Es muy difícil escribir una crónica meramente deportiva en
este momento, donde la noticia ya no es que Rampla otra vez volvió a perder,
sino que Héctor Codevila, una persona muy querida por nuestra parcialidad, ha
dejado de ser el entrenador de nuestro equipo. Es un momento muy triste para
todos, estemos o no de acuerdo con la decisión tomada por la Comisión
Directiva.
Lamentablemente, en el fútbol los resultados mandan y los de
Rampla en este 2014 han sido muy malos, en esto estamos todos de acuerdo. Si en
vez de Codevila, hubiera sido otro DT el que estaba a cargo del plantel,
seguramente la opinión mayoritaria sería que no siguiera, tras 5 derrotas en
los últimos 6 partidos y 7 puntos obtenidos sobre 24 disputados.
Pero más allá de los resultados, dio la impresión que este
año el cuerpo técnico nunca encontró el equipo ni el sistema táctico,
y el rendimiento de Rampla fue en declive, tocando fondo en la derrota 0-2 ante
Boston River.
Seguramente hay un montón de factores deportivos ajenos al Cuerpo Técnico (lesiones,
suspensiones, etc.) pero esos imponderables son propios de este deporte y todos
los equipos están expuestos a ellos. También hay causas extra-deportivas, como los problemas económicos que afectaron el trabajo y que Codevila, muy
respetuosamente, prefirió no detallar en su carta abierta a la parcialidad.
Sabemos que fue una decisión muy discutida en el seno de la
Comisión Directiva y solo el tiempo dirá si fue acertada o no, pero que hoy
Codevila no sea más el DT de Rampla más que culpa de los dirigentes, es culpa de
los malos resultados y del bajo rendimiento que tuvo el equipo. Y de eso, el
cuerpo técnico también es responsable.
En definitiva, lo que todos queremos es que Rampla vuelva a
Primera División. Ojalá esto sea para bien y si el picapiedra asciende, sea con
el DT que sea, seguirán siendo grandes responsables de ese éxito Héctor Codevila, Fernando Barboza
y el Prof. Modesto Turrén. Es el sentir de toda la parcialidad que algún día
podamos volver a contar con ellos.
Del partido con Boston River no hay mucho para decir. Codevila
presentó un equipo totalmente diferente al partido anterior, pero con algunos
futbolistas que habían tenido pocos minutos en el campeonato y se notaron
faltos de rodaje. Quizás por eso, más que un partido donde nos estamos jugando
la punta del campeonato, parecía un partido de pretemporada.
Long estuvo en el arco; Fabián Vargas, Alejandro Rodríguez,
Pablo Pereira y Emanuel Cuello en defensa; Diego Galo, Bruno Barreto, Jorge
Anchén y Nicolás Núñez en el medio; Luis Martínez y Enzo Ventoso en ataque.
Mientras
tanto en la tribuna estaban Richard Núñez, Sebastián Cessio, Gonzalo Vargas,
Paul Dzeruvs y Salvador Sassón, todos titulares en aquel primer partido ante
Central.
El primer tiempo fue parejo y malo. Boston River tuvo una
clara, cuando un delantero se llevó la pelota con la “plancha” ante una
dubitativa reacción de nuestra zaga y quedó mano a mano con Long.
Adelantó
mucho la pelota y cayó tras chocar con Bernardo. Los jugadores visitantes y el puñado de parciales que los acompañaron pidieron penal.
Lo que generaban los picapiedras en ofensiva era
prácticamente nulo, y no pudieron aprovechar los pifies de la defensa rival,
que demostraba muchas flaquezas cuando la pelota caía en su área. La única
buena combinación ofensiva de Rampla fue a los 31’, pase de Anchén,
habilitación de cabeza de Martínez y estirada de Ventoso, que fue trabado justo
cuando quedaba frente al arquero.
Después vinieron los dos goles de Boston River y el
desmoronamiento anímico y futbolístico de Rampla. El primero fue a los 37’, en una
pelota que nunca terminamos de sacar de nuestra área chica y se metió en el
arco luego de un rebote.
Y a los 41’ nos meten otro gol tras un rebote, esta vez luego de un tiro libre que pegó en la barrera. Algunos dirán que es mala suerte, pero lo cierto es que sea
por distracciones o por lenta reacción de nuestra defensa, nos han hecho muchos
goles en situaciones similares. Tampoco ayuda el hecho de que el mediocampo
defienda tan cerca de nuestro arco, otra falencia que hemos remarcado en este
espacio.
Pudimos descontar con un anticipo de Barreto tras una pelota quieta bien servida por Núñez, pero la guinda se fue por arriba del palo cuando el arquero quedaba a mitad de camino.
Ya en el entretiempo todos en la tribuna sentíamos que Rampla
no tenia con qué dar vuelta el resultado. Lamentable pero cierto. Codevila
intentó mover el banco, puso a Gularte por Anchén, a Carballo por Galo y a
Rigoletto por Núñez, pero nada cambió.
Tuvimos apenas un cabezazo de Gularte que se perdió afuera a
los 15’, un intento del ex Tacuarembó de bajar una pelota y quedar de cara al
arco pero siendo trabado por el arquero y cometiendo falta sobre los 36’, propiciando que el guardameta se quedara a vivir tirado en el piso para hacer tiempo.
Luego hubo un gol de cabeza de Gularte anulado por posición adelantada y nada más. Llegó el final del partido y otra vez nos alejamos de los
puestos de ascenso directo.
El campeonato ya parece una utopía (¿Alguien nos
hace el favor de parar a Tacuarembó?) y ahora nos queda luchar por el segundo
lugar. Para eso es vital ganarle a Huracán la fecha que viene. Eso nos permitiría
quedar segundos y depender de nosotros mismos en las últimas 4 fechas. Esperemos
que el nuevo cuerpo técnico que asuma comience con buen pie. Pase lo que pase, arriba Rampla! Siempre adelante!
Comentario: Mr.Baru (@crearoreventar)
Fotos: Adrián Barreto (@adribarreto90)
Recursos Humanos e Incorporaciones: Emilio Fernández (@durosconceptos)
Recursos Humanos e Incorporaciones: Emilio Fernández (@durosconceptos)