que se ajusta a la desastrosa campaña realizada en esta segunda rueda. Ahora los rojiverdes deberán luchar por el tercer ascenso
en el playoff.
Ya habrá tiempo para analizar las razones que provocaron esta
estrepitosa caída, pero primero vamos a remitirnos al choque ante los carolinos,
el cual la gran mayoría de nuestra hinchada no pudo ver.
Rampla viajó con la difícil tarea de derrotar a Atenas en su
feudo para al menos llegar con chances de ascender a la última fecha. El equipo
salió al campo con Bernardo Long en el arco; Diego Barboza, Pablo Pereira,
Danny Tejera y Emanuel Cuello en defensa; Jorge Anchén, Bruno Barreto, Diego
Galo y Nicolás Núñez en el mediocampo; Gonzalo Vargas y Sebastián Gularte en
ofensiva.
El primer tiempo lo comenzó mejor el local, entonado por su
público. Sin embargo, la defensa de Rampla aguantó bien y prácticamente el arco
defendido por Long no pasó peligro. Con el transcurso de los minutos el
picapiedra emparejó, gracias al buen manejo de pelota de Barreto y Núñez, y la
movilidad de Gularte en ofensiva.
Justamente Sebastián conviritó de cabeza a los 16 minutos,
pero el tanto fue bien anulado por falta del atacante. Es cierto, que las
infracciones ofensivas de Gularte son una constante, pero también hay que decir
que el delantero tacuaremboense es el exponente más peligroso que tienen los
picapiedras, complicando a los defensas rivales.
Rampla también tuvo una buena llegada a los 29’, cuando tras
un centro y despeje de la retaguardia local la pelota le quedó a Nicolás Núñez,
cuyo remate desde el borde del área se fue apenas por arriba del palo. Los
rojiverdes jugaban tranquilos, abriendo la cancha, y si bien no generaban mucho
peligro sobre el arco rival tampoco lo sufrían en el arco propio.
Sin embargo, todo comenzó a cambiar a los 39 minutos, cuando
Danny Tejera fue expulsado por el árbitro Daniel Rodríguez, a instancias del
línea Sergio Freire. Solo ellos saben por qué le mostraron la roja. Solo se nos
ocurre que haya sido a causa de una incorrección verbal, porque en la cancha no
se vio nada.
Sabiendo que el empate no servía, Saralegui prefirió no
poner otro defensa y Rampla pasó a jugar con línea de tres: Barboza, Pereira y
Cuello. Alentado por la superioridad numérica Atenas nos arrinconó, aunque sin
claridad, y así nos fuimos al descanso con un 0-0 que era bastante acorde a lo
que habían mostrado ambos equipos.
En el segundo tiempo era previsible que los locales se
fueran con todo sobre el arco de Long. Saralegui puso a Agustín Carballo por
Anchén, pero no cambió la figura táctica. Al picapiedra la que le quedaba era
aguantar, y tratar de sacar algún contragolpe para buscar la victoria. La cosa
empezó fea cuando a los 8’ Atenas encontró el gol.
Como en toda la tarde, los carolinos sacaron en corto un
córner, táctica que los rojiverdes nunca se avivaron de evitar. Tras un par de
pases, la pelota volvió al ejecutante del tiro de esquina, que ahora en mucha
mejor posición puso la guinda al medio para que un compañero suyo anticipara a
la defensa de Rampla y marcara el 1-0.
Si ya era difícil aguantar el empate con un hombre menos,
más difícil aún era salir a buscar el empate y luego la victoria, ya que la
igualdad no servía. Sin embargo, Rampla fue al frente, con un gran esfuerzo de
los mediocampistas, que corrieron como nunca en una cancha que estaba muy
pesada.
Gracias al buen trabajo de la defensa y un par de
fenomenales salvadas de Long, de esas en las que el gol parece cantado, el
resultado permaneció abierto hasta los minutos finales y ahí fue cuando los
picapiedras casi logran el milagro. Ya estaba en la cancha Matías Rigoletto,
que había reemplazado a Gonzalo “Turbo” Vargas.
A los 39’ Barreto puso la pelota al área, Núñez la peinó y
le quedó a Gularte. Sebastián la paró de pecho, la dominó con la rodilla y le
pegó de volea, de espaldas al arco. La guinda se metió en caída sobre el
segundo palo del arco de Atenas.
Un golazo, de esos catalogados como “un gol de
otro partido”. Un premio a la entrega de los jugadores de Rampla, que no
merecían irse con las manos vacías. Y un minuto después casi queda consumado el milagro.
Ante un
Atenas desencajado, obviamente sorprendido por el empate, Rampla otra vez buscó por arriba a Gularte. El delantero la mató de pecho y quedó mano a mano
con el arquero. Le pegó de zurda y la guinda se fue lamiendo el poste. Rigoletto entraba solo por el medio, pero Gularte se tuvo fe, y después del golazo que acababa de hacer, era lógico.
Todo podía cambiar si esa pelota iba adentro, pero como ha
sido una constante en esta campaña 2014, los goles que erramos en el arco rival
los sufrimos en el propio. En la recarga Atenas puso el 2-1. Llegaron tocando
por la punta izquierda, metieron el balón al medio, Long trabó con el delantero
que entraba y la pelota le quedó servida a un volante local, que solo tuvo que
empujarla al arco vacío.
No hubo tiempo para más. Atenas festejó su ascenso a Primera
División, al igual que Tacuarembó, que derrotó 3-2 a Plaza en Colonia. Los del
Norte lo lograron con una excelente segunda parte del año, ganando 11 de los 12
partidos. Atenas con una campaña pareja, con 20 puntos en la primera rueda y 25
en la segunda.
Sin embargo, todos sabemos que uno de esos dos ascensos lo
perdió Rampla. La campaña de los picapiedras en este 2014 fue desastrosa.
Sumaron 11 puntos y fueron, junto a Canadian (11), Central Español (10) y
Torque (7) los que cosecharon menos unidades en la segunda rueda. Bastaba con
una campaña de mitad de tabla para subir, pero lo cierto es que el equipo nunca
tuvo regularidad, ni con Codevila, ni con Saralegui.
Estamos todos muy dolidos y desilusionados. Cuando se reanudó
el torneo nadie imaginaba estar ahora en esta situación. Pero lamentándonos no
vamos a lograr nada. Queda una chance y es en el playoff.
El primer objetivo era salir campéon y no se pudo. El
segundo es ascender, sea en forma directa o por playoff. Rampla merece y debe
estar en Primera División, no importa cómo. Si el ascenso no se logra, ahí sí habrá
que hacer el análisis de las razones que llevaron a ese fracaso y los responsables tendrán
que hacerse cargo.
Ahora, si bien este mal presente futbolístico no genera muchas expectativas, no queda otra que apoyar y alentar al equipo, porque mientras la pelota ruede y haya chance, hay que pelear por ella. Los que hacemos este espacio vamos a hacer eso. Si alguien quiere expresarse contra la directiva, que vaya el lunes de noche a la sede y hable con los dirigentes. Si alguien quiere reprocharle algo a algún jugador, vaya al Olímpico y espérelo después del entrenamiento. Es tan simple como eso.
Todos queremos que Rampla vuelva a Primera y mientras esa chance exista, los que hacemos El Bravo Rampla nos vamos a aferrar a ella.
Comentario: Mr.Baru (@crearoreventar)
Fotos: Adrián Barreto (@adribarreto90)
También estuvo en la cancha: Emilio Fernández (@durosconceptos)
También estuvo en la cancha: Emilio Fernández (@durosconceptos)
Rampla en los playoffs tiene que pedir para jugar en el viera! En el olímpico no le ganamos a nadie, y en el viera jugamos uno de los mejores partidos de la segunda rueda! Nada está dicho, arriba Rampla!
ResponderEliminarRampla en los playoffs tiene que incentivar a los otros 7 equipos, capaz que si los dirigentes les dan las entradas que sacaron para el mundial a los jugadores de los otros cuadros ascendemos!
ResponderEliminarRAMPLA NO FIJES EL OLIMPICO
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