El choque ante los fernandinos no debería ser muy tomado en cuenta, puesto que los picapiedras jugaron con un equipo alternativo, con algunos futbolistas evidentemente faltos de rodaje y otros en un bajísimo nivel que por algo los llevó a quedar fuera del equipo titular, pero aunque cambiaron los intérpretes, la forma en que se dio el partido fue más de lo mismo.
Lo que se vio fue un fiel reflejo de lo que ha sido el picapiedra en la mayor parte de esta segunda rueda: un equipo sin identidad, sin una idea clara de juego, impotente al momento de doblegar a un rival que jugó más de un tiempo en inferioridad numérica, que desaprovecha las pocas chances de gol que tiene y que sigue cometiendo graves distracciones defensivas que le cuestan goles.
El otro día, Deportivo Maldonado, jugando 60 minutos con un hombre menos, le ganó y le ganó bien a este Rampla, porque jugó en forma inteligente: no regaló espacios en defensa, apostó a que sus delanteros pudieran ganar alguna falta o algún tiro de esquina, y aprovechó esas jugadas de pelota quieta para crear peligro. Y con esa receta es como nos han ganado varios equipos que, en los papeles, serían inferiores a nosotros.
Volviendo a este último partido, mientras los habituales titulares estaban en la tribuna o en el banco de suplentes, Rampla salió al campo con Bernardo Long en el arco; Fabián Vargas, Alejandro Rodríguez, Gastón de los Santos y Salvador Sassón en defensa; Agustín Carballo, Sebastián Cessio, Mathías Chocca e Ignacio Deleón en el mediocampo; Paul Dzeruvs y Matías Rigoletto en ataque.
El primer tiempo fue aburridísimo. Apenas podemos destacar un remate de media distancia que Long sacó del ángulo a los 35’, y un centro de pelota quieta que cayó sobre el área de Rampla y un delantero rival, entrando completamente solo, erró el cabezazo y no pudo desviar hacia la red. Insólitamente, otra vez nos quedamos parados mirando la jugada.
Si habrá sido pobre ese primer tiempo que las otras incidencias que hay que mencionar son faltas. A los 26’ Paul Dzeruvs sufrió un durísimo choque con un rival, y debió ser reemplazado. El golpe en la zona del maxilar lo obligó a salir del juego. De inmediato, Bruno Barreto (que estaba en la tribuna) se ofreció para llevarlo a una mutualista. En lugar de Paul entró Luis Martínez.
La otra falta fue a los 40’, cuando un rival se le tiró con todo a Alejandro Rodríguez, llegó tarde a la pelota y lo barrió. El juez le mostró la roja directa, quizás para compensar el hecho de haber sacado solo amarilla al futbolista que lesionó a Paul, que aparte de sacarlo del partido había evitado que el delantero se fuera solo hacia el arco.
La superioridad numérica daba alguna esperanza para que la actuación de Rampla mejorara en el segundo tiempo. Tuvimos un par de minutos buenos, del 10’ al 15’, donde pudimos convertir. Primero se lo perdió en forma increíble Gastón de los Santos, pifiando la pelota adentro del área chica cuando solo tenía que empujarla hacia la red, tras un centro de Deleón. El capitán seguramente se vio sorprendido de que la pelota le quedara servida para el gol.
Después tuvimos una corrida larga de Rigoletto, tras buen pase de Deleón, que terminó con una débil definición del delantero con pierna zurda que el arquero visitante sacó al córner. Unos minutos antes habría ingresado Jorge Anchén por Sebastián Cessio, que también se fue lesionado.
Del otro lado, cada córner o pelota quieta de los fernandinos era medio gol. A los 18’ Sassón sacó desde la raya, al lado del poste, un cabezazo que se metía. Sobre los 27’ otra vez ganaron por arriba en nuestro segundo palo, y el golpe de cabeza se fue apenas desviado.
A esa altura ya estaba Nicolás Núñez en la cancha, tratando de darle una salida clara al balón. Ingresó en lugar de Salvador Sassón. Niki tuvo una buena corrida por izquierda, pero demoró mucho en ceder el balón al medio, por donde entraban varios compañeros.
Rigoletto, de escasa gravitación, también hizo una buena jugada por la zurda, sacándose un par de jugadores de encima y cediendo el balón al medio, pero Luis Martínez tardó una vida en acomodarse para patear y terminó perdiendo la pelota.
El partido se moría con un empate pero otra vez, como tantas veces, recibimos un gol de pelota quieta y por un balón que nunca terminamos de despejar. A los 44’ la guinda le quedó servida justo a Miguel Ximénez, el experiente centrodelantero fernandino, que no tuvo problemas para vencer a Long. Listo, lo único que faltaba para ponerle el moño a esta funesta segunda rueda.
Si tomamos solo los partidos disputados en este 2014, Rampla habría terminado penúltimo, apenas por encima de Torque, el peor equipo de la temporada. Es decir que este plantel que actualmente tiene Rampla, ni siquiera hubiera clasificado al playoff. Entonces, ¿de dónde podemos sacar esperanzas para ganarlo y subir?
Tiene que haber un cambio radical: anímico, físico y futbolístico. Seguramente eso es lo que están buscando Marcelo Saralegui y sus colaboradores, en esta especie de “mini-pretemporada” que están realizando los habituales titulares, mientras los recambios jugaban este último partido. ¿Podrán hacerlo? Solo depende de ellos: cuerpo técnico y jugadores.
A nosotros, los hinchas, no nos queda otra que alentar. Quienes integramos El Bravo Rampla lo vamos a hacer, como lo hicimos siempre. Insultar o criticar no aporta nada, pero cada uno es dueño de sus palabras. Ojalá los jugadores le tapen la boca a la mayoría y nos devuelvan a Primera. Es lo menos que pueden hacer después de semejante desilusión, después de ver que la copa 100 años de Rampla Juniors la levantó otro club, cuando tuvimos todo para ganarla nosotros.
Comentario: Mr.Baru (@crearoreventar)
Fotos: Adrián Barreto (@adribarreto90)
Se encargó de recordarle a Pilipauskas su mediocridad: Emilio Fernández (@durosconceptos)
Se encargó de recordarle a Pilipauskas su mediocridad: Emilio Fernández (@durosconceptos)