De todos modos, más allá de los resultados, lo más
preocupante es el rendimiento. El partido ante los coloninenses fue malo, de
parte de ambos contendientes, la única diferencia fue el gol, pero no podemos
quedarnos con el consuelo de que “los demás también son malos” y menos cuando,
por más “malos” que sean, nos ganan.
Tenemos que mirar puertas adentro, hacer autocrítica y ver
en qué cosas estamos fallando. Ante Plaza, Rampla prácticamente regaló el
primer tiempo. Fue un equipo impreciso, que perdió varias pelotas de esas
“tontas”, que rara vez encontró una salida clara del balón y nunca pisó el área rival, salvo por un cabezazo
de Gularte que se fue por arriba del palo y un tiro cruzado de Richard Núñez
que rebotó en un defensa rival y se fue al córner. Demasiado poco.
En el costado nuestro de la cancha, aunque sin claridad, el
rival nos llevó contra el área, provocando varios tiros de esquina. Quizás, más
que Plaza meternos contra nuestro arco, nos metimos nosotros mismos. Como ha
pasado en varios partidos, el mediocampo se repliega demasiado contra la defensa,
y los volantes terminan dentro del área, dejando total libertad a los
mediocampistas rivales para generar juego.
Esto provoca también que el equipo quede como “partido al
medio” y los delanteros tengan que retroceder muchos metros para entrar en
juego. Esta vez, jugó Richard Núñez como enganche para tratar de suplir esa
falencia, pero estaba demasiado solo y en cada oportunidad que tocaba la pelota
tenia dos o tres rivales encima. Además, cabe decir, le pegaron toda la tarde
al rubio volante. No lo dejaron respirar.
En ese panorama, no sorprende que la única chance clara del
primer tiempo fuera para Plaza. A los 40’
un pase llovido a espaldas de nuestra línea defensiva para el grandote
Colombo, quien pareció estar adelantado, y ante la protesta de Long desvió la
pelota en el aire, pegando la bola en el palo. Bernardo, que seguía con el
brazo levantado pidiendo off-side, reaccionó a tiempo y se tiró sobre la pelota
tras el rebote en el poste. Nos salvamos de milagro.
El segundo tiempo fue otra cosa y Rampla salió con una
actitud diferente, dispuesto a pelear el partido en la mitad de la cancha y con
Núñez más adelante, casi como un puntero derecho. A los 5’, tras una falta a
Richard, el mismo numero 10 metió una pelota envenenada que Gularte agarró de
bolea aunque algo mordida, obligando a una buena intervención del arquero para
sacarla al córner. En ese tiro de esquina, el centro vino pasado, el golero no llegó y el “Turbo” Vargas, entrando por el segundo palo, no pudo tocarla hacia el arco.
Por lo menos había una intención de jugar por afuera interesante, más que nada por la banda izquierda, donde estaba Ignacio Deleón, que fue de lo mejor en Rampla. Por ese lado llegó la chance más clara para el
picapiedra. Pase largo de Cuello, Gularte que presiona al zaguero rival y se
lleva la pelota, quedando 2 contra 1 con Núñez entrando por el otro lado. Seba
se la cedió a Richard, el 10 le pegó fuerte y a contrapié del arquero, que
increíblemente pudo evitar el tanto con sus piernas. La jugada siguió, ya con
mucha gente en el área, y la guinda le quedó al “Turbo” cuyo tiro fue bloqueado
por el golero.
El partido era parejo hasta que Plaza “se encontró” con el
gol de la victoria cuando iban 22 minutos. Un remate desde el borde del área
rebotó en Ale Rodríguez y le quedó a un delantero coloniense, que tuvo todo el
tiempo del mundo para ajusticiar a Long.
Si bien la incidencia fue fortuita (el
tiro de hecho se iba para afuera), nuestros mediocampistas no debieron darle
tanta libertad al volante rival para sacar el tiro que luego del rebote deriva
en el gol. Y nuestros defensas no debieron quedarse estáticos, como pasó ante Central pidiendo off-side.
De ahí al final Codevila intentó variantes ofensivas pero no
dieron resultado. Ingresaron Matías Rigoletto por Gonzalo Vargas, Paul Dzeruvs
por Cessio y Nicolás Núñez por Richard. El equipo fue al frente y seamos
claros, la entrega fue total, pero futbolísticamente no tuvimos argumentos para
alcanzar el empate. Ni siquiera creamos una chance de gol hasta el pitazo final
de Esteban Ostojich.
Pese a los últimos resultados, confiamos plenamente en este
plantel y cuerpo técnico, pero también somos realistas: así no podemos seguir.
No podemos especular, tenemos que salir a imponer nuestro juego. En
esta divisional es muy difícil dar vuelta un resultado. De hecho, Rampla perdió
4 de los 5 partidos en los que empezó abajo en el marcador. Nos cuesta mucho abrir una defensa. Esto es claro.
¿Por qué jugamos tan bien contra Torque? Porque empezamos
ganando y eso nos dio espacios para desplegar el buen juego que somos capaces
de mostrar. Entonces, salgamos a ser protagonistas, a matar al rival de
entrada. Eso en cuanto a la actitud. En cuanto a lo futbolístico, creemos que
hay jugadores para corregir las falencias que estamos mostrando. Será cuestión
de que el cuerpo técnico le encuentre la vuelta en la semana. Nosotros seguiremos apoyando desde la tribuna. Arriba Rampla!
Comentario: Mr.Baru (@crearoreventar)
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