Rampla Juniors empató 1 a
1 con Huracán en el Estadio Olímpico y perdió la chance de subirse a la punta
del campeonato, luego de que Rocha perdiera el invicto en su casa ante
Progreso, que venía último en la tabla de posiciones. De todos modos, los
rojiverdes se mantienen en la segunda posición y ahora se acercaron 1 punto más
a los rochenses. Además, los dirigidos por Héctor Codevila son los únicos
invictos del campeonato.
Los picapiedras, si bien comenzaron
ganando con un gol de penal de Andrés Márquez, tuvieron una mañana complicada.
Perdieron dos jugadores por lesión y luego al goleador por expulsión. Con un
hombre de menos hicieron lo que pudieron por sostener el resultado, pero una
falla defensiva le permitió a los visitantes llevarse un punto de nuestra casa.
A los lesionados que ya
tenía Codevila en el plantel (Fabián Vargas, Enzo Ventoso, Julio Gutiérrez y
Gastón de los Santos) durante el partido se le sumaron Jorge Anchén y Pablo
Pereira. De todos modos, los que ingresaron ante Huracán (Agustín Carballo y
Alejandro Rodríguez) lo hicieron en buena forma, demostrando el nivel
competitivo que tienen todos los futbolistas que integran nuestra plantilla.
El problema, es que los
cambios obligados le impidieron a Codevila utilizar las variantes para buscar
modificar el curso del partido. La única que pudo realizar con ese fin fue
cuando le dio ingreso a Mezquida por Román Cuello, cuando ya Rampla estaba con
10 jugadores y Nico prácticamente que quedó solo contra el mundo en ofensiva.
Repasando el partido, justo
es decir que Rampla no jugó bien. Los primeros minutos la pelota la tuvo
Huracán, aunque no inquietó mucho el arco custodiado por Bernardo Long. Hubo un
remate desde la medialuna a los 7´ que se fue afuera y poco más. Principalmente
las oportunidades de los visitantes fueron por el juego aéreo y siempre
encontraron la seguridad de Bernardo bajo los tres palos.
Promediando la mitad
inicial los rojiverdes emparejaron y comenzaron a adueñarse del balón. Como
estaba planteado el trámite, la diferencia a favor de uno u otro equipo iba a
darse cuando alguno se equivocara y el que falló fue Huracán. Un defensor
empujó claramente a Márquez dentro del área y el juez no dudó en sancionar la
pena que el propio “pájaro” transformó en gol. Así nos fuimos al descanso.
El complemento se
mostraba propicio para que Rampla pudiera liquidarlo de contragolpe, poniendo
jugadores frescos en ofensiva, pero ya de entrada Codevila tuvo que realizar su
segundo cambio obligado, colocando a Ale Rodríguez por Pereira. El zaguero
surgido en Nacional y que ya jugara en Rampla en la era Castelnoble hizo su
debut esta temporada y respondió en buena forma.
Y la gran complicación
fue la tonta expulsión de Márquez a los 12 minutos. El “pájaro”, que ya tenía
amarilla por protestar, reventó para la tribuna una pelota que ya estaba afuera
y el juez lo expulsó por doble amarilla. Nada que reprocharle al árbitro y
tampoco a Márquez, que es uno de los grandes artífices de la campaña picapiedra
con 9 goles en 9 partidos. Eso si, este tipo de errores no se pueden volver a
cometer.
Con un hombre menos
Rampla debió cederle campo y balón a Huracán, y los dirigidos por Miguel Puppo
sin ser gran cosa llegaron al empate cuando iban 30 minutos. Diego Barboza (que
jugó como lateral derecho en lugar de Vargas) salió al cruce y quedó por el
camino, vino el pase al medio y en el corazón del área un futbolista visitante
tuvo todo el tiempo del mundo para pararla y fusilar a Long.
De ahí al final los
ánimos picapiedras estaban divididos entre la gente que quería arriesgar para
ir por el triunfo y los que entendíamos que en las circunstancias planteadas,
el empate no era un mal resultado, ya que nos permitía mantener el invicto y
seguir arriba de Huracán en la tabla.
Increíblemente, pudimos
ganarlo a los 38 minutos. Tras un pase atrás de un compañero, el arquero de
Huracán cometió la tontería de tomar la pelota con las manos. El juez sancionó
la falta técnica y más rápido que todos, Nicolás Núñez apoyó la guinda en el
césped y la tocó para Mezquida, que la empujó hacia el arco. Era gol de Rampla
pero el juez lo anuló, argumentando que no había dado la orden. Una incidencia
realmente polémica y muy discutible.
Así llegamos al pitazo
final y se consumó el empate, la tercera igualdad consecutiva de Rampla jugando
como local en el Estadio Olímpico, lo cual demuestra que ganar en casa es el
gran debe que tiene nuestro equipo, que ha sido implacable jugando como
visitante, triunfando en los 3 juegos que disputó en esa condición.
De todos modos, cuando no
se puede ganar no hay que perder, y menos cuando se trata de partidos contra
rivales directos. Rampla ha demostrado ser el equipo más regular y sin dudas
mantener esa regularidad es la clave para conseguir el objetivo. Hay que seguir
jugando cada partido como si fuera una final y minimizando los errores, nos
vamos expresos a Primera. Arriba Rampla!
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