Con un gol de penal de Gonzalo Malán sobre el final del
partido Rampla Juniors le ganó 1-0 a Wanderers y se llevó un triunfo
importantísimo para sumar 6 puntos en la lucha por la permanencia y seguir
ganando confianza de cara al resto del campeonato. Doblegar nada menos que al
actual vicecampeón uruguayo no era cosa fácil, y los picapiedras lo lograron
con un fútbol práctico y aplicado tácticamente, y con mucha paciencia, como se dice popularmente "a fuego lento".
Rampla fue consciente de las virtudes de su rival, y sabía
que debía esperarlo para anular sus circuitos de juego, para luego lanzarse
rápido al ataque tratando de tomar mal parada a su defensa. Los bohemios
tuvieron la iniciativa durante casi todo el juego, y cuando comenzaron a sentir
el desgaste, los picapiedras comenzaron a crearles cada vez más problemas.
La incidencia que define el partido a favor de Rampla es una
clara muestra de eso. Paul Dzeruvs fue bien controlado por la retaguardia de
Wanderers en el primer tiempo, pero en el complemento, cuando los zagueros
bohemios comenzaron a cansarse, cada vez tuvieron más problemas para detenerlo
y terminaron cometiéndole un penal propio de la falta de distancia y lucidez
que origina el desgaste físico. Pero antes, vamos a repasar las incidencias que
derivaron en ese desenlace.
Rampla salió al campo con una única variante respecto a los
11 que comenzaron jugando ante Atenas la fecha pasada. Ingresó el argentino
Ángel Piz en lugar de Bruno Barreto, que está lesionado. Bernardo Long estuvo
en el arco; Fabián Vargas, Emiliano García, Jonathan Píriz y Emanuel Cuello en
defensa; Jorge Anchén, Marcel Román, Ángel Piz y Gustavo Aprile en el
mediocampo; Paul Dzeruvs y Francis D’Albenas en ofensiva.
En el primer tiempo los dirigidos por Marcelo Saralegui
hicieron bien la mitad del libreto: contener al rival. Wanderers es un equipo
que juega muy bien al fútbol, por abajo y en velocidad, pero la doble línea de
4 que presentó Rampla les hacía muy difícil el camino hacia Long a los rivales,
que terminaron recurriendo muchas veces al pelotazo largo.
Solo crearon una chance de gol a los 18 minutos, cuando
Emiliano García quiso salir jugando, perdió la pelota, y esta derivó en Kevin
Ramírez, que remató cruzado y afuera. De todos modos, cabe señalar que lo del
“gallego” García fue soberbio, quitando un montón de balones en las puertas del
área. Pero salvo por esa incidencia, la valla custodiada por Long nunca estuvo
en riesgo.
El gran debe del rojiverde fue cuando tuvimos la pelota en
los pies. No pudimos darle salida clara al balón, y terminamos generalmente
buscando pelotazos largos para ver qué podían generar Francis y Paul. Salvo
alguna falta o un rebote que provocara un tiro de esquina, lo de los
picapiedras en ofensiva fue casi nulo. Así fue que nos fuimos al descanso con
un inamovible y justificado 0 a 0.
En el segundo tiempo la cosa cambió: Rampla ya no fue ese
equipo inofensivo de la parte inicial. Ingresó Maximiliano Arias por Ángel Piz
y el popular “Godzilla” cumplió una buena labor distribuyendo el balón, lo cual
hizo que su compañero de doble cinco Marcel Román también levantara su juego, y
se transformara poco a poco en una de las figuras del equipo.
A los 11’ fue justamente Román quien probó de media
distancia, tras una buena jugada por izquierda entre Aprile y Paul, que fue
quien terminó cediendo la guinda para el disparo de media distancia de Marcel.
Fue el primer tiro franco al arco de Rampla en el partido, pero era una señal
de que el equipo se estaba animando a más.
Antes había salido lesionado Jonathan Píriz, quien chocó con
un futbolista bohemio en un quite sobre las puertas del área. En su lugar
ingresó Pablo Pereira, de muy buena labor, al igual que Jona que en los minutos
que estuvo en cancha cumplió de forma muy satisfactoria su función.
Promediando el período complementario se produjeron los
mejores momentos de los rojiverdes, siempre recuperando la pelota y jugándola
rápidamente en largo para los delanteros, que poco a poco comenzaban a
aprovechar el cansancio de la última línea rival. A los 22’ lo tuvo D’Albenas,
quien tras pase de Cuello cuerpeó a un zaguero y quedó de frente al arco. Su
bolea desde las puertas del área se fue apenas desviada.
Enseguida fue el “Coto” Vargas, quien recuperó la guinda y
la jugó en largo para Paul. Dzeruvs ganó la posición, enganchó al medio, y
cedió el balón para Francis que entraba de frente. El rubio cedido por River
Plate le entró muy de abajo a la pelota y ésta se fue por arriba del travesaño.
Si bien Wanderers dominaba campo y posesión, ahora Rampla también le llegaba
con peligro.
Sobre los 28 minutos ingresó Gonzalo Malán por Francis
D’Albenas, y así se produjo el regreso del goleador picapiedra que no estuvo
contra Danubio y Atenas por lesión. Malán tenía menos velocidad que D’Albenas,
pero más potencia para aguantar la pelota y forzar el error rival.
En filas bohemias ya estaba un viejo conocido nuestro:
Sebastián Gularte, y en sus pies estuvieron las jugadas más riesgosas de los locales.
A los 30’ recibió en el área y remató de media vuelta, perdiéndose la guinda
apenas afuera. Y un minuto después se perdió un gol increíble, entrando solo
por el medio y rematando desviado. A esa altura la frustración en nuestros
rivales era visible, y el cansancio también. Mientras Rampla ganaba confianza y
se soltaba en ataque cada vez más.
Y cuando iban 42 minutos llegó la jugada clave del partido.
Aunque parezca mentira, partió desde un saque lateral. La guinda fue para Paul
Dzeruvs, que enseguida se la llevó hacia delante. Parecía que se le iba larga,
pero rebotó en la mano de un defensor (para el árbitro Leodán González sin
intención) y se frenó. Ahí Paul fue nuevamente sobre ella, el defensa bohemio
llegó tarde y lo derribo. Penal clarísimo.
Lo quería patear el propio Dzeruvs, pero Malán se lo pidió.
Gonzalo ya había pateado y convertido en la segunda fecha frente a El Tanque.
Aquella vez le pegó fuerte y al medio, y quizás por eso el arquero bohemio
Cristóforo se quedó parado en el centro del arco, pero nada pudo hacer porque
el goleador picapiedra lo fusiló, y la guinda se metió arriba contra el
travesaño.
En los minutos finales Wanderers contó con alguna falta donde mandó a todos sus hombres hasta nuestra área pero nada más. Las vueltas de reloj finales se esfumaron con Rampla haciendo correr el balón, con tranquilidad, y llevándolo contra el banderín del córner. Llegó el pitazo final del árbitro y la parcialidad ramplense explotó de júbilo. Habíamos ganado un partido durísimo.
Este triunfo demuestra que lo logrado ante Atenas no fue
casualidad, ni producto de la debilidad del rival. Esta vez Rampla le ganó a un
equipo que en los papeles seguramente era superior al nuestro. Sin embargo, los
rojiverdes fueron conscientes de eso, pero no se achicaron. Con mucho esfuerzo,
concentración e inteligencia, demostraron que pueden hacerle partido cualquier equipo de esta categoría y, por qué no, derrotarlo. Ahora se viene
Racing, nada menos que el puntero del campeonato, ¿qué mejor oportunidad para
seguir demostrando que somos de Primera?
Comentario: Mr.Baru (@crearoreventar)
Fotos del partido, la maratón, cumpleaños y casamientos: Adrián Barreto (@adribarreto90)
Corrió la maratón y dice que está pronto para una 10k: Emilio Fernández (@durosconceptos)
Corrió la maratón y dice que está pronto para una 10k: Emilio Fernández (@durosconceptos)
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