Cuando la punta del campeonato más estaba en jaque, Rampla
Juniors se puso bravo y logró un vital triunfo 1-0 sobre Villa Teresa
que le permite asegurar la primera posición de la tabla, independientemente de
lo que pase en los otros partidos de la fecha. Muchos esperaron que nos cayéramos y cuando lo hicimos, no lo supieron aprovechar. Ahora no les dimos el gusto y nos levantamos a tiempo. La punta sigue siendo solo nuestra.
Cortar la mala racha era fundamental. Después de perder 3
encuentros seguidos y de haber sumado apenas 4 de los últimos 18 puntos
disputados, la victoria era impostergable. No importaba cómo, pero había que
ganar. Y si algo tiene este plantel, es que se hace fuerte en las difíciles.
Como cuando perdió el invicto ante Canadian y después fue a Rocha y le arrebató
la punta al celeste. El tema es no esperar a estar contra las cuerdas para
jugar con esa actitud.
Claro que más allá de la entrega, hubo cambios en el equipo
que ayudaron. El DT Codevila puso a Bruno Barreto y Jorge Anchén de entrada, y
Rampla tuvo más presencia en el mediocampo, el gran déficit que al menos
nosotros entendemos tenía el equipo, porque ahí ni teníamos contención ni
generábamos juego. Lo de Anchén fue de lo mejor en Rampla, marcando y jugando,
y Bruno si bien se nota que le falta rodaje, también fue importante. Cessio,
con estos dos “perros de presa” a los costados, se sintió más protegido.
Volver a la línea de 4 en defensa también fue importante. La
pareja central de Ale Rodríguez y Gastón de los Santos sacó un montón de
pelotas. El “Coto” Vargas y Salvador Sassón, este último volviendo al equipo
titular, se nota que están más cómodos como laterales, dedicándose primero a
marcar y luego a salir, que haciéndolo como carrileros, donde están obligados a
tener un mayor trajinar.
Y arriba está claro que Richard Núñez es mucho más peligroso
si juega cerca del arco contrario. Gularte no tuvo ninguna clara pero luchó y
obligó toda la tarde, aunque le cobraron un montón de faltas ofensivas. Aspecto
a mejorar en el delantero.
Por último, creemos que Nicolás Núñez demostró que tiene que ser la
“manija” de este equipo de Rampla. Aguantó un montón de pelotas (quizás algunas
más tiempo de la cuenta), pero generalmente les dio buen destino apoyándose en
Barreto y Anchén, clarificando la jugada, y metiendo pases para los delanteros,
uno de ellos, el del gol del triunfo.
En definitiva, pese a no ser gran cosa, Rampla se mostró más
compacto que en otros partidos. No fue un “ballet”, es cierto, pero metió
adentro una de las pocas chances que tuvo y estuvo firme a la hora de aguantar
el aluvión del rival en busca del empate. Jugó como debe jugar siempre:
ordenado y concentrado, sin cometer errores ni regalar una pelota, y facturando cuando la oportunidad
se presente. Así se gana en esta divisional, en la que no hay ningún equipo descollante.
El primer tiempo, con la bajada a favor, el picapiedra
comenzó siendo protagonista. Antes de los 10’ Richard Núñez ya había rematado tres
veces con relativo peligro al arco rival. La primera fue de zurda, quemándole
las manos al golero, que la sacó al córner. La segunda con la derecha,
perdiéndose desviado el remate, luego de una buena pivoteada de Gularte dentro
del área. Y la tercera una mezcla de centro pasado y tiro al arco que otra vez
encontró una buena respuesta del guardameta local.
Después de los 15’
Villa Teresa emparejó y comenzó a tener más la pelota. Tuvieron una
buena chance con un desborde y cabezazo por el segundo palo que Bernardo pudo
resolver con alguna dificultad, pero en general sus avances se diluían cuando
llegaban al área nuestra.
Rampla respondió a los 21’ con un buen desborde de Sassón
por izquierda, quien metió un centro rastrero que Gularte anticipó, controló y
luego remató fuerte y cruzado, aunque con poco ángulo de tiro. La pelota se fue
por el segundo palo.
A los 23 minutos se produjo la polémica de la tarde. Richard
recibió un buen pase de Barreto, ingresó al área por la izquierda, y cuando
enganchó al medio cayó ante la barrida de Canosa que se tiró con las dos
piernas. Desde nuestro lugar es imposible saber si lo tocó o no. De todos
modos, era un penal muy cobrable, y si hubiera sido al revés, da la sensación
que ya nos estaban poniendo la pelota en la pena máxima.
El resto del primer tiempo se hizo más trabado en la mitad
de la cancha. Sufrimos con un remate del centrodelantero rival desde la
medialuna que se fue desviado, tras una desinteligencia entre Gastón y
Alejandro, la única que tuvieron en toda la tarde. El juez Oscar Rojas marcó el
final y nos fuimos a las duchas con el 0-0.
El segundo tiempo pintaba complicado para Rampla, más que
nada por tener la bajada en contra. Villa Teresa adelantó más sus líneas,
buscando un triunfo que los igualara en la cima con nosotros. Y ahí fue que
aparecieron los espacios para que los Núñez pudieran poner el 1-0. La claridad
de Nicolás para meter un pase profundo perfecto y dejar mano a mano con el
arquero a Richard, y la calidad que caracteriza al número 10 para ponerla suave
contra el palo.
De ahí en más quedarían 41 minutos más descuentos de
sufrimiento. Los picapiedras se atrincheraron en su área y muy pocas veces
pudieron salir con la pelota limpia como para generar un contragolpe peligroso,
aunque intentaron aguantar la guinda lo más posible.
Lamentablemente Richard sufrió un tirón y debió dejar la cancha a los 18’, ingresando en su lugar Matías Rigoletto. El botija cayó en posición adelantada en reiteradas ocasiones y eso impidió que varias veces pudiera irse solo hacia el arco.
Lamentablemente Richard sufrió un tirón y debió dejar la cancha a los 18’, ingresando en su lugar Matías Rigoletto. El botija cayó en posición adelantada en reiteradas ocasiones y eso impidió que varias veces pudiera irse solo hacia el arco.
Del lado nuestro, se vio la acostumbrada seguridad de Long
bajo los tres palos, y un trabajo a destajo de la pareja central, sacando y
sacando pelotas. También fue bueno lo del “Coto” Vargas, que prácticamente
clausuró su sector. Más complicada la tenia el “Cone” Sassón del otro lado, ya que
le llegaban siempre en superioridad numérica.
Asumiendo el hecho de “poner la bañadera”, Codevila a los
32’ sacó a Gularte y puso a Diego
Barboza, que apareció como volante por derecha, pasando a jugar con un 4-4-1-1.
Faltaba mucho, quizás el entrenador debió esperar unos minutos más para tomar
esa decisión, pero bueno, el equipo ya estaba jugado a aguantar el 1-0. Villa
Teresa nos tiró un sinfín de centros, pero salvo dos ocasiones en que sus atacantes
le erraron a la pelota, nunca crearon peligro. Era más que nada una “sensación
térmica” lo que nos hacía sufrir a todos.
A los 42’ entró Diego Galo por Cessio y en los útimos
minutos solo hubo un tiro desde el borde del área de un volante rival que Bernardo
controló sin dar rebote y una gran chance para liquidar el pleito que se perdió
el pibe Rigoletto. Corrió casi desde la media cancha solito y quiso eludir al
arquero en vez de definir. El veterano Coco Rodríguez lo esperó y se quedó con
la pelota. Por suerte esta vez no lo necesitamos, pero ojalá la próxima vez el
botija aprenda la lección.
Llegó el pitazo final de Óscar Rojas, de mediocre arbitraje,
cobrando constantemente faltas en contra de Rampla que, cabe decirlo, nos
metieron todavía más contra nuestro arco, y la parcialidad picapiedra que
acompañó en buen número explotó de júbilo. Un triunfo impostergable y
tranquilizador. Ahora a descansar, ver cómo se dan los otros resultados, y el
martes contra Cerrito de nuevo defender la punta con todo. Arriba Rampla!
Comentario: Mr.Baru (@crearoreventar)
Fotos: Adrián Barreto (@adribarreto90)
Depto. de Cábalas y Afines: Emilio Fernández (@durosconceptos)
Depto. de Cábalas y Afines: Emilio Fernández (@durosconceptos)
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