lunes, 2 de diciembre de 2013

Una mañana complicada

Rampla Juniors empató 1 a 1 con Huracán en el Estadio Olímpico y perdió la chance de subirse a la punta del campeonato, luego de que Rocha perdiera el invicto en su casa ante Progreso, que venía último en la tabla de posiciones. De todos modos, los rojiverdes se mantienen en la segunda posición y ahora se acercaron 1 punto más a los rochenses. Además, los dirigidos por Héctor Codevila son los únicos invictos del campeonato.

Los picapiedras, si bien comenzaron ganando con un gol de penal de Andrés Márquez, tuvieron una mañana complicada. Perdieron dos jugadores por lesión y luego al goleador por expulsión. Con un hombre de menos hicieron lo que pudieron por sostener el resultado, pero una falla defensiva le permitió a los visitantes llevarse un punto de nuestra casa.

A los lesionados que ya tenía Codevila en el plantel (Fabián Vargas, Enzo Ventoso, Julio Gutiérrez y Gastón de los Santos) durante el partido se le sumaron Jorge Anchén y Pablo Pereira. De todos modos, los que ingresaron ante Huracán (Agustín Carballo y Alejandro Rodríguez) lo hicieron en buena forma, demostrando el nivel competitivo que tienen todos los futbolistas que integran nuestra plantilla.

El problema, es que los cambios obligados le impidieron a Codevila utilizar las variantes para buscar modificar el curso del partido. La única que pudo realizar con ese fin fue cuando le dio ingreso a Mezquida por Román Cuello, cuando ya Rampla estaba con 10 jugadores y Nico prácticamente que quedó solo contra el mundo en ofensiva.

Repasando el partido, justo es decir que Rampla no jugó bien. Los primeros minutos la pelota la tuvo Huracán, aunque no inquietó mucho el arco custodiado por Bernardo Long. Hubo un remate desde la medialuna a los 7´ que se fue afuera y poco más. Principalmente las oportunidades de los visitantes fueron por el juego aéreo y siempre encontraron la seguridad de Bernardo bajo los tres palos.

Promediando la mitad inicial los rojiverdes emparejaron y comenzaron a adueñarse del balón. Como estaba planteado el trámite, la diferencia a favor de uno u otro equipo iba a darse cuando alguno se equivocara y el que falló fue Huracán. Un defensor empujó claramente a Márquez dentro del área y el juez no dudó en sancionar la pena que el propio “pájaro” transformó en gol. Así nos fuimos al descanso.



El complemento se mostraba propicio para que Rampla pudiera liquidarlo de contragolpe, poniendo jugadores frescos en ofensiva, pero ya de entrada Codevila tuvo que realizar su segundo cambio obligado, colocando a Ale Rodríguez por Pereira. El zaguero surgido en Nacional y que ya jugara en Rampla en la era Castelnoble hizo su debut esta temporada y respondió en buena forma.

Y la gran complicación fue la tonta expulsión de Márquez a los 12 minutos. El “pájaro”, que ya tenía amarilla por protestar, reventó para la tribuna una pelota que ya estaba afuera y el juez lo expulsó por doble amarilla. Nada que reprocharle al árbitro y tampoco a Márquez, que es uno de los grandes artífices de la campaña picapiedra con 9 goles en 9 partidos. Eso si, este tipo de errores no se pueden volver a cometer.



Con un hombre menos Rampla debió cederle campo y balón a Huracán, y los dirigidos por Miguel Puppo sin ser gran cosa llegaron al empate cuando iban 30 minutos. Diego Barboza (que jugó como lateral derecho en lugar de Vargas) salió al cruce y quedó por el camino, vino el pase al medio y en el corazón del área un futbolista visitante tuvo todo el tiempo del mundo para pararla y fusilar a Long.

De ahí al final los ánimos picapiedras estaban divididos entre la gente que quería arriesgar para ir por el triunfo y los que entendíamos que en las circunstancias planteadas, el empate no era un mal resultado, ya que nos permitía mantener el invicto y seguir arriba de Huracán en la tabla.

Increíblemente, pudimos ganarlo a los 38 minutos. Tras un pase atrás de un compañero, el arquero de Huracán cometió la tontería de tomar la pelota con las manos. El juez sancionó la falta técnica y más rápido que todos, Nicolás Núñez apoyó la guinda en el césped y la tocó para Mezquida, que la empujó hacia el arco. Era gol de Rampla pero el juez lo anuló, argumentando que no había dado la orden. Una incidencia realmente polémica y muy discutible.



Así llegamos al pitazo final y se consumó el empate, la tercera igualdad consecutiva de Rampla jugando como local en el Estadio Olímpico, lo cual demuestra que ganar en casa es el gran debe que tiene nuestro equipo, que ha sido implacable jugando como visitante, triunfando en los 3 juegos que disputó en esa condición.

De todos modos, cuando no se puede ganar no hay que perder, y menos cuando se trata de partidos contra rivales directos. Rampla ha demostrado ser el equipo más regular y sin dudas mantener esa regularidad es la clave para conseguir el objetivo. Hay que seguir jugando cada partido como si fuera una final y minimizando los errores, nos vamos expresos a Primera. Arriba Rampla!


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